Me referiré al político de Nayarit que, desde
mi punto de vista, debe ser catalogado como el más controversial pero al mismo
tiempo el que en este año, fue factor determinante para el futuro de Nayarit. Sin
duda alguna las opiniones en este sentido serian diversas. Cada quien pudiera
emitir una opinión distinta. Seguramente, con toda certeza, si a algún priista
le preguntaran quién sería el hombre o político del año en Nayarit, la mayor
probabilidad sería que contestara que ese papel lo ganaría algún priista. Y así
por el estilo. O si le preguntan a un ciudadano mortal quizá su respuesta sería
otra. Cada quien emitiría su opinión según el lente con el que vea la situación
política. Y claro, es respetable, totalmente respetable su postura.
En
esa tesitura, me parece que como cualquier mortal ciudadano, el de la trinchera
también tiene el derecho de emitir sus mediocres opiniones, así sean las
peores. Tengo el derecho de decirlas, aunque no las compartan. Así que se las
digo con el consabido riesgo de que provoque la cólera de uno que otro rijoso e
intolerante a quien sienta que se le pisan los callos. Espero que en el futuro
me sigan dando el privilegio de mantener este espacio para compartir mis
decires y si no es así, tengan la plena seguridad que no seré parte de las
estadísticas de suicidios en Nayarit.
Muchos
pensarán de inmediato que para mí, el hombre del año, el político del año,
sería Roberto Sandoval. Siento mucho decepcionarlos ni poder complacerlos, pero
no es así. Y mi tocayo tiene todo el mérito para ser catalogado como tal. Ha
sido un hombre exitoso. Siempre ha ganado las contiendas políticas. Pero
siempre ganar no tiene chiste, hasta es enfadoso salir siempre triunfador,
sobre todo si se cuenta con los recursos suficientes así como las estructuras
políticas para competir y triunfar. Al contrario, son las adversidades las que
forjan el carácter y construyen a los verdaderos líderes. Mi tocayo no ha
tenido todo, pero si ha estado donde hay. “Ay diosito, a mi no me des, nomás
ponme donde hay” es una frase socorrida que refleja que con audacia se puede
triunfar si se está en el lugar y momento adecuados.
Quizá
otros diga que el hombre del año es Ney. Un gobernador que hizo muchas cosas en
Nayarit. Sobre todo muy controversial, especialmente por su perfil demagogo,
mentiroso, gastalón y vanidoso. Y sobre todo, por ser un hombre que marcó el
futuro de Nayarit al dejarnos endeudados a más no poder. Hoy sufrimos las
consecuencias de tamañas decisiones. Pero tampoco creo que Ney sea el hombre
del año. Meter la mano al cajón del dinero gubernamental, pedir prestado
haciendo uso de sus empleados en el congreso del estado como Narváez y otros
para complacer sus perversidades, no tiene mayor chiste. ¿Qué trabajo puede
costar decirles a sus empleados en el congreso: Shit! Les ordeno que me
aprueben más préstamos?
Quizá
algunos piensen que el hombre del año es Cota. Sus méritos también los tiene.
Ha sido exitoso, y sobre todo cuando lo tenían por derrotado en el distrito del
norte en su campaña para diputad federal, salió avante. Lo pusieron en la
dirigencia del PRI y apareció como triunfador en el proceso electoral de este
año, pero la verdad, su paso por la cámara y por el partido, a los ciudadanos
nos pasó sin pena ni gloria, intrascendente a más no poder.
No
habrá quienes digan que el hombre del año fue el senador Castellón Fonseca. La
verdad, su importancia para los Nayaritas se reduce a que bien pudiera ser personaje de alguna tira cómica
de Memín Pingüín o Buzz Lightyear. Nunca estuvo a la altura de las
circunstancias que implica ser un senador de la oposición. Habría que
preguntarle si ya descubrió de qué color son las piedras de Marte o Júpiter,
porque los aspectos terrenales estuvieron fuera de su interés. Fue González
Morfín, el presidente del senado quien tuvo que denunciar que en Nayarit se
usaron documentos apócrifos para endeudar criminalmente al estado. Castellón
guardó un sospechoso silencio parecido a la complicidad.
También
pudiera existir la posibilidad de que haya alguno de los escasos seguidores de
Martha Elena, de esos que aún le quedan, que me diga que fue la mujer del año.
Pero tampoco así lo considero. Martha es la típica mujer bonachona aunque mediocre
y analfabeta que la gente la quería, pero, al descubrirse el verdadero rostro
de arpía política de que disfruta, ha dejado de ser importante para Nayarit.
Y
hay más mujeres y hombres que están en el centro de la actividad política de
Nayarit que se me escapan por motivos de espacio y por el cansancio de mis
neuronas. Por eso, creo que ya es momento de decirles quién es el hombre del
año desde mi punto de vista. Es la nueva especie de animal político que ya he
bautizado como el hombre gato, es un gato que ladra, que ha estado en el centro
de las decisiones políticas y es quien dió el rumbo a Nayarit. Es el judas
Acosta Naranjo. ¿Razones? Aquí les van.
Siempre
ha estado en la adversidad política. Todas sus derrotas las ha convertido en
éxitos. Gracias a él Roberto Sandoval pudo triunfar. Gracias a él, Ney pudo
hacer ganar a Roberto. Gracias a él, impidió que la ignorante y mediocre de
Martha Elena fuera gobernadora. Presidente Nacional de un partido, aliado del
presidente de la república para tratar de ser gobernador con su apoyo a cambio
de la venta de López Obrador. Termina el año siendo presidente de la cámara de
diputados ¿Cuál político ha tenido esos roces políticos? Ninguno. Fuera de Don
Emilio, ningún político Nayarita ha sido presidente de alguna de las cámaras, de
esas donde se define el rumbo del país, sólo el judas. robertogbernal@gmail.com
PD. Al hombre gato
sólo le faltó hacer negocios políticos con el santo papa. Tengan la plena
seguridad de que existe la posibilidad de que los haga. El papa viene a México
cuando él aún es presidente de la cámara. Conociéndolo, a ver si no le saca que
convierta en cardenal a uno de sus incondicionales o que por lo menos les dé la
bendición papal a Rodrigo González para ser diputado federal y a Sonia para que
sea senadora, pluris claro está. ¡FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO A TODOS! www.trincherauniversitaria.blogspot.com