El Gobernador Echevarría ya tiene
bajo su control el poder legislativo. Ahora sólo le falta el control del poder
judicial. Pero, aun así, ya tiene los dos poderes en la mano (ejecutivo y legislativo) y la inmensa mayoría
de los municipios. Tiene todo para hacer un buen gobierno. Ya no hay pretexto
como para no hacer un buen gobierno. Tiene todo para dar buenos resultados
concretos.
Con
el nombramiento de Polo Domínguez, queda un congreso a modo, con mayoría de 17
diputados para sacar adelante los acuerdos que se tengan que hacer. El resto de
las fracciones no pintan para nada. De hecho, la fracción de mayor oposición,
el PRI, queda en manos de otro aliado, de un “gato” del gobernador traidor de
los priistas. En MORENA un diputado muestra cierta resistencia a integrarse a
su fracción MORENISTA por el zafarrancho que inició el ex candidato de este
partido a la alcaldía capitalina, Pavel Jarero, quedando asi un poco más
reducida. Y los demás no pintan para nada. En esas condiciones, el gobernador
Echevarría sacará acuerdos de manera aterciopelada, razón por la cual no tendrá
pretextos como para no hacer un buen gobierno.
En
el poder judicial, como sabemos, el gobernador del sombrero, manipuló a la
anterior legislatura con sus “gatos” que funcionaban como diputados para llenar
de magistrados amigochos al poder judicial. Magistrados que nos cuestan mucho a
los Nayaritas y que no se justifican, pero, al ser amigochos del gobernador con
amor proclive a los equinos, los metió al poder judicial para tener control
transexenal en ese poder. ¿El gobernador Echevarría echará a la calle a esos
integrantes del “club de toby” que regentea el del sombrero que tiene gusto por
los equinos? Se comprometió a eso y tiene a un congreso listo para tomar las
decisiones en ese sentido y empezar a cumplirle a los ciudadanos.
El
del sombrero jugó a poner un gobernador que le proteja las espaldas y ganó. Por
eso traicionó a Cota y se movió hacia el hoy gobernador electo. Ganó. Luego se
movió para ganar la coordinación de la fracción parlamentaria del PRI en el
nuevo congreso y ganó. También quería imponer al nuevo fiscal para controlar ahí
esa instancia y que no lo persigan por el desmadre de estado que deja y por
haber saqueado al erario público. Aquí no ganó porque lo pararon en seco, pero tenía
esa intención perversa. Y en el poder judicial tiene a sus magistrados, ahí también
gana. Dudo mucho que el gobernador Echevarría se los quite. Ojalá y lo haga,
pero lo dudo.
O
sea, pues, a pesar de que deja un estado hecho pedazos y a pesar de que el
gobierno federal lo tiene en la mira por corrupto, el del sombrero sigue dando
lata en el medio político y seguirá tal como se ve, pues sigue moviéndose para
tener control político donde se pueda. El problema es que todo puede cambiar en
cuanto deje la silla. Los integrantes de su pandilla que deja en puestos públicos
se le pueden volver unos engendros para recargarse con el nuevo gobernador.
Muera el rey viva el rey.
Y
aquí es donde mi amigo Pedro Antonio Enríquez Soto, que no es del corral del
gobernador electo, pero tampoco es del corral del sombrero, puede jugar un papel
determinante e importante para Nayarit. En realidad, puede Pedro Antonio Enríquez
fortalecerse como un auténtico poder independiente del ejecutivo y del
legislativo y puede en realidad servir de contrapeso a los excesos que puedan
realizar los aliancistas que no cantan mal las rancheras en eso de la soberbia
y la corrupción.
Pedro
es un hombre inteligente y preparado. Tiene tablas políticas y es conocedor de
las leyes. Si mantiene una relación de verdadera autonomia del poder judicial
puede incluso convertirse en un excelente candidato a la gubernatura dentro de
los cuatro años, una vez que termine Echevarría y pueda competir contra los que
ya son candidatos naturales en este momento como lo son Castellón Fonseca y
Polo Domínguez, más los que se acumulen una vez que pasen las elecciones
federales del año que entra y sean senadores o diputados federales.
En
lo personal no creo que Pedro Antonio sea un hombre muy dejado o que sea
comprable por el nuevo gobernador. No es un personaje que se compre con
permisos de taxis o un buen fajo de billetes. Es un hombre probo que, en el
contexto del control político que hoy ejercen los aliancistas, bien puede hacer
el papel importante de funcionar como contrapeso a los excesos y a la clásica soberbia
que tienen los funcionarios que pierden piso una vez que se suben a un ladrillo
gubernamental. Si ahorita ya andan algunos como gallinas culecas creyendo que conquistaron
júpiter ¡imagínense si no hay ningún contrapeso que los llame a la cordura y al
equilibrio político! Por eso la importancia de que Pedro Enríquez ejerza una
verdadera división de poderes y no suceda como hasta ahora: el poder se
centraliza en el gobernador y los otros dos poderes solo funcionan como “gatos”
del ejecutivo en turno.
PD. ¿Cuál fue la negociación que
se hizo para dejar al buen Polito Domínguez como líder del congreso? ¿Cuál fue el
“Acuerdo EN LO OSCURITO? Ya sé, me van a decir que no hubo acuerdos en lo
oscurito y que todo es igual de transparente que las aguas del rio mololoa.
¡Disfruten su fin de semana!