En su reciente toma de
protesta como rector de la UNAM, Enrique Graue hizo una afirmación contundente:
Autonomía universitaria no es sinónimo de impunidad. Sin duda alguna es una
afirmación que debería estar profundamente enraizada en todas las universidades
públicas del país, en especial en nuestra querida institución universitaria
Nayarita.
Y es que el ciudadano común, muchos de los mortales
nayaritas, tienen una errada percepción de lo que significa la autonomía
universitaria. Creen que como los universitarios somos autónomos nadie nos
puede decir nada y podemos hacer lo que queramos internamente, hasta solapar
delitos del fuero común y federales. Pero no es así. Estamos sujetos a las
leyes, no somos una isla situada fuera de lo que se ordena en el sistema
mexicano, somos una institución que también está sometida al estado de derecho.
Para empezar, las digo lo que dice la carta magna de México en su
articulo tercero fracción VII: “Las universidades y las demás
instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán
la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus
fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios
de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre
examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas; fijarán
los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y
administrarán su patrimonio. Las relaciones laborales, tanto del personal
académico como del administrativo, se normarán por el apartado A del artículo
123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que establezca
la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un trabajo
especial, de manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra e
investigación y los fines de las instituciones a que esta fracción se refiere”.
La autonomia universitaria está englobaba dentro del
marco establecido en nuestra constitución, por eso mismo, la ley orgánica de la
UAN señala que el funcionamiento de la universidad esta regulada primero por
dicha carta magna y las leyes que de ella emanen, por la local del estado y por
toda su regulación interna, y en ese marco tienen la facultad de autorregularse
para expedir sus propias leyes y reglamentos, la facultad de auto organización
académica que implica que la universidad fija
sus planes y programas de docencia, de investigación y de difusión de la
cultura asi como establecer los términos de ingreso, promoción y permanencia
de su personal académico, y la facultad de autogestión administrativa que
implica que la universidad tiene libre manejo del presupuesto asignado por el
Poder Legislativo y de los ingresos por sí misma generados, aunque debe
observar las disposiciones en materia de rendición de cuentas y de
transparencia en la información, tanto al interior como al exterior de la institución
universitaria. La esencia de la autonomia universitaria, su razón de ser, están
precisamente en la generación de su propio gobierno universitario junto con su
capacidad de autogestión y libertad académica así como con su capacidad de autorregulación.
Quizá algunos se pregunten, ¿Y para qué quieren la autonomia? La
respuesta está precisamente en la necesidad de cumplir con el derecho social a
la educación que obliga nuestra constitución y que este derecho social a la
educación esté alejado de injerencias externas, sean de tipo cualquier tipo,
ideológicos, políticos o religiosos, porque lo que se busca en las
universidades es la generación de ciencia que contribuya a resolver los
apremiantes problemas del país y de Nayarit, ciencia para transformar la realidad
en beneficio de los Nayaritas y mexicanos, estos son los compromisos sociales
que deben asumir los egresados pero también la planta docente y de
investigadores que están dedicados a la educación en una universidad pública
como la UAN. Desde luego, esto de las injerencias ideológicas externas no debe
confundirse con la esencia del quehacer universitario que es su diversidad de
pensamiento científico y de su pluralidad académica.
La designación de un rector debe entonces encauzarse a partir de seleccionar
aquel candidato que garantice el desarrollo pleno de las funciones académicas o
sustantivas de la universidad y, en el caso concreto de la UAN, el momento
histórico obliga a que el candidato deba tener mucha capacidad de gestión para
cumplir esas funciones, capacidad de gestión y posibilidad de conseguir los
recursos financieros necesarios para cumplir los fines académicos
universitarios, no para usar a la universidad de trampolín de algún para algún
partido político o gobernante.
En el proceso de designación del nuevo rector de la UAN se debe cuidar
que no sea un proceso que se de al margen de la comunidad universitaria. La
designación del nuevo rector debe darse dentro de los limites que establece la
propia constitución. Hay un límte dentro del
cual la UAN está obligada a establecer su forma de gobierno: Respetar
los principios constitucionales a que está sujeto todo órgano e institución
del Estado. Esto significa la obligación que tiene la universidad de respetar
el estado de derecho constitucional, que incluye el catálogo de los derechos
humanos y las garantías sociales insertas en la Constitución, el esquema de
forma de gobierno previsto en el texto constitucional (republicano,
representativo, democrático y federal), así como los principios de
transparencia y acceso a la información y de rendición de cuentas y el de
responsabilidades de los servidores públicos. A manera de ejemplo,
con este límite se rechazaría cualquier intento, so pretexto del
autogobierno, de establecer un esquema monárquico, en que el Rector tuviera el
poder absoluto en la toma de todas las decisiones institucionales o que la
decisión del nuevo rector se haga de manera antidemocrática, en lo oscurito.
Simplemente sería inconstitucional. Por eso cobra relevancia la afirmación del
rector de la UNAM, autonomia no es sinónimo de impunidad. robertogbernal@gmail.com
PD. La tentación de nombrar al
rector de la UAN en lo oscurito, al margen de la comunidad universitaria, es
mucha. Esta vez no se podrá. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx