Juan
López Salazar no dio su sexto y ultimo informe de labores para informarle a los
universitarios y a la sociedad cómo dejaba a la UAN. Se presume que también
hizo un proceso de entrega recepción que hoy se debe encontrar en su etapa de
verificación, la cual se lleva a cabo por la contraloría interna de la
Universidad. Pero, de lo que si estamos seguros es de que ya debe existir una
acta pormenorizada con todo y anexos que deben detallar cómo deja la UAN Juan
López Salazar. ¿Cuáles son las razones por las que el nuevo rector no ha dicho
nada a ese respecto?
Tan sólo por no haber rendido su informe, por no respetar la ley orgánica ni el
estatuto de gobierno, por no haber rendido cuentas a los universitarios y a la
sociedad, Juan López Salazar se hace acreedor a sanciones. Y el primero que
debería impulsar eso es precisamente el nuevo rector quien está obligado a ser,
como él mismo lo dijo, transparente hasta los huesos. El acta que firmó Juan
López y el nuevo rector debería estar en la página web de la misma universidad,
pero no está, no han transparentado la entrega y con ello el rector actual
también tiene responsabilidad. De hecho el articulo 14 arábigo dos de las bases
generales para la entrega recepción dice: “Enseguida se procederá a levantar y
firmar el acta circunstanciada, con los anexos a que se refiere este
ordenamiento. Se distribuirán copias para cada una de las personas
intervinientes y para la biblioteca magna. El acta de insertará en la página
web de la Universidad”. Y si mis escasos lectores en número de cuatro checan la
pagina oficial de la UAN se darán cuenta que no existe ninguna acta de entrega
recepción, ni mucho menos los anexos donde habrá datos e información mas
oficial como el tema del dinero universitario.
Seguiremos siendo prudentes para darle un poco más de tiempo al nuevo rector,
pero eso no significa que Nacho Peña guarde silencio ante la presunción que ya
tiene mucho tiempo de que hay desvío de recursos universitarios. Tan sólo la
crisis de pagos de diciembre de 2014 y la inexistencia del fondo de pensiones
ya hace muy creíble esa presunción en el sentido de que ahí existen
delitos que perseguir y, si Nacho Peña no se quiere ver involucrado en
ese tipo de problemas debería transparentar las cosas desde el principio.
De hecho, la ley federal de transparencia obliga a las instituciones de
educación superior a transparentar la información. Desde pagos de salarios y
becas, plazas, declaraciones patrimoniales, toda la información financiera, las
concesiones y contratos, convenios, inventarios, listado de jubilados y
pensionados y las pensiones que reciben en, fin, la ley obliga a la Universidad
Autónoma de Nayarit a tener esa información dispuesta al público. Pero no la
tienen ¿A qué sanciones se hacen acreedores si no transparentan el ejercicio de
gobierno universitario? Como lo sostengo, seremos prudentes con el nuevo
rector, le daremos un tiempo prudente para que ordene el “desmadre” que
seguramente le dejó Juan López Salazar pero de una vez desde aquí les digo a
mis escasos lectores en número de cuatro que procederemos ante quien
corresponda, fuera de las paredes universitarias para hacer valer el derecho
humano para el acceso a la información.
Y es que no podemos dejar que quien es el principal responsable del desastre
financiero de la UAN se vaya tan tranquilo sin que rinda cuentas claras a los
universitarios y a la sociedad. No podemos dejar que Juan López Salazar,
después de haber impuesto al nuevo rector contra viento y marea, sin la legitimidad
universitaria que debe tener un rector, después de haber cometido su fechoría,
se vaya tan tranquilo como si nada pasara porque seguramente tiene la certeza
de que Nacho Peña no va a proceder en su contra. Pero si eso es así, habremos
universitarios que no dejaremos que las cosas se queden así, seguramente
habremos universitarios que no vamos a aceptar que después de haber dejado
temblando a la Universidad se vaya tan tranquilo. Si Nacho se convierte en
cómplice de él será su responsabilidad.
El país se está desmoronando no solamente por los diversos hechos que ponen al
país de cabeza. El predominio del crimen organizado, la estrepitosa caída de
las finanzas públicas con todas las consecuencias que ello trae en los terrenos
de la educación, la salud, la impartición de justicia etc., la falta de
transparencia, la pudrición de la mayoría de las instituciones dominadas por el
cáncer de la corrupción y ahora hasta las muertes derivadas de los problemas
generados a partir de la reforma educativa, son parte de ese proceso al que los
universitarios no vamos a contribuir, y por esas razones vamos a estar poniendo
el dedo en la llaga para que se transparenten los ejercicios de gobierno
universitario y si hay delitos que perseguir que se finquen las responsabilidades
correspondientes.
Tan sólo el quebrando financiero del fondo de pensiones ya amerita denuncia
penal. Por eso hemos estado insistiendo en la transparencia pero Juan López
Salazar se negó a transparentar durante todo su periodo. A ver si ahora el
nuevo rector que dijo que sería transparente hasta los huesos, hace lo
correcto, de lo contrario, también tendrá que enfrentar sus responsabilidades
al convertirse en cómplice si no actúa.
PD. Y no es nada personal, pero ya basta de tanta corrupción.
