Los ciudadanos de
este país debemos dejar ya la ignorancia política, debemos dejar atrás el votar
por una despensa, por una camiseta o por una lanita de trescientos o quinientos
pesos el voto, debemos de pensar como ciudadanos responsables y ejercer nuestro
derecho de votar por construir un país mejor. Yo sostengo que ya es necesario
cambiar de rumbo, es necesario que este país ya no siga siendo propiedad de una
caterva de empresarios monopolistas y mafiosos que se alían con unos cuantos
políticos perversos y otros corruptos para seguirnos exprimiendo a todos los
mexicanos cual si fuéramos una Naranja a la que hay que sacarle hasta la última
gota de jugo.
Las televisoras son parte de ese
juego perverso, de ese juego de imponer a como dé lugar a su monigote en la
presidencia para seguir igual o peor que como estamos. Por eso difunden a cada
rato encuestas en donde se desgarran las vestiduras para ponerlo como el
inalcanzable, pero por otra parte, lo protegen para impedir que los ciudadanos
veamos la verdadera dimensión de Peña Nieto, lo protegen programando un partido
de fútbol a la misma hora que el debate presidencial. Sólo en México sucede
este tipo de cosas, que esos monopolios sigan pretendiendo manipular e
idiotizar a la opinión pública para que no piense, que no tenga conciencia del
México que hemos construido y del que ellos son dueños. Fútbol hay cada fin de
semana y entre semana, elecciones presidenciales sólo hay cada seis años.
Por eso mis estimados lectores,
ustedes y yo, como todos los ciudadanos, somos corresponsables del ascenso de
Slim, con Emilio Azacárraga, Ricardo Salinas Pliego (el que prefiere que en la
tele se difunda el fútbol en lugar del debate), Roberto Hernández (quien al
principio del sexenio de Salinas andaba pidiendo créditos hipotecarios y al
final del sexenio se convirtió en el socio
más influyente de Banamex Acccival, antes que lo comprara City Group, en seis
años acumuló una inmensa fortuna), Germán Larrea y otros más, en la lista de
hombres más ricos del mundo, porque el gobierno ha permitido que seamos
tratados como naranjas, y nosotros hemos tolerado esa extracción.
Somos
víctimas de una economía oligopolizada en la que pocos bancos dominan los
servicios financieros, dos empresas controlan los canales de televisión abierta
(¿ya sabe cuáles verdad?), una empresa controla la red de conexión telefónica
(ya sabe cuál verdad?), dos grupos empresariales controlan la distribución de
gas LP, dos empresas controlan el mercado del cemento, una empresa controla dos
tercios de la producción de harina de maíz, tres empresas controlan la
producción de pollo y huevo, dos empresas controlan el 80% del mercado de la
leche, tres empresas dominan el mercado de carnes procesadas, una empresa
controla la distribución de pan industrializado (si, esa de un osito), dos
empresas controlan la distribución de medicamento.
Esos
son los dueños de México, son los que quieren a Peña Nieto, son los que nos
exprimen transacción tras transacción, contrato tras contrato, cobro tras
cobro. La misma Comisión Federal de competencia ha reconocido que cada familia
mexicana transfiere 65 mil pesos anuales a los monopolistas del país. Y los
pobres pagan 40% más de lo que deberían por la falta de competencia en
servicios básicos como telefonía. Esos son lo que protegen a Peña Nieto, junto
con los gobernadores corruptos unos y coludidos con el crimen organizado otros.
¿Ciudadano, ese es el país que quieres seguir teniendo?
Con
nuestra indolencia y apatía o valemadrismo, hemos construido un país
capitalista de cuates, de cómplices, que se basa en la ausencia de competencia,
además de la evasión fiscal, eso que tanto les ha restregado en la cara Andrés
Manuel López Obrador. Ese andamiaje de privilegios y “posiciones dominantes” y
nudos sindicales (Gamboa Pascoe, Beltrones, Beatriz Paredes, Elba Esther
Gordillo y demás fauna priista nociva para el país), aprisiona a la economía y
la vuelve ineficiente, que inhibe el desarrollo en un mundo cada vez más
competitivo, que opera en base a favores, concesiones y colusiones que el
gobierno otorga y la clase empresarial exige para invertir, que concentra el
poder económico y político en una red compacta que constriñe la competencia y “ordeña”
a los ciudadanos. Eso es precisamente lo que Peña Nieto sabe que le restregarán
en la cara y no tendrá capacidad de respuesta y se evidenciará como un simple
súbdito, como un simple empleado al servicio de los poderosos de este país, al
que quieren que lo elijamos que porque está guapo, o porque se peina bien y
viste impecable o porque surte sus closets con ropa exclusiva de distinguidas
tiendas de ropa estadounidenses. Por eso es importante la pregunta crucial de
la presenta columneja ¿quieres debate presidencial o fútbol? robertogbernal@gmail.com
PD. Por cierto,
¿Donde están los perredistas haciendo campaña para López Obrador? Ya ni la
chingan los judas Naranjos y compañía, como ya amarraron sus pluris, ahora si
les importa madre el rumbo de la nación y les importa madre que gane o pierda
López Obrador. Como ciudadanos responsables deberíamos agarrar a huevazos a
esos políticos podridos que ya le han hecho mucho daño a México y a Nayarit.
Fíjense nomás cómo está la mafia Naranjista ya apoltronada: Rodrigo González
Barrios de diputado pluri, Armando Olvera, lo pusieron a administrar el dinero
de la cámara de diputados (seguramente lo correrán ahora que ya salió el Judas
Naranjo), Nacho Ponce de senador dado que era suplente de Castellón, la esposa
de Nacho Ponce de Diputada federal dado que era suplente de la respetable
señora “Chimo” y mi buen amigo el perico Marmolejo de dirigente del PRD en el
estado cuidando el buen nombre de la empresa llamada PRD. ¡Chulada! Y por
supuesto, no hacen campaña para López Obrador porque si gana para ellos es su
muerte política. www.trincherauniversitaria.blogspot.com