

Mientras
eso sucedía, los televidentes, en aquella tierra donde no se mueren de Dengue,
lanzaban alaridos con un gran contenido emocional. Se sentían realizados al
saber que su preferido era el titular del consorcio, el personaje de cabello
colorado. La estridencia de los alaridos de los televidentes aumentó de nivel,
junto con unas rechiflas, porque repentinamente apareció en las pantallas, un
personaje de importancia fundamental en su tierra natal, coleccionista de
caballos, muy amigo de artistas de la talla de Joan Sebastian y, por supuesto, íntimo
amigo del boxeador de pelo rojizo. Se le vio sin preocupación pues en su tierra
no había muertos por dengue y todos gozan de un nivel de bienestar parecido al
de Finlandia.
Iba
a comenzar la pelea. El Canelo hace su aparición en el ring bajo la estridencia
de la muchedumbre ansiosa por ver sangre en el cuadrilátero. Se antojaba una
pelea al estilo de los gladiadores romanos. El anunciador empezó presentando a
los rivales. ¡¡¡En esta esquina, con 55 muertos, 20 heridos y uno más en
terapia intensivaaaa Floyd Maywatherrrrrr!!! En esta otraaaa, peleador light
invicto con asesor gubernamentallll de lujo El Can…… ¡agarrenlo, que no se baje
del ring!!. Así iniciaba uno más de los negocios de Canelo productions Inc.
Esa
corporación no solamente está metida en el negocio boxístico, sino que también
está metida en negocios de bares y discotecas, hasta periódicos. Que no les
caiga de sorpresa que de un momento otro
sea candidato a diputado o, si nos descuidamos a gobernador. Desde luego, no
estoy hablando de Nayarit, sino de otro estado de la república muy lejano a
nuestro terruño, aquí el Dengue no existe.
Llega
así el primer round. Puro ejercicio de Sombra. Segundo Round, más ejercicio de
sombra. Tercer Rond, Floyd empieza a dar clase de zamba en el ring. Cuarto
Round, le siguió otra clase de zamba al estilo Brasil. Del Quinto al décimo
Roud, Canelo Production´s nos da una clase de cómo matar moscas en el aire. Los
últimos dos episodios, el negrito boxeador se la pasó botaneandosela. Termina la
pelea sin gota de sangre. Los asistentes se miran decepcionados por no haber
visto un circo romano, sino más bien un negocio previamente arreglado donde se
desplumó a miles de apostadores que creyeron en el boxeador colorado.
De
aquel personaje gubernamental importante se dijo que apostó cinco millones, no
se sabe si de dólares o de pesos, a favor de su amigo. Lo que no se sabe, es
que quizá apostó por debajo del agua unos veinte o treinta millones al adversario,
sobre todo si gozaba de información privilegiada proveniente de Canelo
Production´s Inc. Así, perdiendo ganaban, como muchos políticos que perdiendo
ganan.
Doce
rounds y el boxeador pecoso con cabellera rojiza, que era la salida de la miseria
de muchos mexicanos si ganaba la pelea, quedaron más miserables de lo que ya
eran, salió hasta contento, después de esos doce rounds, solo terminó con un
simple moretoncillo debajo del ojo, como cualquier varón que se enfrenta a su vieja
después de haberse ido de borrachón un día previo. Pelea chafa, pero que dejó
mucho dinero a unos, pérdidas a otros pero sobre todo, un gran deleite para esos
trescientos invitados gubernamentales y coleros que tuvieron la dicha y la fortuna de estar en esa
tierra mágica de Las Vegas a cargo del erario público de una tierra donde la
gente no se muere de Dengue. robertogbernal@gmail.com
PD. Ayer me encontré en una cadena
comercial a una funcionaria del gobierno del estado, de esas pocas que saben
hacer su trabajo eficientemente, me consta. Es la amiga Alicia Ocampo,
universitaria con orgullo. Me presentó a su hija quien resultó ser uno de mis
cuatro lectores. ¿Fuiste de esos trescientos que se fueron a las Vegas? No, me
respondió. Ella no sabía que los personajes selectos fueron a disfrutar una más
de las frivolidades gubernamentales. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx