09 octubre 2011

CONSEJO QUE NO ACONSEJA NO ES CONSEJO


El día de ayer, leí en las redes sociales una afirmación de un estimado amigo que medio se quejaba por lo que sucede en su partido, el PRI, con motivo del asunto de las candidaturas para el nuevo proceso electoral federal donde se elegirán las cámaras y el presidente de la república. Su afirmación fue esta: “Vámonos, a la junta de consejo político estatal del PRI, del que soy miembro fundador... Pero CONSEJO QUE NO ACONSEJA NO ES CONSEJO... Por cierto, los parleros van adiestrados para si se menciona a Roy, le van a aplaudir como si fueran Talibanes y el susodicho la reencarnación de Osama Bin Laden... Pobre PRI, alejado de su origen de pacto social y cerca de ser oficina de "candidaturas" del gobierno en turno”
La verdad, me pareció una afirmación por demás interesante, no sólo porque toca la médula de un tema muy conocido como es el hecho de que al PRI lo han convertido en agencia de colocaciones de los amigos e incondicionales del gobernador en turno, sino porque la afirmación proviene de un priista connotado del que me reservo el nombre. Con esta afirmación tal parece que hay un reconocimiento y aceptación tácita de los priistas, de que el gobernador en turno, Roberto Sandoval, sea como todos los demás, el jefe político en turno del PRI, convirtiendo con ello al PRI en un departamento más del gobierno del estado. Ya debería ser parte del organigrama gubernamental en lugar de ser una institución política autónoma e independiente.
Si mi tocayo quiere hacer historia como lo ha dicho, ya debe caminar por el nuevo sendero de la democracia, por el respeto a las instituciones políticas, por defender su autonomía y no inmiscuirse en los asuntos internos de los priistas. Pero tal parece que en política las cosas seguirán caminando en sentido inverso, seguirán a “contrapelo” del avance democrático.
De hecho, el citado compañero que hizo la afirmación, reconoce que existe la posibilidad de que haya un grupo destinado a aplaudirle a un muchacho que pretende meterse a las ligas políticas mayores seguramente porque mi tocayo lo pretende “potrerear” para que sea una de sus cartas con las cuales pueda jugar a mediados de su sexenio o al finalizar, según sea el caso. Por eso habla de PARLEROS ADIESTRADOS que van a ir a quemar incienso con miras a impulsar a los alfiles del gobernador en turno. No se si eso haya pasado, esto lo escribo antes del consejo, pero lo veremos hoy en las primeras planas de los periódicos.
El problema es que en el PRI hay grupos internos importantes que seguramente aprovecharán el interés del gobernador de impulsar a su muchacho para obtener importantes posiciones gubernamentales. Casi como que lo estoy viendo. “te apoyamos para que tu muchacho salga de candidato a diputado federal o senador pero danos tal y tal dependencia”. No me sorprende este tipo de conductas, son parte del colorido folcklor con que se maneja la política Náyara.
Y esto lo digo porque en el resto de los partidos no se cantan mal las rancheras. Por ejemplo en el caso del PRD, que ahorita se encuentra en proceso de cambio de dirigencias estatales, la cosa está igual. ¿O no nos acordamos ya de cómo el judas Acosta Naranjo tenía el consejo estatal a su modo? ¿No nos acordamos que había un CONSEJO QUE NO ACONSEJABA sino que acataba las “sugerencias” del traidorzazo Acosta? Si esto sucede con la autodenominada “izquierda” que se siente dueña de la democracia, entonces no nos debe asustar ni sorprender que lo mismo pase en el PRI. Es el mismo infierno solo que con diferentes diablos.
Por eso, cuando mi citado amigo de las redes sociales señala que el PRI está “alejado de su origen de pacto social y cerca de ser oficina de "candidaturas" del gobierno en turno”, no solamente toca las fibras sensibles del PRI, sino de todo el sistema político, pues en todos los partidos se “cuecen habas”, en todos los partidos hay mafias y clubes que se adueñan de las instituciones políticas e imponen candidatos a su modo. La diferencia es que ahorita está el PRI en el gobierno estatal, pero si estuviera el PAN o el PRD la cosa sería la misma. Así las cosas y ni modo, como dijeran en mi rancho, “con estos bueyes hay que arar”. robertogbernal@gmail.com
PD. Esto no es nuevo, desde la convención de 1929 en la que se fundaría el Partido Nacional Revolucionario, abuelo del PRI, los delegados estaban ingenuamente convencidos de que ellos elegirían al candidato a la presidencia de la república, pero la democracia no figuraba en la lista de las prioridades del jefe máximo, Plutarco Elías Calles. La misma historia.

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CON NAVARRO QUINTERO EN 2018 ¿Y?