¿Se acuerdan de todo el rosario de
mentiras que nos han lanzado desde el gobierno? Las últimas mentiras estuvieron
ligadas al tema de que había un crecimiento económico a flor de piel en Nayarit
y que solamente los grilleros, criticones y miopes no veíamos. Pues bien, ahora
ya resultó otro discurso de toda esa mitomanía gubernamental, mitómanía cuya
pretensión perversa es vendernos a los ciudadanos un Nayarit que solamente
existe en las declaraciones de los políticos gubernamentales y en los medios de comunicación lisonjeros.
Pues
bien, ahora resulta que gracias a la “amistad”
que hay entre el gobernante Nayarita y el presidente Peña Nieto, los
ciudadanos de este noble Estado ya tenemos justicia social. Para empezar, toda
amistad que no se refleja en la “nomina” no es amistad y la verdad, si hubiera
esa dichosa amistad, pues se hubiera reflejado en una buena cantidad de
recursos en el presupuesto de egresos para Nayarit en este año, lo cual no
sucedió. Sin embargo, ese no es el punto, el tema es el de la justicia social
que ya también tenemos, al igual que el crecimiento económico, a flor de piel,
se respira en el ambiente, se puede palpar, sentir, oler, y solamente, otra
vez, los criticones, miopes o grilleros no vemos.
¿Qué
debemos entender por justicia social? Encontré una buena síntesis para que mis
escasos lectores la entiendan: “Existe justicia social cuando la sociedad
posibilita el que cada persona, asociación o pueblo disponga de los medios
necesarios según su naturaleza y condición, para desarrollarse plenamente; a
esto llamamos bien común. Según la doctrina conciliar, el bien común conlleva
tres elementos esenciales: el respeto a la persona (actuar en conciencia,
respeto a la intimidad y libertad), el bienestar social y el desarrollo
(alimento, vestido, salud, educación, trabajo, familia, información, etc.) y la
paz (estabilidad y seguridad). La autoridad está para garantizar la justicia
social para la búsqueda del bien común”.
Es
obvio que el discurso hueco y demagógico que lanzan los políticos gubernamentales
sólo es eso, palabrería hueca despojada de contenido real. Las cifras de la
pobreza difundidas por CONEVAL, dan en la torre, hacen pedazos esas
declaraciones sobre justicia social. El único aspecto de todos los involucrados
en el párrafo previo y que se refieren a la justicia social, del que el gobierno se puede vanagloriar es el
relativo a la seguridad en términos policiacos debido a que el fiscal Veytia es
el único funcionario que medio ha dado resultados.
El
concepto general de justicia social incorpora la idea de que no existe
desigualdad entre las personas, que haya oportunidades para todos, desde los
que viven en la pobreza hasta los que se hallan en la riqueza. Y bueno, este estado
es uno en los que las desigualdades están a flor de piel. Imagínense que
a nuestros indígenas les digan que ya existe la justicia social para ellos y
que al igual que otros, también tienen la posibilidad de comprar ranchos con
caballos y de irse al extranjero a ver las peleas del Canelo.
Cuando
leí esas declaraciones sobre justicia social, vinieron a mi mente los discursos
priistas sesenteros o setenteros del siglo pasado en donde el rollo tradicional
y recurrente de los políticos de entonces era precisamente el rollo de la
justicia social. Se justificaba ese discurso en ese entonces porque México vivía
el periodo de las “vacas gordas”, era el periodo del llamado desarrollo estabilizador
donde se alcanzaron tasas de crecimiento económico importantes en el país, lo
cual daba la pauta para lanzar discursos exitosos acerca del combate a la
pobreza y de que ya había llegado la justicia social a los más necesitados. Ese
periodo de crecimiento económico de México fue de 1955 hasta finales de los
sesentas.
Pero
la economía mexicana entró en desaceleración y posterior crisis y, esos
discursos, cayeron por su propio peso. Ya no se podía hablar de justicia social
en un contexto de crecimiento de las desigualdades sociales, territoriales y
sectoriales. Y ahora que se dieron a conocer las cifras de crecimiento de la
pobreza, solamente los políticos ignorantes se atreven a lanzar discursos sobre
justicia social teniendo a su lado un mar de pobres.
Pero
bueno, nuestros políticos autóctonos han de decir que pueden decir lo que sea,
al cabo no les entienden. Pero para su desgracia, habemos los criticones, los
grilleros y miopes que de vez en cuando leemos y podemos opinar sobre los temas
que ellos abordan. ¡Justicia social cuando la gente no tiene para tragar! Jump!
Que se los crea quien no los conoce. robertogbernal@gmail.com
PD. Discurso de un político que
convence, pero luego lo leen de atrás para adelante: “En nuestro partido
político cumplimos con lo que prometemos; Sólo los necios pueden creer que; no lucharemos
contra la corrupción. Porque si hay algo seguro para nosotros es que; la
honestidad y la transparencia son fundamentales; para alcanzar nuestros ideales.
Demostraremos que es una gran estupidez creer que; las mafias seguirán formando
parte del gobierno como en otros tiempos. Aseguramos sin resquicio de duda que;
la justicia social será el fin principal de nuestro accionar. Pese a eso,
todavía hay idiotas que fantasean -o añoran- que; se pueda seguir gobernando
con las mañas de la vieja política. Cuando asumamos el poder, haremos lo
imposible para que; se acaben las jubilaciones de privilegio y los negociados. No
permitiremos de ningún modo que; nuestros niños mueran de hambre. Cumpliremos
nuestros propósitos aunque; los recursos económicos se hayan agotado; Ejerceremos
el poder hasta que; Comprendan desde ahora que; Somos la "nueva
política". www.trincherauniversitaria.blogspot.mx