Las declaraciones del gobernador
Sandoval aún me sorprenden. Está como los buenos boxeadores, cuando ya están
casi en la lona, siguen echando golpes. Así está Roberto Sandoval en el ocaso
de su pésima administración gubernamental. Primero quiso imponer el nuevo
fiscal. No sea por el atorón que le impusieron y se sale con la suya. Y Ahora,
con la mira del gobierno federal puesta sobre su cabeza, impuso al nuevo
gobernador contra viento y marea, traicionando a su propio partido y en contra
de las propias intenciones de Peña Nieto. Lo peor es que ni siquiera disimula, porque
el proceso electoral aún no termina porque están en la etapa de las impugnaciones
y él, ya da por terminado el proceso. Debería guardar un inteligente silencio
hasta que la autoridad electoral defina las cosas. Ya casi a punto de fenecer,
habla de su gobierno como aquél que no tiene mancha alguna. Lo más reciente es
que para él no hay corrupción y todo es transparente. El cinismo gubernamental
en toda su expresión.
¿Vivirá
en una burbuja aislada de la realidad al grado de no darse cuenta que su cabeza
pende de un hilo y que está a punto de ser otro más de los gobernadores
crucificados por el sistema a pesar de que haya realizado acciones para
esconder todo lo saqueado? ¿O de plano creerá todo lo que dice muy a pesar de
que las voces ciudadanas por donde sea lo cuestionan? Si está convencido de lo
que dice entonces tenemos un grado de cinismo gubernamental exacerbado.
¿Acaso
no se dará cuenta que los universitarios presumimos que él está muy involucrado
en el saqueo de la Universidad? ¿No se dará cuenta que muchos universitarios
presumimos que él es uno, junto con las mafias universitarias, de los
principales responsables de la crisis financiera universitaria? ¿No se dará
cuenta que el escandaloso caso de Edgar Veytia es una muestra de carne y hueso
de la corrupción en su gobierno? ¿No se dará cuenta del júbilo ciudadano que
existe en Nayarit ahora que derrotaron al PRI y que gracias a eso hay la
esperanza de que muchas familias recuperen sus bienes que les fueron robados a
partir de la extorsión e incluso del asesinato? ¿Y los fondos de pensiones
saqueados? ¿Y qué decir de todos los integrantes de su pandilla política que
ahora son los nuevos ricos de Nayarit producto del escandaloso “moche” en las
obras gubernamentales? Bueno, lo más reciente ¿No se dará cuenta del montón de
levantados y asesinados que se están dando en los últimos días? El gobernador
Sandoval debería tenernos más respeto a los Nayaritas cuando declara tamañas sandeces,
así como pretendiendo vernos la cara de pendejos.
Al
gobernador le debe quedar bien claro que el hecho de que haya pactado con los
Echevarría para tener impunidad durante los cuatro años de gobierno, no es
ninguna garantía para que los ciudadanos no estemos exigiéndole al nuevo
gobernador, de manera permanente y sin tregua, que debe encarcelar a los
corruptos y recuperar el patrimonio de los Nayaritas para que sea invertido en
obras de beneficio social. La exigencia ciudadana no dará cuartel al Junior
Echevarría en ese sentido. Se votó por él para que sancione corruptos, entre
ellos está el gobernador Sandoval. Si no cumple la “dinastía Echevarría cava su
propia tumba.
Seguramente,
el gobernador Sandoval realiza esas declaraciones para que nosotros pensemos
que el nuevo gobernador no debe actuar contra nadie pues la corrupción es
inexistente y, si ello es así, entonces no hay delito que perseguir, el nuevo
gobernante sólo hará un gobierno light pues no hay motivo para castigar
corruptos. Toda su pandilla queda exonerada con sus declaraciones. Esperemos
que el nuevo gobernador no los exonere y los someta a la justicia, la sociedad
está ávida de justicia.
Parte
de su actuar corrupto será sancionado desde el PRI y desde el gobierno federal.
Hasta donde sabemos, también le cobrarán las facturas políticas. NO pasarán
muchos meses cuando veamos en capilla la cabeza del gobernador muy a pesar de
que, como todo mundo rumora, ya escondió gran parte de sus bienes y sólo vive
modestamente, como cualquier hijo de vecino, con tal de que no se le pueda
comprobar nada ni se le pueda acusar de enriquecimiento inexplicable. No se le
debe olvidar al gobernador aquella frase que dice “se le acusa de corrupto y
ladrón, no de tontejo”, lo cual significa que, aunque haga esfuerzos titánicos por
esconder los acumulado en estos años de gobierno mediante la corrupción, no es difícil
encontrar a sus prestanombres ni saber hacia donde dirigió o “donó” propiedades
y bienes.
PD. Memo Rodríguez Corrales le
contesta al gobernador en torno a las impugnaciones de la pasada elección: “Jajaja; si el punto de vista del común ordinario,
lo ven innecesario, porque para el ignorante o soberbio cruzar la línea de lo
ilegal, es lo de menos, el fin justifica los medios dicen; en la impugnación se discute la forma, como
las autoridades electorales violentaron el proceso, es una cuestión de
legalidad no se discute el resultado de la elección, es hacer valer el
estado de derecho, las reglas que la ley establece y no permitir la impunidad,
algo por cierto, muy visto en la actual administración donde la impunidad,
violar la ley, y sobajar al que se les pone por enfrente es algo
"normal" y no pasa nada. Será por eso que las violaciones a las
normativas, a la reglamentación, a la ley y a nuestro máximo ordenamiento
constitucional que regula el proceso electoral, para quien la ignora o para el
arbitrario es pecara minuta”.