Ayer escribí acerca del tema de la corrupción y de cómo este fenómeno no sólo es difícil de eliminar, sino que además compartí mis opiniones sobre los efectos nocivos que ejerce sobre la legitimidad y la credibilidad de nuestras instituciones. Hoy seguimos opinando sobre el mismo tema. Eliminar la corrupción también es impostergable para atraer inversión. Si las empresas y los inversionistas en general observan que la aplicación de regulaciones es arbitraria, los inversionistas tienen menos incentivos para invertir. Este es el caso de muchas empresas que han querido venir a Nayarit pero mejor se alejan al ver el grado tan elevado de corrupción gubernamental. De hecho hay funcionarios públicos que llegan al grado de decir “secretamente” que, por ejemplo en la construcción de plantas de tratamiento de agua, estos son negocios del gobernador, y las empresas se tienen que ajustar a lo que se les exija. El costo de tratamiento del metro cúbico de agua sale en 25 centavos, pero el gobierno lo paga a 1.25 o 1.50 ¿a qué se debe está práctica? Ahí es donde está el negocio gubernamental a través de prácticas corruptas. Desde luego, nuestra instancia fiscalizadora bajo el mando de un reconocido priista, jamás encontrará estas cosas, muy por el contrario, saldrán las cuentas tan claras como las aguas del río mololoa.
Otro ángulo sobre el que puede comentarse el tema de la corrupción es sobre el asunto de la competencia empresarial. Las empresas que quedarán en el mercado no siempre serán las más eficientes sino las que tienen mayor capacidad para pagar sobornos. En el caso de las plantas de tratamiento de agua, hay obras que no se licitan y se entregan a empresas que pagan altos sobornos, mientras que en contrapartida hay algunas empresas que pueden hacer esas obras pero no concursan a pesar de ser eficientes pero no pagan sobornos.
También puede verse el impacto negativo de la corrupción en los efectos nocivos que ejerce en la eficiencia y eficacia de las políticas y programas públicos. Cuando la inversión pública está supeditada a prácticas corruptas, las políticas y programas públicos están condicionados por la búsqueda de rentas. Cuando el gobernador hace un manejo discrecional, a su libre arbitrio, del ejercicio del presupuesto público y asigna selectivamente el presupuesto a territorios específicos con la consecuencia sabida de falta de integración territorial y por tanto con la generación de desigualdades sociales y territoriales muy pronunciadas, estamos ante una manifestación de esa distorsión de las políticas públicas condicionadas por la búsqueda de rentas. Caso típico de esto es la práctica del gobernador Ney González de ejercer el presupuesto público en su Riviera Nayarit, como si el resto del estado no existiera.
Hay básicamente tres situaciones en las que los intereses privados pueden dominar las políticas públicas. La primera es bajo el esquema de “la captura del gobierno”. En esta primera situación no solamente entran los funcionarios públicos gubernamentales que son financiados por intereses privados, sino también los diputados y regidores que tienen sus fuentes de financiamiento de origen privado y cumplen con el pago respectivo sobre la base de hacer leyes que beneficien a tales intereses. La segunda situación es cuando estos intereses privados tienen una “relación especial” con los gobernantes que les permite lograr favores públicos, este es el caso típico de los socios, compadres y parientes que se encuentran en el gobierno. La tercer situación es la del pago ilícito, es la corrupción administrativa que afecta la aplicación efectiva de las leyes y políticas públicas, es el caso del soborno, de la “mochada” o del “diezmo”. En estas tres situaciones se pueden ubicar cualquiera de los escándalos protagonizados por el gobierno, por ejemplo con el escándalo de las cuotas de la procuraduría que supuestamente iban a DIF, con el caso de la Riviera Nayarit, con el caso de las quemas de los archivos en el sector salud y así sucesivamente.
Hay estudios que también demuestran que la corrupción altera los valores ciudadanos. En general hay una relación muy significativa entre mayor confianza ciudadana hacia el gobierno y menor corrupción gubernamental. Por eso, esta evidencia empírica es el fundamento para sostener que en estas próximas elecciones, a pesar de la ausencia del proyecto aliancista que garantizaba el triunfo, las posibilidades de derrota del PRI son muy altas. EL gobierno de Ney es un gobierno muy pero muy corrupto y esto es un buen argumento para sostener que los ciudadanos castigarán al PRI y su estilo de gobierno, esto sin contar que la confianza ciudadana es mucho menor respecto del gobierno de Ney por el tema de la inseguridad y el endeudamiento. Así, funcionará la siguiente fórmula: inseguridad + endeudamiento + corrupción = derrota del PRI. robertogbernal@gmail.com
PD. ¿Se han fijado mis escasos lectores que ya no he opinado de Martha Elena, ni de Naranjo?.. "Hoy Las armas nacionales se han cubierto de gloria. Las tropas francesas se portaron con valor en el combate y su jefe con torpeza." Cinco de mayo de 1862, la batalla de Puebla y don Ignacio Zaragoza. www.cainay.blogspot.com
