Sin embargo, no había nada oficial, sólo
rumores. Pero no tardaron las autoridades universitarias en confirmar su muerte.
Luego después, de manera oficial, el ministerio público daba fe de los hechos,
de tal manera que la muerte del universitario fue confirmada.
La comunidad universitaria se había conmocionado
y daba muestras de ello mediante diferentes opiniones en las redes sociales,
todas en el mismo sentido. No aceptaban que, aunque no hubiera pagado la
segunda quincena de diciembre ni las prestaciones decembrinas, hubiera tomado
esa drástica decisión de quitarse la vida. La muerte no se le desea a nadie.
Las causas de tamaña decisión tomada
por el rector no se saben, sólo se desatan algunas especulaciones, sin ningún
fundamento. Las más ligeras y superficiales dicen que se había intoxicado con
grandes dosis de alcohol, las que había consumido en exceso durante este tiempo
de fiestas navideñas. Especulación nada creíble porque se sabía que el rector
no era un consumidor asiduo de bebidas espirituosas. De hecho, se confirmó
mediante un pequeño exámen que le hicieron a su sangre donde se reveló que no había
consumido ni alcohol ni ningún tipo de droga.
La especulación que más era creíble
en las redes sociales fue aquella que planteaba que le había agarrado una
fuerte depresión porque no podía resolver el problema de la crisis financiera
y, preso de tanta depresión, mejor se decidió por tomar el rumbo equivocado. Se
había cortado las venas y su muerte fue lenta por el desangrado que sufrió.
Y es que su gestión al frente de la
Universidad había venido de fracaso en fracaso al grado tal que ya parecía un
simple limosnero que solo estiraba la mano al gobierno federal y al estatal
para pedirles dinero y, cuando le cierran las puertas tanto la SEP como el
gobierno estatal porque ambos le exigieron que limpiara la institución, no supo
que hacer y tal parece que decidió no ser el rector más incompetente de todos
los que ha tenido la institución.
Su proclividad por mantener los
privilegios y su nula voluntad política de sanear la institución y, muy por el
contrario, seguir manteniendo el clima de corrupción interna lo había llevado a
un callejón sin salida. De hecho, pudo haber resuelto las cosas bien, pero
prefirió acostarse políticamente con los corruptos en lugar de pasar a la
historia como el primer rector que asumía un verdadero papel institucional. Lo había
vencido el “pelón” Hernández Escobedo para que le mantuviera sus cotos de poder
y privilegios y, aparte, tenía el compromiso con la FEUAN para seguir manteniendo
esta costosa estructura política universitaria y, ya no se diga mantener una costosa
nómina universitaria llena de parásitos. Ante esas exigencias, el nulo apoyo de
los gobiernos estatales y federales, y su nula presencia con personajes
políticos y empresariales de alto nivel para poder darle solución al problema, lleno
de depresión y tristeza, Nacho Peña prefirió huir por la puerta falsa cortándose
las venas.
Se dice que sus principales
funcionarios lloraban como fieles plañideras su partida al más allá. Mientras
que había otros que ya se relamían los labios ante la posibilidad de ser
ungidos como el nuevo rector. De hecho, algunos ya se habían ido a hincarse
ante el corruptazo del “pelón” Hernández Escobedo para que les diera la
bendición. De hecho, el propio corruptazo de altos decibeles, el “pelón” Hernández
Escobedo, se supo que había dicho entre sus principales colaboradores que la
historia lo había puesto en una posición tal que, sin duda alguna, sería el
nuevo rector y que sin duda alguna contaría con el apoyo del nuevo gobierno y
que, bajo esas condiciones, prefería, en lugar de ser diputado federal
plurinominal, que mejor se sacrificaría asumiendo la rectoría de la Universidad
Autónoma de Nayarit y asi todos le agradeceríamos ser el nuevo rector.
Sin embargo, noticias de última hora,
señalan que el rector solo había estado en un profundo sueño que parecía que
estaba muerto ya que fue hospitalizado de urgencia y fue salvado de la muerte, porque
las galletas marías con las que se había cortado las venas no estaban tan
filosas como para hacerle un pequeño rasguño. Inocente palomita que te dejaste
engañar. Es 28 de diciembre, día de los inocentes. El rector de la UAN goza de
cabal salud junto a su familia, a quien le deseo un exitoso año nuevo.
PD. ¡Ya paga Nacho!
¡Si no puedes, renuncia!