12 junio 2017

RECUENTO DE VOTOS ¿PARA QUÉ?


Recién se acaba de aprobar el recuento total de votos, casilla por casilla, en la elección de gobernador y de diputados. La pregunta es ¿para qué? Hasta parece ocioso hacer un recuento de votos con tanta diferencia entre el triunfador que es el junior Echevarría y el más cercano contendiente que es Manuel Cota. Sin embargo, los comentarios a la decisión de la autoridad electoral en el sentido de hacer el recuento no están por demás.
            Lo primero que se primero que puede uno comentar: ¿Procede el recuento desde el punto de vista legal? Si claro que procede cuando es solicitado por los actores correspondientes como es el caso. El tema que aparentemente puede crecer es que, si se comprueba que hubo irregularidades fuertes en el 20% de las casillas, se puede llegar a una anulación de la elección.
            ¿Será ese el objetivo? Si los problemas poselectorales se van a los tribunales, si se judicializa la elección entonces todo será resultado de una negociación nacional. ¿puede suceder este tipo de opciones? Para el caso de Nayarit es difícil, toda vez que el triunfo aliancista fue contundente. Pero en el caso de Coahuila y el estado de México tal parece que se pueden alterar las cosas. Por supuesto, Peña Nieto no está dispuesto a dejar el estado de México para MORENA, defenderá con todo lo que tenga el triunfo ahí y, para ello, va a tener que destruir la alianza de facto que hizo el PAN con MORENA para hacer el recuento tanto en el Estado de México como en Coahuila.
            Si Peña Nieto cede Coahuila al PAN, seguramente que los azules dejarán de ser aliados de MORENA en esa lucha. Así el PAN se queda con Nayarit y el estado norteño. Pero si Peña Nieto quiere quedarse con los dos estados y dejar Nayarit como un daño colateral para el PRI, entonces los azules seguirán siendo comparsas de MORENA en la lucha de voto por voto y casilla por casilla. En ese tipo de situaciones, cuando el futuro de la elección depende de los tribunales electorales, todo puede suceder porque es resultado de negociaciones. Los votos quedan de lado, a menos que las diferencias sean tan grandes como en el caso Nayarit.
            Una decisión de anular la elección pondría patas para arriba al estado de Nayarit. A decir verdad, aunque el triunfo del candidato aliancista a la gubernatura fue arrollador, fue un tsunami electoral, lo cierto es que la mayoría de los que votaron no apoyaron al candidato triunfador. El 62% de los que votaron no lo hicieron por el junior Echevarría, lo hicieron por otras opciones políticas, lo cual, benefició al candidato aliancista quien fue el que capitalizó el hartazgo ciudadano contra el PRI. Si los 178 mil electores que votaron por Toño Echevarría se comparan contra los 814 mil del listado nominal nos daremos cuenta que la legitimidad social que tiene el junior Echevarría es del 22% de los electores. Prácticamente el Junior Echevarría nos gobernará con uno de cada cinco electores, peor que con Ney que nos gobernó con uno de cada cuatro.
Este indicador de falta de legitimidad social se vuelve más fuerte cuando incorporamos a la población que está excluida de la lista nominal por el hecho de no ser mayores de edad, es decir, el indicador se iría hacia abajo pues los electores que apoyaron al junior serian cada vez menores comparándolos con el total de la población. Si la población fuera un millón de habitantes entonces el grado de legitimidad social baja hasta 17.8% Este tipo de situaciones deben servir para que en adelante se tomen en consideración a la hora de hacer una reforma política porque los Nayaritas ya no podemos seguir siendo gobernados por las minorías. Se debería considerar en esa reforma la posibilidad de una segunda vuelta electoral.
Pero como las cosas políticas en Nayarit no están tan reguladas como uno quisiera o deseara, lo real es que el triunfo del Junior Echevarría es arrollador y un recuento total de votos de nada serviría como para rebasar esa diferencia escandalosa con la que triunfó. Pero para lo que si serviría ese proceso es para intentar alguna negociación nacional que pueda de alguna manera reconfigurar el resultado político de la elección. Pero eso cae fuera del ámbito de los votos y es resultado de cómo se muevan las fuerzas políticas nacionales.
PD. Es increíble el grado de cinismo del gobernador Sandoval quien a todas luces se siente protegido por el Junior Echevarría con quien declaró se encuentra en permanente coordinación. Lo dicho en una entrevista con Ciro Gómez Leyva, nos da la idea para pensar que en el junior Echevarría lo protegerá contra viento y marea, casi al igual que a Juan López Salazar. Si no mete al bote a ni uno ni a otro, entonces quienes votaron por él van a sufrir esa dolorosa decepción. Cuando Ciro le pregunta: si su gobierno está bien como usted dice, ¿entonces por qué perdió? Y se limpió con los priistas a quienes les echo la culpa de la derrota, y él queda como blanca paloma.



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