El día 13 del presente mes y
año, el Sindicato de Trabajadores de la UAN, STUAN, del que soy su secretario
general, solicitamos oficialmente al rector Ignacio Peña, nos agendara una reunión
de trabajo para resolver los añejos problemas laborales que tenemos derivados
de la discriminación irracional y absoluta de que fuimos objeto de parte del
anterior rector Juan López Salazar. Nos respondió el secretario general de la
UAN, Adrián Navarrete, mediante oficio, que había recibido la indicación de
parte del rector de atender la solicitud. Y nos recibió el día 22 del presente
mes.
En
primer lugar, no puedo dejar de reconocer que con esa acción, el rector actual
ya se empieza a diferenciar de su antecesor. Por lo menos contestan y hacen reuniones
de manera rápida. Buena señal. El anterior rector prácticamente para nosotros era
un fantasma, porque había que estarlo presionando para que accediera a reunirse
y tratar los asuntos. Llegamos al grado de tener el amparo de un juez federal
para obligarlo a que por lo menos contestara lo que le solicitábamos. En otras
ocasiones, ante el desprecio hacia nuestra organización, tuvimos que invadirle
su oficina. Ojalá y ahora no nos obliguen a hacer lo mismo. Pero el resultado
era el mismo. Llegábamos a acuerdos y nunca cumplía. Mentira tras mentira y traición
tras traición. La consecuencia lógica es que ahora, los mismos planteamientos
de hace cuatro años, se los hicimos llegar al secretario general mas las
demandas que tenemos interpuestas ante las autoridades laborales del estado por
las permanentes y burdas violaciones al contrato colectivo de trabajo.
Y
bueno, el secretario general mostró mucho oficio político. Planteó la postura
institucional reconociendo los problemas financieros por los que se atraviesa y
al mismo tiempo señalando que es necesario resolver las cosas en el marco del
respeto al estado de derecho. De la misma manera reconoció que ordenar la UAN
no es tarea fácil ni sencilla y que bien se va a llevar un buen tiempo. De
nuestra parte hicimos clara nuestra postura: No queremos una relación de
confrontación con la rectoría, no le apostamos al conflicto con la nueva
administración, nuestra disposición será siempre al acuerdo y al dialogo,
colaboraremos con la rectoría para resolver los problemas universitarios pero
siempre ajustados al respeto a los derechos laborales, que no se confundan,
tenemos disposición y voluntad política de colaborar con la administración pero
sin sacrificar los derechos de los trabajadores.
Respecto
del añejo pliego de peticiones señaló que revisarían los casos planteados y que
nos darían respuesta pronta. Sólo espero que de las reuniones haya resultados,
espero que la nueva administración rectoral no se haga como lo hacen
regularmente los políticos chafas e ineficientes en el sentido de darle “mamalonche”
a la gente trayéndola vuelta y vuelta sin resolver nada. De eso, tal como se lo
dijimos al secretario general, ya estamos hartos, por eso, los integrantes del
STUAN hemos decidido esperar el tiempo prudente para que haya resultados, no
queremos puños de saliva para resolver las cosas, queremos resultados. Si no
hay resultados desde luego que tenemos todo el derecho de tomar las decisiones
que queramos asumiendo las consecuencias y responsabilidades de nuestros actos,
porque de lo que estamos plenamente seguros es de que ya no estamos dispuestos
a que nos traigan como nos trajo Juan López Salazar durante muchos años.
No
sabemos si tenia instrucciones o si es la inercia la que domina al jefe de
personal de la UAN Ignacio Maldonado, pero, resulta que, mientras nosotros
dialogamos con el secretario general para tener una relación de respeto, el
citado funcionario hacia lo contrario: le estaba llamando a nuestros jubilados
para ofrecerles la firma de un convenio donde les ofrecían (valga la
redundancia) que aceptaran de finiquito una suma de dinero que indigna y al
mismo tiempo era un convenio donde no firmaba como secretario general yo, sino
Carlos Muñoz, o sea pues, mientras en la reunión hablábamos de establecer una
relación de respeto entre la UAN y el STUAN, el funcionario en comento agredía
a nuestra organización mediante ofrecimientos indecentes que agravian el
derecho de la gente afiliada a nuestro sindicato y que es gente que le ha dado
la vida a la institución.
Espero
que mediante el dialogo permanente vayamos sacando adelante las cosas y
resolviendo conjuntamente las diferencias o raspones que puedan suceder. Con
voluntad política todo se puede. Y con nosotros es fácil porque nosotros los
del STUAN no estamos pidiendo privilegios de ninguna naturaleza ni pedimos
espacios de poder y control universitario, solo pedimos que si a los demás sindicatos
se les apoya con subsidio, con oficinas, con personal y toda la serie de
derechos que tienen en los contratos, de la misma manera se haga con nosotros,
y además, de la misma manera, todos los derechos establecidos en los contratos
son derechos para todos, no importa en que sindicato estén afiliados los
trabajadores, eso es un respeto mínimo a las libertades constitucionales y, si
la nueva administración plantea que hay que poner orden y respetar el estado de
derecho, entonces espero que no nos vayan a salir con la cantaleta que escuchamos
durante la administración pasada en el sentido de que si eres del STUAN no
tienen derecho.
PD. Excelente encuentro con el
secretario general de la UAN, funcionario universitario con mucho oficio político,
ahora queremos resultados.
