La algarabía se nota. La inmensa
mayoría de los ciudadanos ya festejan la terminación del oprobioso sexenio
gubernamental de Roberto Sandoval y añoran la llegada del nuevo gobernante Echevarría,
en quien se tiene depositada la esperanza de que se haga justicia. Por su
parte, la pandilla de Sandoval termina a tambor batiente su sexenio: desvalijando
las dependencias, otorgándose permisos por donde sea, llevándose lo más que puedan
y, sobre todo, lanzando puños de saliva al por mayor para decir que su gobierno
fue bueno. Con un poquito de vergüenza, Sandoval debería guardar un inteligente
silencio.
El
arribo del nuevo gobernante ha generado una expectativa favorable. En él se han
depositado las esperanzas de cambio. Nuestro pueblo, el pueblo de Nayarit
merece que tengamos buenos gobiernos. Y, aunque no voté por Echevarría, como
ciudadanos debemos estar dispuestos a darle el apoyo que necesite para que haga
un buen gobierno. Tiene de mayoría de aliados en el congreso que le pueden
ayudar a hacer un buen gobierno, aunque estos ya demostraron, en el mes que se
han constituido como el poder soberano de Nayarit, que no hicieron nada por
resolver los problemas tan graves. Se la pasaron tirando puños de saliva y rasgándose
las vestiduras mientras el pueblo estamos casi en situación de pánico ante la
ola de inseguridad que nos azota. “nadaron de muertito”.
Sin
embargo, los retos del nuevo gobernante son muchos. Desconocemos el trabajo
real que haya hecho para arribar al gobierno tomando decisiones
trascendentales. Sin embargo, las señales que ha mandado a la sociedad,
aparentan que vamos a tener un gobierno protector de los corruptos. Y esto lo afirmo
en principio por sus decisiones respecto a su relación con la Universidad Autónoma
de Nayarit. ¿En qué cabeza cabe que le de la facultad de organizar concursos de
oposición para nombrar a funcionarios gubernamentales? No dudo que puedan salir
buenos profesionales ahí, pero ¿porque comenzando por avalar a quienes han
hundido a la universidad en la más oprobiosa crisis de credibilidad social
producto de la galopante corrupción e impunidad interna? Si la primera
exigencia de la sociedad y el primer compromiso del propio gobernador en su
campaña fue un combate frontal a la corrupción, entonces ¿por qué avalar a los
corruptos para que le organicen los nombramientos de algunos de sus
funcionarios?
Si
el compromiso del gobernador fue el combate frontal a la corrupción, entonces,
en lugar de avalar a los corruptos, debió de impulsar que se traigan a Juan
López Salazar, debió de impulsar que se transparente el ejercicio del
presupuesto universitario, debió de impulsar que se transparente el fondo de
pensiones de la UAN y se castiguen a los saqueadores, debió de impulsar que se
investigue el fraude de los setenta millones de pesos donde está involucrado
por omisión el propio rector Nacho Peña, debió de exigirle a Nacho Peña que termine con los privilegios a
los sectores de SPAUAN, SETUAN y FEUAN, debió de impulsar que se respeten las
leyes laborales, debió de impulsar que se castigue a quienes desvían recursos
universitarios para primarias y secundarias, en fin, debió impulsar el
saneamiento de la institución y no avalar a quienes la han hundido en el
descrédito social. La UAN no concursa ni siquiera las plazas de los académicos
¿Con qué cara se le pone a concursar los puestos públicos?
Así
como inicia el gobernador Echevarría no nos cause sorpresa que al rato ponga en
el resto del gabinete a personajes que están señalados por la auditoria
superior de la federación o a otros personajes por haber sido pública su
participación en haber exonerado corruptos como Ney González. El gobernador
Echevarría debe iniciar con el pie derecho su administración para no fallarle
al pueblo. Las señales que está enviando con el caso del involucramiento de la
universidad en el nombramiento de funcionarios gubernamentales da la pauta para
que el pueblo comience a saborear la decepción. Sin duda alguna que
ciudadanizar las decisiones públicas son un buen camino, pero no debe hacerse
sobre la base de cobijar a los corruptos. Pero le faltan pocos días aun para
iniciar su gobierno y puede recomponer las cosas, no hay necesidad de que la
decepción popular llegue pronto. Nayarit no merece que se cobije a corruptos.
Y
desde aquí le mando un mensaje al gobernador Echevarría: Muchos universitarios
estamos esperando, al igual que muchos ciudadanos Nayaritas, que se haga
justicia. En los tribunales laborales que dependen de lo que será su gobierno, tenemos
sendas demandas que son producto de las violaciones a las leyes laborales que
hacen las autoridades universitarias. Roberto Sandoval las mantuvo congeladas
durante todo su sexenio por su amasiato con las corruptas autoridades
universitarias. Si usted gobernador Echevarría cobija a los violadores de las
leyes laborales ¿Cómo vamos a pensar que usted nos va a hacer justicia? ¿Será
otro Roberto Sandoval que tendrá amasiato con quienes han hundido a la
Universidad en el pantano de la corrupción e impunidad? Si no es así, dé
muestras en los hechos que no es verdad y que seguirá firme en su combate a la corrupción.
Los discursos huecos y demagógicos déjelos para tiempos de campaña.
PD. Sospecho que hay algunos
vivillos cercanos al gobernador Echevarría que se están aprovechando de su
ignorancia respecto de la vida universitaria para llevar agua a su molino.