Ayer, un grupo de columnistas
que regularmente nos reunimos los miércoles en céntrico hotel de la ciudad de
Tepic, nos dimos cuenta que era posible la realización de un debate entre el
aguerrido perredista Rodrigo González Barrios y el hábil y prestigioso abogado
Humberto Avena. El tema era la llamada Comisión de la verdad. No hubo tal
debate, creo que será el día de hoy.
Las
posiciones entre ambos personajes al parecer son irreconciliables. Es muy bueno
saber los argumentos que cada uno esgrime para que los ciudadanos emitamos
opinión. Y no es un tema ocioso porque está de por medio un esfuerzo de
ciudadanos por hacer justicia a tanta gente golpeada por el gobierno corrupto
anterior al que hoy abrazan y lisonjean las nuevas autoridades aliancistas bajo
el débil argumento de que es un trabajo institucional el que tienen que hacer y
por eso tienen que soportar los abrazos de los corruptos. Pero tampoco es
ocioso por las implicaciones que pudiera tener esa comisión.
La postura de
Rodrigo es la siguiente: Los
abogados del "Diablo" están en su derecho a defender sus canonjías y,
la ciudadanía a hacer lo propio para limpiar de "diabólicos" las
instituciones. La Reforma Constitucional para reducir el número de magistrados
de 20 a 11 está en la agenda social y política y, tiene su soporte legal”. Sin
duda alguna, las implicaciones de ese tipo de posturas son muchas y muy
importantes y que se derivan precisamente de la acción de Rodrigo.
Por su parte, El abogado Humberto Avena le responde a Rodrigo
de la siguiente manera: “Pensé que Rodrigo González Barrios era más fino y respetuoso para
responder a los señalamientos que le he estado haciendo sobre su inútil
Comisión de la Verdad y su desfondada iniciativa de, golpe de estado, que no de
ley para destituir a los 17 magistrados del TSJ pero, penosamente sólo resultó
ser un pendenciero de barrio. No soy ni nunca he sido abogado de Edgar Veytia y
debe Ud saber que sigo y seguiré defendiendo la presunción de inocencia como
garantía y principio rector de nuestro sistema penal, y lo defenderé tanto para
el ex fiscal como para cualquier otra persona sujeta a proceso y, este
principio, también pediría su respeto para Ud o para cualquiera de su gavilla
de perredista zánganos vividores del presupuesto con los que Ud comparte sus
correrías políticas en pos de más beneficios si enfrentaran uds problemas con
la justicia. Su Comisión de la "Verdad" Ud lo sabe, es una farsa como
bien se lo ha dicho don Jorge Gonzalez Gonzalez y, de su farsa, Ud junto con
otros vividores del PAN y PRD sólo pretenden lucrar políticamente a sabiendas
que no habrán de lograr nada por no ser la forma de dar seguimiento ni de
ayudar a un ofendido. El tiempo y la historia lo pondrán a Ud en su lugar.
Finalmente le recuerdo que yo si trabajo y vivo de mi esfuerzo personal y no de
parásito del gobierno al que Ud nunca le retribuye nada y lo invitó a Ud
Rodrigo a un debate para exhibir la inutilidad de sus acciones como presunto
redentor de los ofendidos del gobierno anterior…..Su comisión de la verdad es
una farsa. Benítez y su iniciativa de ley para destituir a los 17 magistrados
es golpista y desestabilizadora en el supuesto de que hubiera diputados locos e
ignorantes de la XXXII legislatura del congreso local que le siguieran la
corriente”.
Son dos los temas que se derivan de dichas
posturas: Por un lado, la utilidad o no de la llamada Comisión de la Verdad y,
en segundo lugar, las reformas que llevarían a reducir el número de magistrados
del poder judicial. En cuanto el primer tema, creo que cada quien ve desde su
propia tribuna. Sin duda alguna, la existencia de la Comisión de la Verdad es
un esfuerzo ciudadano por organizarse para tratar, y lo digo claramente, tratar
de que nuestras instituciones funcionen para hacerle justicia a tantos y tantos
ciudadanos agraviados. El problema es el tufo electoral y político que ello
lleva. Y bien lo comentó Evaristo, una acción de esas se deslegitima si la hace
un político como Rodrigo en lugar de que la hiciera un ciudadano común, con
trayectoria honesta y no Rodrigo que también tiene cola que le pisen en el tema
de corrupción, especialmente de la corrupción que se presentó en el anterior
ayuntamiento. No es lo mismo que la impulse Rodrigo a que la impulse, por
ejemplo, la luchadora social, la maestra Rosalina o que la impulse alguno de
los agraviados. Pero justo es reconocer que tampoco se le puede coartar el
derecho de Rodrigo de abanderar causas sociales en pos de otro hueso político,
ya que, al final de cuentas, los políticos hacen política tratando de luchar
por resolver los problemas de la gente.
En cuanto el tema de la reducción de magistrados,
sin duda alguna es un tema importante, porque el corrupto gobernador Sandoval,
todos lo sabemos, le hizo al igual que Ney: tratar de dejar incondicionales en
el poder judicial para seguir manteniendo control político de la justicia en
Nayarit. De hecho, hay magistrados que fueron impulsados por el “pelón” Hernández
Escobedo y que tuvieron una carrera meteórica de ser conserjes en la UAN,
estudiaron derecho en la UAN, luego se convirtieron en “profesores” de la misma
unidad académica de derecho, luego estuvieron de funcionarios en el congreso y
ahora, bajo el manto sagrado de Roberto Sandoval, se convierten en magistrados
sin haber litigado nunca en su vida. Esa realidad es la que hay que combatir,
sea impulsada por la Comisión de la verdad o no, lo cierto es que ese tipo de
engendros no deben estar en nuestro sistema de justicia por simples motivos
políticos.
PD. El debate ahí está, saldrán chispas.