El día de ayer se iniciaron
labores universitarias. Los miembros del Sindicato de Trabajadores de la
Universidad Autónoma de Nayarit que transitoriamente dirijo, nos dimos cita en
las afueras de la rectoría de la Universidad, ahí por la explanada. Nos
concentramos a eso de las diez de la mañana. El objetivo era abordar al rector
de la Universidad Jorge Ignacio Peña González para acordar con él soluciones a
muchas de nuestras peticiones laborales que ya no pueden caminar con sus
funcionarios. Sólo él puede destrabar las cosas, por eso acudimos a sus
oficinas.
Con
dificultades, muchos de nuestros agremiados, sobre todo los ya mayores, lograron
subir hasta el cuarto piso. Al llegar ahí, solicitamos ver al rector. Sabíamos
que estaba en el edificio. La secretaria que
amablemente nos atendió, desde el inicio nos dijo que no nos podían atender porque
el señor estaba muy ocupado. Todos los que estábamos ahí nos quedamos mudos de
la sorpresa. No nos atendía ninguna autoridad para darnos una respuesta
oficial, y eso, desde mi muy personal punto de vista sólo expresaba dos cosas:
O las autoridades universitarias no tienen oficio o de plano andan muy
soberbios.
La falta de
respeto era evidente. Y no lo digo por la secretaria que nos daba el “avión”.
Quizá ella solamente sigue instrucciones. Y era una completa falta de respeto
porque quienes acudimos ahí tenemos representación legal, tenemos un
reconocimiento del Estado Mexicano expresado en una toma de nota, somos una
institución legalmente reconocida por el Estado Mexicano. NO es concebible que
mientras el Estado Mexicano nos da nuestro lugar al darnos el reconocimiento
oficial como institución sindical, por su parte y de manera contraria, las autoridades
universitarias, con la mano en la cintura, desconozcan la decisión que
representan las autoridades laborales que nos dieron la toma de nota
correspondiente. Por eso mismo digo que, o es falta de oficio o de plano es
soberbia.
Ante tal
postura de las autoridades universitarias, decidimos, de manera pacífica, hacer
uso de nuestro derecho a la libre expresión y, de manera pacífica comenzamos a
exclamar nuestro derecho a ser atendidos por las autoridades universitarias.
Para eso están. Al unísono, mis compañeros sindicalistas respondían con un sí a
mi pregunta: ¿queremos ver al rector? La exclamación fue repetida y fuerte. El resultado
fue que salió a atendernos el secretario de la rectoría, quien tranquilamente
nos dijo que no nos podía atender el rector. Ante tal postura decidimos
quedarnos en las oficinas hasta que nos atendiera. Poco tiempo después nos dijo
el mismo secretario que en diez minutos nos atendería el rector. Pasó el tiempo
y nos metieron a las oficinas del propio rector.
Pero el rector
nunca llegó. Después de casi dos horas de espera dentro de las oficinas a las
que nos metieron, nos enviaron a la secretaria para decirnos que no nos iban a
atender. Y que ellos se retiraban a las dos de la tarde. Faltaba media hora
para eso. Nuevamente la falta de oficio o la soberbia salía a flote. Ante tal
postura de desprecio hacia los universitarios que estamos organizados en el
STUAN, decidimos quedarnos dentro de las oficinas a esperarlo hasta que se
presentara, dispuestos a quedarnos a dormir y a esperar el tiempo que fuera. Aun
los que están enfermos decidieron que nos quedaríamos y que haríamos uso de las
redes sociales para informar a la opinión pública lo que estaba aconteciendo.
Por eso publiqué un video en mi muro del facebook.
Nuestra postura
era decidida. Minutos después recibí un mensaje del rector en el que nos
ofreció de manera formal una reunión de trabajo para el día de hoy ocho de
agosto. Desde luego, los compañeros sindicalistas aceptaron la oferta porque
nuestro interés no es generar conflictos en la Universidad. Nuestro interés es
que se nos resuelvan los problemas laborales con apego a las leyes. No pedimos
privilegios de ninguna naturaleza solo simplemente que se nos resuelvan los
problemas con estricto apego a lo establecido en los contratos colectivos de
trabajo y la ley federal del trabajo. Es todo.
PD. Y seguimos dialogando con
universitarios acerca de la integración de la COMISIÓN UNIVERSITARIA DE LA
VERDAD Y LA JUSTICIA. Hay mucho de lo que se tendría esclarecer desde ahí. Y es
importante que los universitarios se integren a esta comisión porque ya sabemos
que desde la institucionalidad está difícil que haya transparencia dado que,
simple y sencillamente, al estar contraladas por los mismos, la posibilidad de
transparentar el ejercicio público de los dineros universitarios se hace cada
vez más difícil. Pronto habrá convocatoria…… Desde aquí les informo a mis
escasos lectores en número de cuatro que ya estoy buscando una candidatura para
combatir a los corruptos de Nayarit y de México y seguir la lucha contra la
impunidad. Estoy sumamente convencido que con escribir en los medios no es muy
eficaz para lograr el objetivo de combatir corruptos, hay que meterse a lograr
posiciones de poder público. Estoy decidido.