La situación en la UAN comienza
a poner nerviosos a muchos universitarios. En algunas preparatorias los
problemas son en principio por situaciones en la designación de autoridades
escolares, pero en términos generales, el nerviosismo proviene de los problemas
de la falta de recursos. Obviamente, el problema fundamental es la corrupción y
mientras esta se mantenga no habrá presupuesto que alcance.
Pero
lo cierto es que la burbuja del nerviosismo comienza a aparecer entre muchos
universitarios que esperan los aguinaldos para hacer frente a diversos
compromisos y, ante la posibilidad de que no se pague, entonces el nerviosismo
hace presa de muchos. Esto se refleja en que muchos, pero muchos trabajadores
académicos y administrativos ya están pidiendo anticipos a cuenta de
aguinaldos. Si la burbuja crece, la UAN por supuesto que estallará. Y no es
infundado el temor. De hecho el propio rector ya se los dijo a muchos académicos.
Por
lo pronto sabemos de buena fuente que el rector sigue haciendo esfuerzos
titánicos por conseguir recursos para hacer frente a los pagos. Sabemos que
toda esta semana estará fuera del estado tocando puertas y haciendo gestión
para tratar de conseguir recursos financieros que le permitan hacer frente a
los compromisos de los siguientes meses y del fin de año. Esa es la parte que
le toca hacer y la debe hacer bien, de lo contrario las movilizaciones se darán
inevitablemente en diciembre en las que seguramente la bandera principal será
la de exigir su renuncia por incapacidad para resolver el problema.
La
verdad yo dudo mucho que logre conseguir el dinero. Si no tiene los conectes
adecuados para conseguir los recursos de nada servirá que vaya a estirar la
mano a los funcionarios federales o a los políticos que andan de diputados o
senadores. Y es que dudo mucho que lo logre porque si el gobernador no ha
podido obtener recursos para hacer frente a sus propios problemas, menos lo podrá
hacer el rector que adolece de la falta de contactos políticos adecuados para
sacar recursos. Espero equivocarme, deseo vehementemente equivocarme para que
todos tengamos nuestros aguinaldos en tiempo y forma, pero trato de ser
realista. Sé cómo son las cosas en esos niveles y creo que el horno no está
para bollos. El panorama está difícil.
El
gobierno del estado y los ayuntamientos están en el mismo problema y no han
podido sacar del bache sus respectivos gobiernos, y eso que cuentan con el
apoyo de sus partidos y sus propios representantes en las cámaras, ¿ustedes
creen que el rector Nacho Peña, que no tiene esos espaldarazos políticos va a
poder obtener recursos? Difícil, muy difícil, más no imposible.
Obviamente,
a Nacho Peña le ha tocado bailar con la más fea producto de la situación en
bancarrota en que la dejó Juan López Salazar en aras de mantener los
privilegios de las mafias universitarias, al grado tal que a Nacho casi lo han
puesto en el papel de pedir limosna. Un papel denigrante para un rector, pero
me parece que no le queda otro camino pues sus aliados de viaje político no han
tenido la capacidad como para ayudarlo a salir del bache financiero.
Nacho
está completamente enfilado hacia un callejón sin salida. Por un lado tiene la
necesidad de conseguir recursos por donde sea, pero sabe perfectamente que el
cajón de Hacienda está completamente cerrado, pero por otro lado, no se anima a
fincar responsabilidades ni se anima a quitar privilegios de las mafias
universitarias. Está en un callejón sin salida. En ese contexto, van a tener
que buscar aliados en otros actores que no sean ellos mismos o sus cómplices
del gobierno, lo cual derivará en que van a tener que compartir el poder al interior
de la UAN. Si se niegan a ello, la única salida es que la UAN se hunda junto
con todos, perdiendo ellos asi sus negocios y un espacio importante que les ha
venido sirviendo no solo para hacer negocios en el terreno económico, sino para
escalar espacios de poder público. Si son racionales no creo que asuman esa
postura de suicidio con tal de no ceder espacios de poder internos.
Toda
esta semana que el rector estará fuera del estado haciendo gestión, será
decisiva para tomar un camino u otro. Si consigue recursos tendrá una válvula
de escape que aminorará la presión que tiene para fin de año, sin embargo los
problemas persistirán inmediatamente en el siguiente año si no hace
transformaciones estructurales en la UAN. Si persiste en mantener privilegios y
sigue esa ruta durante su mandato, seguramente será perseguido como lo será
Juan López Salazar en un poco de tiempo más.
En
fin, mientras las cosas llegan a su debido tiempo, la burbuja del nerviosismo
comienza a aparecer en la comunidad universitaria. A los problemas financieros
se le sumarán los problemas de naturaleza política que seguramente se vendrán a
la hora de estar conformando el consejo general universitario, que se integrará
sin un reglamento general de elecciones, cosa que ya debió de haber impulsado
Nacho, antes de constituir el nuevo consejo general.
PD. Una buena demostración de
querer hacer bien las cosas de parte del rector es hacer las gestiones
necesarias para quitarles las compensaciones a todos los ex funcionarios que
cobran en la UAN sólo por el solo hecho de haber sido funcionarios en un tiempo.
Sé que el impacto financiero de esa medida es insignificante, pero lo
importante es que sería una muestra de voluntad política de hacer las cosas
bien. Obviamente, sabemos que el impacto más fuerte está en todos los
privilegios actuales, pero esos son más difíciles de quitar porque son parte
del sostén político del propio rector.