18 marzo 2015

LEDUC Y EL PERIODISMO

Renato Leduc, un “viejo andarín incansable (más andarín que viejo) cuya figura imponente fue proverbial lo mismo en las mesas de cantina, en las redacciones de los periódicos o en los tendidos de los cosos taurinos dando constancia de su humor maravilloso, su filosofía de la vida y de su franqueza descarnada, alejada de falsos prejuicios y contraria a toda frase de almidonados tropos y dicciones a modo de corbata”,  señaló cuatro requisitos fundamentales para ser periodista, así como demás avatares que enfrentan los periodistas.. Y transcribo su relato donde establece eso.
            “Para ser periodista, es necesario poseer las siguientes condiciones: 1) No ser pendejo, 2) Darse cuenta de las cosas, 3) Analizar los sucesos para saber no solo de donde provienen, sino sopesar la importancia que tienen y 4) Escribir la noticia y el comentario en forma objetiva y sincera y no lo que quieren que diga el señor ministro o el capitoste de la iniciativa privada. Es por esto que con respecto a este ultimo punto, nunca me he fiado de los boletines de prensa y si alguna vez lo he hecho, ha sido para chingarlo comparándolo con lo que he visto. Claro que uno se puede equivocar, pero el no decir las cosas o decirlas mal por cubrir a alguien por dinero o por amistad, es no ser periodista, porque el periodismo no significa engañar a la gente, aún cuando ésta siempre sabe quien la esté jodiendo y quien no.
            Por otra parte, aunque no sea un erudito, el periodista debe cuando menos, estar informado de lo que ocurre en el mundo, porque no se puede escribir de buena fe si se desconoce la información inherente a una noticia; sería imposible, por ejemplo, escribir con propiedad de la situación  de Centroamérica si uno no sabe la clase de hijos de la chingada que gobiernan esos países y que son impuestos a esos pueblos no ya por el departamento de Estado Norteamericano, sino por el gerente de la United Fruit Company.
Y, por último, el periodista debe llamar las cosas por su nombre, es decir, si un tipo es un autentico hijo de la chingada, hay que decirle asi precisamente y no escribir, pongamos por caso, “El distinguido banquero don Fulano de tal”.
             Por lo demás, el periodismo es una profesión muy azarosa e ingrata porque rara vez se queda bien cuando se escribe de buena fe. Por otro lado, y no me cansaré de repetirlo, tampoco es una ocupación que permita ganar dinero en forma honrada, pues desde siempre ha sido mal pagada y a pesar de que dizque  soy de los famosos, la verdad es que he ganado  para vivir mal, y si hoy tengo una casa propia, es debido a que está enclavada en una colonia que nos dieron a los periodistas y porque me pase largos qunce años de mi vida pagándola.
            Si acaso, la única vez que mejor me pagaron fue cuando escribía en interviú  que me daban tres mil pesos por colaboración y como en esa época me llamó Guillermo Jordán para que hiciera algunas cosas en el canal trece pagándome dos mil pesos a la semana, de manera es que uniendo esos dos ingresos al producto de mis colaboraciones en otros sitios, me permitieron darle a mi mujer alrededor de cinco mil a la semana a fin de que los fuera guardando en el banco, de tal suerte que hoy, después de mas de cuarenta años de trabajo, ella podrá disponer de cuando mucho cincuenta o sesenta mil pesos el día que me lleve la chingada.
            Finalmente, debo decir que el periodismo es también una profesión muy divertida y aunque, como ya expliqué, a mi regreso de París nunca pensé ser periodista, no me arrepiento pues me ha dado muchas satisfacciones y la oportunidad de viajar y de conocer a mucha gente….Además, he tenido también la fortuna de haber tenido buenos jefes como García Valseca quien, aún cuando nunca me pago gran cosa, siempre me dio mi lugar y si no me he amargado, lo cual por desgracia es muy frecuente en el medio, ha sido porque así como creo que ningún cabrón me ha querido chingar, tampoco he dejado que nadie me haya puesto un pie encima y si alguna vez cometí alguna pendejada, tuve el valor civil suficiente de reconocerlo…Y vistas las cosas a lo largo de algo mas de cuarenta años de ejercer el periodismo, creo que estos son motivos para sentirme satisfecho de mi labor, lo cual ciertamente no es poca cosa”.
            La primera edición del libro donde se encuentra el relato de Renato Leduc fue en 1995. A la luz de los hechos actuales, después de casi veinte años, vemos que los rasgos descritos por Leduc son certeros. Y esto lo digo por el caso Carmen Aristegui, una periodista que cumple cabalmente con los requisitos Leduquianos. Y es precisamente esa la importancia que ha cobrado Carmen Aristegui porque su despido de MVS no es solamente una agresión a Carmen en si misma, sino a todos aquellos ciudadanos que nos identificamos con esa visión de las cosas, con una periodista que representa el sentir ciudadano. Por eso la respuesta ciudadana de apoyo a Carmen es fuerte, no por ella, sino por defender un espacio de nosotros los ciudadanos que requerimos de informaciones veraces o de periodistas que cumplan con los requisitos Leduquianos. robertogbernal@gmail.com

PD. Dicen que uno de los periodistas de esos chayoteros le pregunto a un candidato a diputado federal del PRD del que no quiero decir su nombre: “ si digo yo fui un político es tiempo pasado, pero si digo soy guapo, ¿qué es? Y la sorprendente como inteligente respuesta del perredista fue: ¡¡Es exceso de imaginación! www.trincherauniversitaria.blogspot.mx

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