Por las redes sociales
circula una invitación a un desayuno para el día 28 de enero. En dicho evento,
se trata de imitar la gesta histórica que algunos ciudadanos desarrollamos en
aquel entonces de 1999 llevando a Toño Echevarría como candidato de una alianza
opositora. Logramos el cometido, aunque nos decían que estábamos locos. Ese fue
el primer gobierno que no salió emanado de las filas del PRI. Ya quedó
registrado en la historia política de Nayarit. Fui parte de ese gobierno, de lo
cual me siento orgulloso porque fuimos muchos ciudadanos los que creímos en
Toño Echevarría y nos volcamos hacia la construcción de un proyecto donde la
ampliación del régimen de libertades y el incremento del bienestar social eran
los ejes conductores.
Llegamos al poder en Nayarit gracias a infinidad de
factores, entre los que destacan la sencillez y humildad que en ese entonces
tenía Toño Echevarría, su dinero, la alianza de los partidos, y sobre todo, el
hartazgo de la gente que ya quería cambiar, junto a otros como el equipo de
campaña, el discurso de Toño, y sobre todo la simpatía y confianza que generó
en el electorado. Se llegó asi al poder y Toño se convirtió en ese momento en
un gobernador con un amplio nivel de legitimidad social.
Pero tuvo arranque de caballo fino y parada de burro. El
júbilo popular duró un año. Al siguiente año empezó la decepción. Toño comenzó
a cometer error tras error, de los que culpaba a todo mundo. Nunca reconocía
sus garrafales errores. El mas grave fue el no aceptar que se requería la
alianza para fortalecer el gobierno en el 2002. En ese entonces tuve que bailar
con la mas fea porque este escribano de la trinchera fue demasiado insistente
en decirle que eso se requería, pero jamás aceptó y, en consecuencia, fui
objeto de un “regaño” gubernamental. Llegó la estrepitosa derrota en la que el
PRI se alzó con un contundente triunfo. Le anticipamos la derrota de Polo quien
competía en ese entonces por primera vez por Tepic. El resultado fue otra
regañada gubernamental. Luego le dijimos que había que sanear la Universidad
pero, en lugar de sanear, apoyó a Castellón Fonseca, entonces rector de la UAN,
quien se había distinguido por usar recursos de la Universidad para apoyar a
Lucas Vallarta. Otro error que también nos costó otra regañada. Al final, fui
corrido a mitad del gobierno que habíamos logrado pero que Toño se lo apropio
como si fuera de él. La historia me ha dado la razón y ahora públicamente puedo
decir los errores garrafales de Toño en su forma de gobernar, como el de haber
corrido grotescamente, muy al estilo rupestre de Toño, al ahora Judas de
Nayarit, Acosta Naranjo.
Obviamente hay mas, mucho más que señalar pero con eso
puedo atestiguar que Toño no hizo buen gobierno, no supo gobernar. Pero, con
todo y eso, ha sido uno de los mejores gobiernos que hemos tenido. Y ahora, tal
parece que con el evento que tratan de hacer, pretenden reeditar el gobierno
Echevarrísta que se alejó con mucho de los objetivos que se perseguían, un
gobierno que ya se volvió de botana en los ultimos años. Por eso digo y afirmo
que, si Toño no pudo o no supo gobernar, su hijo menos.
Toño ya tenia muchos años de carrera política, bastante
experiencia en la administración pública, ya estaba fogueado en las lides
políticas, un hombre ya maduro, forjado en el PRI pero tuvo la osadía de
enfrentarse al sistema. Cuando lo corrieron de la secretaria general de
gobierno, muy pocos lo fuimos a acompañar a su salida, en ese entonces Toño
apestaba políticamente, sin embargo, ahí estuvimos. Hay mucha, pero mucha
diferencia entre el Toño que quería ser gobernador, al Toño hijo que ahora
pretende serlo. Toño en aquel entonces unificó al pueblo, su hijo no. Y es que
ya se les conoce cómo gobiernan, ya se sabe de su soberbia, ya se sabe de que
no quieren equipos políticos sino “gatos” a su servicio, ya se sabe que quieren
traficar con el poder, dedicarse a hacer negocios bajo la figura de
“sacrificarse” por el pueblo.
En dicho evento del 28 de enero seguramente habrá muchos
personajes, pero seguramente habrá también quienes se vayan a pitorrear del
imberbe muchacho que no tiene un discurso claro y coherente de lo que hay que
hacer respecto de Nayarit. Si realmente quisieran hacer algo por Nayarit ya le
hubieran apoyado al gobernador para que tenga los recursos públicos necesarios
para enfrentar los diversos problemas, como lo de las pensiones del Sutsem o
por lo menos ya hubieran traído recursos para la Universidad, pero ni una cosa
ni otra, con regalar sillas de ruedas creen que hacen mucho por Nayarit.
Pero es justo reconocer que tiene todo el derecho de querer gobernarnos. Pero los que nos
dedicamos a esto de compartir opiniones con nuestros escasos lectores, tenemos
la alta responsabilidad social de ponerles las cosas en blanco y negro,
ponerles las cosas tal crudas que son para que no se digan engañados, tenemos
esa responsabilidad de desenmascarar a los falsos redentores que envuelven a
los ciudadanos con discursos huecos, con demagogia pura y con alguno que otro
regalito que les permita generarles simpatías hacia su persona. Pero son lobos
con piel de oveja y por eso, los que somos “opinadores” tenemos que ponerlos en
su justa dimensión ante el pueblo. robertogbernal@gmail.com
PD, Los destinos de
todo un pueblo, de las familias de Nayarit no son un juego, no deben ser
manejados por un juniorcito que no sabe lo que es la pobreza ni mucho menos
sabe que un gobernante es un líder social en quien los ciudadanos depositamos
nuestra confianza. Los auténticos liderazgos sociales se ganan, no se compran,
se ganan con tesón, con sacrificio, con esfuerzo, con lucha. No se puede
brincar de vivir en camas de algodón y terciopelo hacia
gobernar y dirigir los destinos un pueblo. Los mercaderes y traficantes
de influencias que se dediquen a sus negocios. El gobierno no es una empresa. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx
