Hoy veinte de noviembre
se festeja un aniversario mas de la revolución mexicana. Por ese motivo, quiero
compartir con mis escasos lectores en número de cuatro, unos comentarios acerca
de un aspecto de la revolución, para señalarles cómo desde entonces, los
políticos mentirosos son parte de la terca realidad mexicana. Me voy a referir
al Plutarco Elías Calles.
El asesinato de Álvaro
Obregón en 1928, marcó el inicio de una crisis política: aunque oficialmente el
magnicidio fue perpetrado por José de León Toral se sabe que Calles junto con
su incondicional Luis Napoleón Morones entonces líder de la CROM, habían
orquestado el asesinato de Obregón. EL objetivo era continuar con el control
absoluto del poder.
Calles se avienta entonces una jugada de tres bandas:
Nombra a Emilio Portes Gil, entrega la investigación del magnicidio a los
obregonistas y en su ultimo informe de gobierno hace un anuncio espectacular:
Que la falta de caudillos reorientaría la política del país, en donde se
pasaría de un país de un hombre a un país de instituciones y leyes. Nacía asi
el mito del sistema institucional de nuestro país y Calles escandalosamente
dijo que se retiraría a la vida privada pues su actuación era innecesaria ya
que había un partido fuerte capaz de unir a todos los revolucionarios. Era el
PNR, Partido Nacional Revolucionario, un partido de partidos regionales, abuelo
del PRI.
La famosa vida institucional y la retirada de Calles a la
vida privada fueron una vil mentira: Calles seguiría siendo el poder tras el
trono hasta que Lázaro Cárdenas, también impulsado por Calles antes de Ortiz
Rubio y Abelardo Rodríguez, lo expulsó del país. Esa historia en México se le
conoce como el maximato. La etapa de las instituciones y la democracia sólo
eran un mito: Calles, desde su supuesto retiro, controlaba la vida política y
“palomeaba” a quienes podían ocupar la presidencia de la república. México
seguía siendo de un solo hombre. Después de Portes Gil, Calles puso a Ortiz
Rubio mediante un fraude escandaloso con votos que mágicamente llegaron a las
urnas venciendo asi al ex secretario de educación José Vasconcelos. El gabinete
de Ortiz Rubio fue conformado por pura gente leal a Calles, de tal manera que
cuando el entonces títere presidente quiso liberarse del dominio Callista, este
les pidió todas las renuncias dejando asi al garete a Ortiz Rubio, quien no
tuvo mas opción que renunciar. Tras la renuncia, Calles impone a Abelardo L.
Rodríguez, quien dijo abiertamente que a él solo le preocupaba como se
ejercería el presupuesto pero la dirección política del gobierno se la dejaba a
los políticos, o sea a Calles. Abelardo se enriqueció escandalosamente y Calles
dirigía al país.
Ese gobierno llega a su fin en 1934 y entonces Calles
tiene la necesidad de nombrar al sucesor. Se fija entonces en Lázaro Cárdenas
quien, desde que se puso la banda presidencial y pronunció su primer discurso,
Calles se dio cuenta que el “muchacho” michoacano quería hacerse del Poder
absoluto. Cárdenas entonces empieza a transformar al abuelo del PRI, el PNR. De
ser un partido de partidos regionales a un partido de sectores. Crea entonces
las primeras organizaciones de masas (CTM y CNC) que subordinaban la sociedad
al poder presidencial, iniciando asi una nueva etapa de la vida política de
México: El presidencialismo, con un sistema político donde el partido tenia un
jefe (El presidente) y era conformado por los sectores (CTM,CNC, CNOP y el
ejercito). Era entonces el Partido de la Revolución Mexicana, PRM, papá del PRI.
Este último nace como tal quitando al ejercito como un sector del partido.
Obviamente que Calles no se quedó quieto ante las
intenciones de Cárdenas. Trató de contrarrestarlo pero no pudo. Cárdenas hizo
limpia de generales Callistas en el gabinete y de los radicados en las
distintas zonas militares del país. A Luis N. Morones se le acusó de querer
levantarse en armas porque al catear su casa le encontraron muchas armas y
pertrechos militares y a Calles en 1936 lo cesaron del ejercito para luego
sacarlo de su casa para llevarlo al exilio. Los corrió del país para que me
entiendan. Con ello dio inicio del presidencialismo Mexicano, en donde, en el
puño del presidente cayeron asfixiados el Congreso, la Suprema Corte y las garantías
individuales. Cualquier parecido con la realidad actual es mera semejanza y si
no, pregúntenselo a Elba Esther Gordillo o a los actuales lideres de la CNTE. O
también pueden preguntarse si la cámara de diputados no se encuentra avasallada
por el poder presidencial o si la suprema Corte de Justicia no está de igual
manera. Por algo, tanto a diputados como a ministros, les dan los sueldazos
enormes que contrastan escandalosamente con el gran mar de pobreza de los
mexicanos. ¡Viva la Revolución Mexicana! ¡Viva México! robertogbernal@gmail.com
PD. Con este tipo de
comentarios, se puede ver cómo la historia de México ha sido una historia de
asesinatos, de traiciones y deslealtades, de ambiciones voraces desatadas por
el control del poder donde los que menos importan somos los mexicanos…. Espero
que en la UAN ya no suceda eso, donde los aspirantes a la rectoría muestren
voracidad política por el control político de la Universidad, dejando en
segundo plano los auténticos intereses de la Universidad, del “pueblo”
universitario, de la comunidad universitaria, que son la docencia, la investigación
y la extensión y difusión de la cultura. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx