Ayer asistí al evento donde el
candidato Polo Domínguez presentó sus cien acciones inmediatas de gobierno. Fue
un evento ameno, alegre, con muchas propuestas que por supuesto reflejan el
sentir popular, reflejan las aspiraciones de mucha gente que se siente
agraviada por las acciones de los
gobiernos municipales y estatales. Todo un rosario de buenos deseos, así
como está plagado el camino hacia el infierno. Pero eso sí, son deseos de mucha
gente que ahí nos dimos cita.
Cerró ese evento con la
decisión de meter al bote a todos aquellos que hayan deteriorado el patrimonio
de los Tepicences. Bueno y si mal no recuerdo, a ver si a Polo no le tiembla la
mano cuando vaya a revisar los dos años últimos del gobierno municipal del
ahora gobernador, pues de todos es conocido que la ley de responsabilidades
alcanza a los servidores públicos hasta los cinco años después de que
terminaron su gestión.
Pues bien, ese rosario
de propuestas representa el sentir de muchos ciudadanos que están dispuestos a
hacer valer mediante el voto apoyando a Polo como el ejecutor de esos
planteamientos una vez que lo conviertan en alcalde. Pero aquí es donde la
“puerca tuerce el rabo”. ¿Ganará Polo la elección? Y esa pregunta no es ociosa,
todos sabemos que Roy Gómez trae de apoyo toda la estructura municipal, estatal
y federal con la idea de imponerlo como nuevo alcalde. O sea, traer de respaldo
esa estructura significa recursos económicos en abundancia, recursos humanos y
materiales disponibles para hacerlo ganar. Y si no gana en la urna, hacerlo
ganar en la mesa, ya que todos sabemos también que la instancia electoral está bajo
el mando de las autoridades gubernamentales. O sea pues, Roy tiene todo para
ganar. De lo único que no está seguro es de los votos.
Pero ¿cómo opera el PRI
para hacer ganar a sus candidatos? Lo hace en los últimos dos días antes de la
elección y en el mismo día de la
elección. Una vez terminada la campaña, hacen un trabajo en el que son
expertos: detectan los focos rojos, aquellos lugares donde pueden perder y, una
vez detectados, se dedican a inhibir la votación sobre la base de la compra de
credenciales. Y el día de la elección, se dedican a comprar el voto. Si a eso
le sumamos la alteración del padrón electoral con el turismo electoral que
viene de otros estados con gastos pagados a votar, la cosa se pone más difícil
para Polo. Y, como lo dije, si no ganan con votos, van a tratar de ganar en la
mesa. Tan sólo les recuerdo la votación de Ney con Navarro Quintero. Este
último iba con cuatro puntos arriba y en media hora voltearon los resultados.
Por eso Polo está
obligado no solamente a ganar, sino a ganar con amplio margen, con muchos votos
de diferencia. Si son pocos los votos, le harán como le hicieron a Navarro
Quintero, sus alquimistas electorales seguramente harán lo conducente para
ganar la elección. Y si la bronca se va a los tribunales la decisión va a durar
mucho rato, mientras tanto ya sentaron a su candidato en la silla del
ayuntamiento.
Pero además, si Polo no
gana con mucha diferencia de votos de tal manera que sus adversarios se la
piensen en hacer machincuepas, entonces las cosas se van a definir en negociaciones
de carácter nacional, donde a Polo le pueden decir que se tranquilice y que
será diputado plurinominal en el 2015, que Tepic queda para el PRI y Bahía de
Banderas para el PRD o si Polo se amacha puede suceder que al PRI le dejen
Bahía de Banderas a cambio de Tepic y al PRD le dejen Santiago Ixcuintla. Así
suceden las cosas, al final, la voluntad ciudadana queda en negociaciones de
carácter nacional avaladas por el gobierno federal. robertogbernal@@gmail.com
PD. Uno de los
operativos que se hacen en las votaciones es el llamado carrussell. Se instala
una casa de seguridad con puños de dinero en efectivo. Con una boleta ya
cruzada, se les entrega a los electores para que la introduzcan en la urna
respectiva y una vez que regresen en blanco
la que les dieron, les entregan sus quinientos o mil pesos. ¿Cómo combatir esas prácticas? Una
forma es organizando operativos cazamapaches para “reventar” esas casas y hacer
las denuncias respectivas pero otra es empezar a decirles a los electores que
si les llegan a proponer eso y quieren los quinientos pesos, pues que agarren
la boleta cruzada, se vayan a la urna pero no la metan. Regresan con la que les
dieron en blanco y recogen sus quinientos pesos. Así por lo menos no apoyan a
quienes practican el carrusel y consiguen sus quinientos pesos. Claro, lo ideal
es que voten por el candidato de su preferencia. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx