19 abril 2018

PEDRO ANTONIO ENRIQUEZ SOTO EN EL OJO DEL HURACÁN



Es un gusto saludar al maestro Enríquez Soto, titular del poder judicial del estado. Sin duda alguna, aunque a todos los magistrados del poder judicial les tocó parte de los efectos que generó el huracán desatado por el gobernador Echevarría cuando públicamente los señaló como protectores de corruptos y saqueadores, la verdad es que quien recibe de manera directa ese tsunami es el titular de ese poder, o sea mi estimado amigo Pedro Antonio Enríquez Soto.
            Y bueno, la verdad es que era el gobernador Echevarría quien estaba siendo plenamente cuestionado por la falta de resultados concretos de su gobierno, particularmente en dos temas: combate a la corrupción e inseguridad. Sin resultados tangibles en esos dos grandes temas que son muy sensibles a la percepción ciudadana, el gobierno del Toño Echevarría García venia en caída libre, en picada.
Hoy la percepción ciudadana se modifica ante el golpe de timón que dió el gobernador en el caso del combate a la corrupción y sus bonos, sin duda alguna, crecieron ante los ojos de los ciudadanos. Y el pagano de ese golpe de timón fue el poder judicial. Ahora quienes son los responsables de que no se castigue a corruptos es el poder judicial pues, mientras la fiscalía integra las averiguaciones y las consigna ante los jueces, aquí dejan libres a los corruptos. Ojo, no cuestiono si hay razón jurídica o no en esas decisiones, solo me limito a plantear que ante los ojos de los ciudadanos la percepción es que son los Robertistas incrustados en el poder judicial quienes siguen siendo los protectores de corruptos.
En lo personal no me meteré en ese asunto, pero me interesa la postura del poder Judicial respecto de los asuntos universitarios. El día de ayer se hizo una última cita en la fiscalía general del estado respecto de una denuncia penal por robo. Ahí han querido insistentemente que conciliemos, pero no es nuestra decisión hacer eso. Lo hemos dicho recio y quedito, no vamos a ponernos de acuerdo con quienes violan la ley para encubrir delitos. En consecuencia, no nos vamos a poner de acuerdo con el jefe de la pandilla universitaria Nacho Peña para encubrirle el delito que cometió y que denunciamos. Eso ya lo hace Nacho Peña con los lideres de los sectores quienes firman cosas que son ilegales, pero adentro de la UAN, cobijados bajo la sacrosanta autonomia universitaria, ellos los hacen legales al interior. Impunidad pura.
Como nuestra denuncia se encuentra fuera del alcance de la mafia universitaria y se encuentra hasta ahora en la fiscalía, no han podido desecharla y ahora menos que sabemos que hay un gobernador y un fiscal que están decididos a combatir la corrupción, que están decididos a hacer valer la ley y castigar a quien la hace. Pero, una vez que ya se termina la etapa de la conciliación, la carpeta será consignada ante un juez para que ahí se decida si hay delito o no y, en consecuencia, se apliquen las sanciones correspondientes de parte del juez.
            Ahí es donde nuestro amigo Pedro Antonio Enríquez Soto se pone otra vez en el ojo del huracán. ¿Absolverá al delincuente o lo sancionará? Y esta no es una pregunta ociosa porque a quien se va a juzgar es nada mas y nada menos que al patrón universitario de Pedro Antonio Enríquez Soto. ¿Intervendrá Pedro Antonio Enríquez Soto para absolver a su patrón en la UAN o, de lo contrario, para castigarlo? Y no es cosa sencilla porque ya se ha dicho mucho que a lo mejor a mi estimado amigo Pedro le tiembla la mano para no castigar a Nachito Peña a cambio de que Nachito no le mueva el agua con su trabajo dentro de la Universidad. Si lo absuelve el juez correspondiente mediante alguna “sugerencia” de nuestro amigo, se verá cuestionado nuevamente y será puesto ante los ojos de los ciudadanos tal y como lo dijo el gobernador Echevarría: Protectores de corruptos. Pero, del otro lado, si lo sanciona, puede quedar bien ante los ojos de los ciudadanos y poner en evidencia al gobernador pues con ese hecho señalaría que sí se combate a los corruptos, pero con su sanción pondría en jaque a su patrón universitario pues lo convierte en delincuente y por tanto en un personaje que debe ser inhabilitado inmediatamente como rector. Puede protegerlo para protegerse el mismo en su trabajo dentro de la UAN (tal parece que aun no se jubila).
El dilema es fuerte para Pedro Antonio Enríquez quien seguramente nos dirá que no tiene vela en el entierro y que será el juez quien decida, aunque sabemos que esas declaraciones serian solamente para los niños de primaria. El delito está plenamente configurado y, una vez que pase al poder judicial entonces nuevamente el poder judicial se verá en el dilema de proteger corruptos o no hacerlo y, por tanto, Pedro Antonio Enríquez Soto se vuelve a poner en el ojo del huracán.
PD. Hay una gran diferencia entre funcionarios que si ayudan al gobernador y otros que nomas se la pasan como la “caca del perico : ni huelen ni hieden”……Disfruten su fin de semana!!

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