16 agosto 2017

¿PARA QUÉ CANDIDATO A LA PRESIDENCIA TRABAJARA EL GOBERNADOR ECHEVARRÍA?


La pregunta no es ociosa. El gobernador Echevarría debe jugar políticamente de tal manera que no vaya a perder. Lo ideal es que quede bien con el nuevo presidente de la república y con un buen puño de diputados y senadores amigos. Y esto viene a colación porque seguramente nadie en sus cinco sentidos apostaría que no intervendrá en el proceso. Lo hará de la misma manera en que el gobierno federal meterá las manos para inclinar la balanza a favor del candidato de Peña Nieto.
            Obviamente, lo normal sería que el gobernador use el poder que tiene para apoyar al candidato que resulte de la alianza panista perredista. El salió triunfante por una alianza de esa naturaleza. Seguramente será Margarita Zavala, ya que se vio el día de ayer a mi judas preferido Acosta Naranjo, teniendo diálogos allá en México con ella, que es la esposa de quien en su momento le financió su campaña a gobernador. Si, fue el ahora ex presidente Calderón quien le dio todo el caudal de recursos a mi Judas preferido para hacerlo gobernador, pero no pudo. Entonces, no es descabellado pensar que apoyará a la alianza panista perredista pues con ellos gobernará en lo local ya que son su apoyo en el congreso que hoy se instala.
            Sin embargo, en lo personal me parece que el gobernador Echevarría no traga fuego. Sabe perfectamente que jugar en sentido contrario a Peña Nieto implica para él no tener recursos federales en lo que le resta de mandato a Peña. Sería colmo un suicidio político para el gobernador Echevarría ir en sentido contrario al presidente. Y sería mucho más contraproducente en un contexto de que Sandoval deja un estado hecho pedazos y, por otro lado, en un contexto en que la ciudadanía Nayarita exige resultados. En esas condiciones, tendríamos año y medio de graves problemas si al gobernador Echevarría se le ocurre jugar en contra del presidente.
            Está entre la espada y la pared. Por un lado, llega con aliados que no le representan recursos para hacer un buen gobierno estatal, pero por otro, tiene la necesidad de apoyar a quien tiene los recursos y que no son sus aliados. Correría con suerte si se diera el caso de que el presidente Peña Nieto, dado el avance y fortaleza de Andrés Manuel López Obrador, tenga que dar un golpe de timón y virar el barco hacia la alianza panista perredista, apoyando a esta y no al candidato del PRI dada su inminente derrota. No es tampoco descabellado que eso suceda, que el presidente de última hora apoye al candidato/a de la alianza panista perredista y todo con tal de que López Obrador no llegue a los Pinos. No es descabellado, al fin y al cabo, representan lo mismo.
            El PAN representa la instauración del mismo modelo económico que ha impulsado el PRI desde 1983 con todo y los doce años de panismo ineficaz. Y el PRD Chucho-Galileo que hoy queda, se están jugando su sobrevivencia para seguir siendo los conserjes y los que hacen el trabajo sucio de quienes nos han hundido en el atraso, la violencia, la corrupción, la impunidad, la injusticia y las desigualdades sociales. Por eso no es descabellado que Peña Nieto de una voltereta violenta y de última hora, viendo el descarrilamiento del tren priista, que vire en el sentido de apoyar a esa alianza panista perredista. Sería una señal de la buena suerte para el gobernador Echevarría.
            Pero, itero, el gobernador Echevarría no traga lumbre. Seguramente sus asesores de cabecera ya le han haber susurrado a la oreja que Andrés Manuel tiene muchas, pero muchas posibilidades de ser el presidente de los mexicanos. Sabe perfectamente que los mexicanos ya están hasta la madre de priismo y de panismo ineficiente porque ya han demostrado que no pueden con el paquete. El priismo y el panismo nos han llevado al desastre nacional. Ya hasta los empresarios se dieron cuenta que el modelo económico y las políticas públicas neoliberales han hundido al país y a ellos los han venido despedazando, excepto a aquellos empresarios vinculados al poder pero todo el entramado empresarial de pequeñas y medianas empresas que representan cerca del 98% del tejido empresarial y donde se da la mayor cantidad de empleo, han estado sometidos a políticas publicas depredadoras de ese sector tan importante que representa la inversión y la generación de empleos. Y los que somos los de abajo ya ni se diga, estamos hasta la madre de priismo y de panismo con todo y sus conserjes perredistas.
            Entonces, si el gobernador Echevarría sabe eso, o por lo menos lo intuye, seguramente que tomará sus providencias para no quedar mal con Andrés Manuel López Obrador como próximo presidente de México. Echevarría debe jugar un juego de “ganar ganar” y no “poner todos los huevos en una sola canasta”. Debe jugar un juego donde gane por cualquier alternativa. Y eso nos conviene a todos los Nayaritas.
PD. Desde luego, la posición política pública del gobernador Echevarría será la siguiente: “Seré muy respetuoso del proceso electoral, castigaré a todo aquel funcionario que meta las manos en el proceso, bla bla bla bla bla….”. A un mes de que sea gobernador constitucional, ya debe ir pensando en esto.

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