Escuché un audio en
el que el rector de la UAN, Jorge Ignacio Peña González, explicó el tema del
pago de prestaciones de diciembre. A final de cuentas, la postura fue sencilla:
se pagará con recursos del presupuesto 2018. Con esa postura, señaló el mismo
que para diciembre volverá a presentarse el problema. En sus palabras dice: “la
bomba ya estalló”.
Sorprenden varias cosas: La primera
es que las cosas se dicen con una tranquilidad que emocionaría al más ecuánime
del mundo pues simple y sencillamente se nos dice que se deja de pagar conforme
a la ley y ahora resulta que hasta tenemos que aplaudirles porque nos pagan lo
que ya se devengó fuera de lo establecido en la ley, sin que ello se traduzca
en fincar responsabilidades a quienes tienen la obligación de cumplir en tiempo
y forma con los sueldos y prestaciones. Tal parece que violar las leyes sin que
haya responsables es el pan de cada día en nuestro estado. Por eso interpusimos
una primera denuncia ante la fiscalía por ejercicio indebido de funciones y lo
que resulte, contra el rector de la UAN.
En segundo lugar, se insiste en
decir que el problema es que el gobierno federal no nos da dinero. En el audio
señalado, el rector Nacho Peña señala que el gobierno federal ya les dijo que
cuando cumplan la parte que como universidad nos corresponde, en ese momento
tendrá el apoyo federal. Debido a eso, señala que realizará una revisión de la
nómina, en donde reconoce que el problema no se resolverá quitando aviadores.
Tan sólo por mencionar un ejemplo, señaló que en el nivel medio superior
solamente hay ocho personas que no tienen carga horaria, aunque faltaría revisar
la gente que tiene carga horaria pero que no cumple. Lo mismo habria que hacer
en el nivel superior pero que, lo que puede pesar es en la administración
central porque ahí no hay controles.
En tercer lugar, destaca en dicho
análisis rectoral, la ausencia de señalamiento a algunos privilegios que hay que
eliminar de inmediato, asi como no hay una explicación acerca del saqueo que se
ha hecho durante mucho tiempo y que se constituyó como una bomba de tiempo que tenía
que estallar en su momento. Como lo dice un académico de Bahía de Banderas “Resolver quienes fueron los
culpables del supuesto desvío de recursos en el sexenio pasado es la asignatura
pendiente…….Terminar con aviadores, gente improductiva y simuladora, dejar de
subsidiar costosas estructuras principalmente de FEUAN y SETUAN, retirar todas
las canonjías que tienen la guardería, primaria y secundaria “setuanistas”, ser
austeros en el gasto corriente, y hacer que aquellos docentes que detentan
tiempo completo de cualquier categoría, cumplan a cabalidad con su carga
horaria que marca su contrato, y no las 3 o 4 horas a la semana que acuden (y
por eso no se sienten aviadores, que por lo regular estos últimos, son
políticos o funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno en sus tres
poderes) marcaría ahorros sustanciales, pero no resolverían el problema
financiero”.
Por
ejemplo, si el rector presionara a las autoridades estatales para que se esclarezca
hacia donde se fueron cerca de 35 millones de pesos que se dispusieron de ellos
con aquel pago doble que se les quitó a todos los trabajadores activos en tres
quincenas y que no se sabe a dónde fue a parar y, si a eso el rector recuperara
los setenta millones de pesos que se le dieron a la empresa fantasma San
Petersburgo y que Juan López facturó y, si a eso recuperara los casi 500 millones
de pesos transferidos de la federación a la universidad para fortalecer el
fondo de pensiones que ya no existe y que no se sabe dónde quedaron, y si a eso
le sumamos recuperar todo el impuesto sobre la renta que nos quitaron a los trabajadores y que no se entregó a la
Secretaria de Hacienda y que tiene endeudada a la UAN por cerca de 400 millones
de pesos, por causa de esos saqueadores, nomás con eso tendríamos entre setecientos
u ochocientos millones de pesos para
solventar la crisis financiera. Si a eso le sumamos quitar los privilegios de
los mal llamados “sectores” que dice el académico de Bahía de Banderas, no tendríamos
que andar con el Jesús en la boca pensando lo que ya el propio rector nos está
anunciando: que desde noviembre de este año vamos a tener el mismo problema. Pero
el rector no puede hacer eso porque significa afectar la estructura política
que lo sostiene, así como tampoco puede encarcelar y quitarle el dinero a quien
lo puso como rector, es decir, a Juan López Salazar y su presunto “socio” como
es el ex gobernador Roberto Sandoval.
Por
eso yo les digo a los universitarios y al pueblo en general que, para resolver
el problema financiero de la UAN necesitamos un
rector que no esté comprometido con los saqueadores, con quienes han
hundido a la UAN en este pantano financiero. Se requiere un nuevo rector que
convoque a una nueva elección donde previamente haya un marco legal diferente
para la elección, es decir, se requiere una reforma a la ley orgánica que
modifique la forma de elegir rector para que éste no sea preso o rehén de las
mafias universitarias, mal llamadas “sectores”, y de paso sentar las bases para
un nuevo modelo universitario.
PD. EL rector Peña ya anunció que a fines del
2018 se volverá a presentar el problema, lo cual habla de su incompetencia para
estar al frente de la rectoría. ¿Qué más necesita para renunciar? Es la demanda
inicial del STUAN.