13 septiembre 2017

LA COMISIÓN DEL ODIO


La comisión del odio. Así bautizó el peor gobernante que hemos tenido los Nayaritas, a la comisión de la verdad y la justicia que liderea el siempre controvertido Rodrigo González Barrios. Una afirmación del gobernante que merece comentarios simple y sencillamente porque viene precisamente del aún gobernador Nayarita.
            Roberto Sandoval, se comporta como los buenos peleadores. Se lo está cargando la chin…da y no da su brazo a torcer. Se le está viniendo el mundo encima, con mucho riesgo de ser investigado y encarcelado por las autoridades federales y sin embargo sigue en la pelea. Nadie cree en su exacerbada como obsesiva mitomanía, pero no deja de tirar trancazos. Con un poquito de decencia y otro poquito de cerebro, lo más aconsejable es que guarde un inteligente silencio. Callado gana. Pero no, ni una cosa ni otra.
            Es casi seguro que Rodrigo está usando la comisión de la verdad con fines electoreros, para llevar agua a su molino y después salir de candidato a diputado federal o senador y aparecer como redentor de los Nayaritas. Cualquier grillo se da cuenta de eso. Pero habria que diferenciar entre las intenciones de Rodrigo y la ansiedad de justicia de los Nayaritas. Son dos cosas diferentes. Si no hubiera sido Rodrigo el que encabezara ese tipo de esfuerzos y hubiera sido Mateo, el marisquero de Puebla y Abasolo, los Nayaritas de todas maneras se engancharían porque su avidez de justicia es inconmensurable. Pero el hubiera no existe y fue Rodrigo González, con todo y la jiribilla electorera que lleva, el que encabeza esa lucha. Y es justificable. ¿Por qué no lo hizo otra persona? ¿Acaso no podía alguien más hacerlo? Así que cuestionar a Rodrigo por encabezar un esfuerzo ciudadano, aunque venga de un partido, por hacer justicia ¿no es de reconocerse? Y lo digo, aunque yo no sea del gallinero del PRD ni mucho menos sea del gallinero de Acosta Naranjo. Y mucho menos se justifica cuestionar la comisión de la verdad y la justicia porque ahí participan otras gentes honorables. Así que el gobernador Roberto Sandoval debería hacer un esfuerzo de separar la grilla respecto de la avidez de justicia de los Nayaritas.
            Los agravios de Roberto Sandoval y su pandilla a los Nayaritas son muchos. Por conocidos no vale la pena mencionarlos. Pero lo que si vale la pena es que ya en el ocaso de su gobierno, antes que cuestionar esa ansiedad de justicia de los Nayaritas con argumentos propios de un chiquillo secundariano al decir que es una comisión de odio, Roberto Sandoval debiera demostrar más humildad y respeto a los ciudadanos que agravió y que con su mitomanía sigue faltándoles al respeto.
            ¿En qué cabeza cabe pensar que después de tanto agravio, al terminar su gobierno, los ciudadanos aún le aplaudan como si hubiera sido el Nelson Mandela Nayarita? Sigo insistiendo, que se dé de santos que el día del grito de independencia, si es que lo llega a dar, la gente agraviada no lo agarre a huevazos o jitomatazos podridos. Todo mundo sabe que un pueblo agraviado, cuando ve la oportunidad de desquitarse lo hace. Todo mundo lo sabe. Un pueblo agraviado se desquita de los agravios en las elecciones votando en contra de quienes los pisotearon o se las cobra en momentos como estos, al término de los mandatos gubernamentales.
            Así que, en esas condiciones de fuertes agravios, despojos, extorsiones, levantones, los Nayaritas aplaudieron la integración de la comisión de la verdad porque en alguien quieren tener esperanza. EL pueblo agarró esa esperanza como la única opción que en ese momento tenían, con todo y que Rodrigo le pusiera su jiribilla electoral. En tanto el gobernador Echevarría no tome posesión del cargo, los ciudadanos depositan esa esperanza en ese tipo de esfuerzos y en el congreso que hasta ahora sigue aventando puños de saliva y “nadando de muertito”. Una vez que Echevarría tome el cargo de gobernador, seguramente que esa esperanza de hacer justicia se volcará hacia él. Si el gobernador Echevarría llegara a actuar contra Roberto Sandoval y su pandilla (una vez que la luna sea de queso y podamos llegar a la luna de rodillas), ni modo Roberto Sandoval lo llame el gobernador del odio nomas por hacer justicia. Por supuesto, el gobernador Echevarría está entre la espada y la pared: por un lado, la exigencia del pueblo de que se le haga justicia, y por el otro lado, hacerle justicia al pueblo implica actuar contra su socio. Por eso mi columna de ayer la titulé: Nayarit entre la esperanza y la decepción. Los ciudadanos comunes y corrientes, debemos ayudarle al gobernador Echevarría a que se haga justicia, por supuesto. Y no por eso estamos llenos de odio.
            Apoyo definitivamente las acciones de la comisión de la verdad y la justicia. Que si Rodrigo hace grilla electoral con ello o no lo hace es punto y aparte. Eso sin contar con que tiene todo el derecho de hacerla. Lo importante es que son acciones que buscan el bienestar del pueblo de Nayarit y eso, venga de donde venga, debe reconocerse. Y Roberto Sandoval, en lugar de que se llene de odio, debería de mostrar más humildad con el pueblo, ese pueblo que agravió con creces.
PD. Les aclaro que no me pagó Rodrigo González ningún cinco por escribir estas palabras, para que se eviten su opinión de decirme “chayotero”. Es más, si lo vemos por el tema electoral, yo no apoyaré la opción perredista para la presidencia de la república, asi que eso es punto y aparte. Apoyo la comisión de la verdad y la justicia por ser un esfuerzo ciudadano y, por supuesto, no comparto la opinión de Roberto Sandoval al calificarla como comisión del odio.

OTRA DENUNCIA CON NAVARRO ¿Y?

CON NAVARRO QUINTERO EN 2018 ¿Y?