Cuando estaba Rigoberto Ochoa Zaragoza
al frente del gobierno, me dije: “después de Rigo no hay nada más para abajo”.
Era una afirmación en la que depositaba mi fé ciega e inquebrantable de saber
que después de ese gobierno ya no nos podía ir peor. Pero luego vino Ney y la
decepción me invadió. Estuve a punto de suicidarme con unas filosísimas
galletas marías. Y reflexioné en el mismo sentido. Pero ahora vino este
gobierno y a diario estoy a punto del infarto, me agarra una risa por la
diversión que me causan las declaraciones de los gobernantes. Jodidos pero bien
divertidos.
Los
malos gobiernos se tienen porque somos malos ciudadanos. Recuerdo que en una
ocasión, unos amigos que hoy son columnistas en este medio de comunicación,
andaban proponiendo la conformación de la alianza, allá cuando la hoy senadora
Martha Elena quería ser gobernadora la primera vez, cuando ella gritaba que no
se rajaba y que no se rajaba. Y se rajó esa vez. Los compañeros andaban por allá
por el lado del municipio de Rosamorada. Tenían un “jonuco” lleno de gente.
Después de sus enjundiosos discursos, uno de los asistentes al evento levantó
la mano para decirles: “Miren amigos, aquí somos priistas, y si nos ponen uno
de cuatro patas por ese votamos”. La respuesta de uno de los organizadores fue:
“No amigo pos ya me chingó, contra eso no hay quien le gane, nomás terminamos
la asamblea y nos vamos”.
Por
eso digo lo que afirmé arriba, tenemos malos gobiernos porque somos malos
ciudadanos. Bajo los argumentos del ciudadano de Rosamorada que no les caiga de
extraño que el próximo candidato a gobernador sea un caballo, de esos caballos
hermosos, bonitos, con abundante cabellera y gordas nalgas con que se pasea el gobernante
en turno.
Los
buenos gobiernos se derivan de buenos ciudadanos, con educación cívica, que
saben que su voto es importante y que es un arma letal contra los políticos
corruptos. Un pueblo que valora esa arma no admite que los gobiernen personajes
sin escrúpulos, con antecedentes delincuenciales o antecedentes de corrupto. Un
pueblo educado conoce el valor que tiene su decisión en la urna, pero un pueblo
mal educado no lo sabe, vende esa arma por una camiseta o una despensa o por
simples doscientos pesos. O si lo sabe se prostituye.
La
prostitución política es parte de todo el lodo de corrupción que tiene invadidas
todas las instituciones. Y no estoy hablando específicamente de los partidos
políticos, esos ya sabemos que tienen muy bajos sus bonos sociales de
credibilidad. Me refiero a la prostitución política que ya existe entre los
electores y los políticos que se ponen en la vitrina para que los elijan.
Unos
dicen, “hay que agarrarles todo lo que nos den, a cabo nunca regresan” y los
políticos dicen “los compro por una lanita, una despensa, un atado de láminas o
una camiseta” Así, todo se convierte en mercado, un intercambio de favores unos
a cambio del voto y otros a cambio de su respectivo plato de lentejas. Esa
dinámica política llena de corrupción es una de las cosas que hay que cambiar
en Nayarit.
Claro,
a los políticos perversos, esos corruptos que pretenden entronizarse en el
poder para seguir con lo mismo es por el contrario, no les interesa cambiar ese
estado de cosas para impulsar la participación de los ciudadanos en la toma de
decisiones de la vida pública, sino que les interesa reproducir ese esquema,
porque saben que los críticos son pocos, los que los critican no impactan con
sus opiniones en la gran masa popular mal educada y pobre.
Si
las cosas siguen así, que no nos extrañe que en lugar de que nos digan que “si
nos mandan uno de cuatro patas, por ese votamos” al rato nos van a decir que le
van a dar una carta poder a los políticos para que voten en su nombre o que le
dan en voto de confianza al dirigente del PRI para que meta miles y miles de
boletas en la urnas en su nombre. robertogbernal@gmail.com
PD.
Dicen que van a revocar el mandato de mi amigo Rafa Cervantes, alcalde de Bahía
de Banderas. Pesos a tostones que eso no prosperará, por tanto mi amigo alcalde
debe estar tranquilo, sobre todo que su caso pasó a la comisión de justicia y
derechos humanos, donde su presidente exoneró a la rata más grande de Nayarit.
Si Ney fue exonerado, Rafa seguramente será propuesto para ser canonizado. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx