
“Para ser periodista, es necesario poseer las siguientes
condiciones: 1) No ser pendejo, 2) Darse cuenta de las cosas, 3) Analizar los
sucesos para saber no solo de donde provienen, sino sopesar la importancia que
tienen y 4) Escribir la noticia y el comentario en forma objetiva y sincera y
no lo que quieren que diga el señor ministro o el capitoste de la iniciativa privada.
Es por esto que con respecto a este ultimo punto, nunca me he fiado de los
boletines de prensa y si alguna vez lo he hecho, ha sido para chingarlo
comparándolo con lo que he visto. Claro que uno se puede equivocar, pero el no
decir las cosas o decirlas mal por cubrir a alguien por dinero o por amistad,
es no ser periodista, porque el periodismo no significa engañar a la gente, aún
cuando ésta siempre sabe quien la esté jodiendo y quien no.
Por otra parte, aunque no sea un erudito, el periodista
debe cuando menos, estar informado de lo que ocurre en el mundo, porque no se
puede escribir de buena fe si se desconoce la información inherente a una
noticia; sería imposible, por ejemplo, escribir con propiedad de la situación de Centroamérica si uno no sabe la clase de
hijos de la chingada que gobiernan esos países y que son impuestos a esos
pueblos no ya por el departamento de Estado Norteamericano, sino por el gerente
de la United Fruit Company.
Y, por último, el
periodista debe llamar las cosas por su nombre, es decir, si un tipo es un
autentico hijo de la chingada, hay que decirle asi precisamente y no escribir,
pongamos por caso, “El distinguido banquero don Fulano de tal”.
Por lo demás, el
periodismo es una profesión muy azarosa e ingrata porque rara vez se queda bien
cuando se escribe de buena fe. Por otro lado, y no me cansaré de repetirlo,
tampoco es una ocupación que permita ganar dinero en forma honrada, pues desde
siempre ha sido mal pagada y a pesar de que dizque soy de los famosos, la verdad es que he
ganado para vivir mal, y si hoy tengo
una casa propia, es debido a que está enclavada en una colonia que nos dieron a
los periodistas y porque me pase largos qunce años de mi vida pagándola.
Si acaso, la única vez que mejor me pagaron fue cuando
escribía en interviú que me daban tres mil pesos por colaboración
y como en esa época me llamó Guillermo Jordán para que hiciera algunas cosas en
el canal trece pagándome dos mil pesos a la semana, de manera es que uniendo
esos dos ingresos al producto de mis colaboraciones en otros sitios, me
permitieron darle a mi mujer alrededor de cinco mil a la semana a fin de que
los fuera guardando en el banco, de tal suerte que hoy, después de mas de
cuarenta años de trabajo, ella podrá disponer de cuando mucho cincuenta o
sesenta mil pesos el día que me lleve la chingada.
Finalmente, debo decir que el periodismo es también una
profesión muy divertida y aunque, como ya expliqué, a mi regreso de París nunca
pensé ser periodista, no me arrepiento pues me ha dado muchas satisfacciones y
la oportunidad de viajar y de conocer a mucha gente….Además, he tenido también
la fortuna de haber tenido buenos jefes como García Valseca quien, aún cuando
nunca me pago gran cosa, siempre me dio mi lugar y si no me he amargado, lo
cual por desgracia es muy frecuente en el medio, ha sido porque así como creo
que ningún cabrón me ha querido chingar, tampoco he dejado que nadie me haya
puesto un pie encima y si alguna vez cometí alguna pendejada, tuve el valor
civil suficiente de reconocerlo…Y vistas las cosas a lo largo de algo mas de
cuarenta años de ejercer el periodismo, creo que estos son motivos para
sentirme satisfecho de mi labor, lo cual ciertamente no es poca cosa”.
La primera edición del libro donde se encuentra el relato
de Renato Leduc fue en 1995. A la luz de los hechos actuales, después de casi
veinte años, vemos que los rasgos descritos por Leduc son certeros. Y esto lo
digo por el caso Carmen Aristegui, una periodista que cumple cabalmente con los
requisitos Leduquianos. Y es precisamente esa la importancia que ha cobrado
Carmen Aristegui porque su despido de MVS no es solamente una agresión a Carmen
en si misma, sino a todos aquellos ciudadanos que nos identificamos con esa
visión de las cosas, con una periodista que representa el sentir ciudadano. Por
eso la respuesta ciudadana de apoyo a Carmen es fuerte, no por ella, sino por
defender un espacio de nosotros los ciudadanos que requerimos de informaciones
veraces o de periodistas que cumplan con los requisitos Leduquianos. robertogbernal@gmail.com
PD. Dicen que uno de
los periodistas de esos chayoteros le pregunto a un candidato a diputado federal
del PRD del que no quiero decir su nombre: “ si digo yo fui un político es tiempo
pasado, pero si digo soy guapo, ¿qué es? Y la sorprendente como inteligente
respuesta del perredista fue: ¡¡Es exceso de imaginación! www.trincherauniversitaria.blogspot.mx