Muchas criticas, opiniones,
comentarios, descalificaciones, en fin, mucha saliva se gasta en torno a la
polémica figura del alcalde del municipio de San Blas. Que payaso, que
locochón, que cínico, que corriente, otros lo ponen como “chucho el roto”, que
lo financia el PRI, en fin, mucha saliva, pero mucha saliva, pero, sea como
sea, o como dijera el ahora ex presidente Calderón, “haiga sido como haiga
sido” Layín está en el pandero político, Layín está vigente en la política
Nayarita, nos guste o no.
Independientemente de los juicios que cada quien hagamos
respecto de este polémico personaje, algunos certeros, otros llenos de hígado,
otros más muy agudos, en fin, al margen de todo eso, la verdad es que Layín
anda recorriendo el Estado en busca de posicionarse como una opción para
gobernar a Nayarit. Y nadie le puede quitar ese derecho. Lo mismo hace el
rarito hijo del ex tigre Toño quien anda como Santo Claus en Navidad tratando
de conquistar el poder para seguir haciendo negocios, lo mismo hace Cota, Raúl
Mejía, Polo Domínguez y otros más que no han sacado a flote su voracidad
política, pero todos andan en lo mismo. No se puede descalificar a Layín
dejando que otros hagan lo mismo.
Cualquier ciudadano que tenga sus derechos políticos a
salvo puede hacer su esfuerzo político para tratar de ser gobernador de su
terruño. Y Layín, hasta ahorita, con todo y los métodos tan folklóricos que
utiliza para posicionarse, tiene sus derechos políticos a salvo, por tanto,
tiene el mismo derecho que los demás de hacer política. Ya en su momento, el
pueblo juzgará si le da la confianza para gobernar o no.
Desde luego, al igual que todos los demás, Layín busca
tener ventaja con el fin de llegar muy pero muy posicionado ante los ciudadanos
Nayaritas. Y, si otra cosa no sucede, Layín estará disputando la gubernatura en
el 2017, Layín estará en las boletas electorales a ver si el pueblo le da su
confianza para ser gobernador. Y digo si otra cosa no sucede porque tal parece
que las cosas se le están acomodando al polémico personaje costeño. ¿Por qué
digo que se le están acomodando? Porque tal parece que en el plano nacional,
las cosas se harán de tal manera que las candidaturas independientes no tengan
casi nada de candados para que cualquier ciudadano que no sea parte de las
mafias partidarias pueda acceder a las posiciones de representación popular.
Ya se ha estado difundiendo cómo por boca del presidente
nacional del PAN, se impulsarán reformas que van en ese sentido. De hecho, la
propuesta de reforma de parte del PAN para impulsar las candidaturas
independientes tiene los siguientes rasgos: El primer punto es facultar al congreso para
eliminar las medidas restrictivas que le puedan poner los congresos locales a
las candidaturas independientes, facilitando el acceso de los ciudadanos sin
partido a la posibilidad de ser candidatos. Lo anterior lleva a otro punto
importante dentro de la propuesta panista, que es reducir el número de firmas
que se requieren para respaldar una candidatura. Tal parece que la propuesta es
que sea el 0.5% del padrón el porcentaje mínimo requerido, lo cual significa
que para el caso de la candidatura a gobernador de Nayarit, si el listado
nominal hasta ahora registrado es de 780,118 y se mantuviera en el 2017 (lo
cual no es posible dado que se alterará con los que se mueran de aquí a ese año
o los que ingresen con capacidad de votar porque ahorita son menores de edad),
Layín necesitaría solamente 39,005.9 firmas que lo respalden como su candidato.
¿Lo podrá lograr? Eso solamente él y su equipo cercano lo sabe, yo aventuro la
hipótesis de que si puede.
Y tal parece que ese tipo de
propuestas van a prosperar porque también el PRD ya se abrió para su apoyo. Lo
anterior es asi porque las mafias partidarias necesitan de tener cosas creíbles
ante los ciudadanos dado su total descrédito como instituciones políticas. Si
las cosas caminan en el sentido mencionado seguramente que Layín orquestará en
todo el estado un movimiento estatal de candidatos independientes que ponga de
rodillas a los partidos. Sería algo inédito en la historia política de Nayarit.
Y es que, para el pueblo, para los
de abajo, Layín se ha venido mostrando como una opción ante el total descrédito
de los políticos tradicionales. Los Naranjos y compañía, los Ramones y Lobos,
los priistas en el mismo sentido, en fin, los mismos de siempre. Ya el pueblo
no cree en esos políticos, y ante la escasa presencia de nuevos valores, la
gente empieza a creer que Layín seria la
opción para ser el nuevo gobernador. Por eso, en las encuestas que difunden,
Layín sale siempre muy posicionado. Aclaro, estar posicionado no es sinónimo de
intención de voto. Los procesos políticos son muy dinámicos y al final hasta
pudiera suceder que Layín no aparezca en las boletas electorales, sin embargo,
si las cosas no se modifican y no suceden cosas extrañas, Layín estará presente
en el proceso del 2017.
Aquí es pertinente hacer una
aclaración. Quizá alguno de mis cuatro lectores piense que yo tengo compromisos
con Layín. Para nada. Ni con Layín ni con ningún político o aspirante a
candidato. Que les quede bien claro, sigo siendo un hombre libre sin ataduras
políticas ni económicas y si digo esto de Layín es porque, a diferencia de
algunos compañeros, trato de ser objetivo y no ser “pasional” en mis juicios.
Reconozco que Layín es un actor con presencia política en Nayarit, me guste o
no. robertogbernal@gmail.com
PD. Y
en el SPAUAN tal parece que empieza la resignación. Ya algunos académicos me
dicen que Carlos Muñoz se reelegirá porque obligarán a los académicos que están
por contrato a ser parte de ese proyecto. Me dicen que son como 600 y que con
esos votos es fácil ganar la elección para Carlos Muñoz. Veremos de qué madera
están hechos los spauanistas. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx