La incertidumbre continúa. La espera que desespera sigue. Aunque ya hay indicios de que en la alianza PAN-PRD la candidata es Martha Elena, la verdad es que Acosta Naranjo aún no da su brazo a torcer y sigue con una abierta campaña de proselitismo, violando las leyes, y enseñándole la zanahoria a muchos querendones a las posiciones de representación popular. Del lado del PRI las cosas siguen igual aunque también hay indicios de que el abanderado será Roberto Sandoval.
En ambos lados, en las dos alianzas más fuertes que competirán por la gubernatura, los procesos nacionales están incidiendo en que se retarde un poco la decisión en lo local, son las condiciones nacionales las que están haciendo que el tema Nayarit quede un poco pendiente, aunque ya se acercan los tiempos. Del lado del PRI está el caso de Moreira como factor para retardar un poco la decisión, mientras que en el caso de la alianza está incidiendo mucho los amarres nacionales que está haciendo el PAN en función de la candidatura presidencial. Algunos de los querendones a las diputaciones o a las presidencias municipales no actúan porque no hay, precisamente, definición. Hay algunos que abiertamente señalan que si es Naranjo el candidato no participarán, y eso lo dicen porque saben que Acosta Naranjo es un candidato perdedor. Por esa razón, señalan a los cuatro vientos y dicen que solamente serán candidatos si la candidata es Martha Elena.
Y las cosas se van a poner al rojo vivo, porque también hay otro proceso pero en el lado del PRD. Todo mundo sabe que ese partido atraviesa por un proceso de cambio de dirigencia nacional, la cual se dará precisamente en este mes de marzo. Ahí se juega prácticamente el futuro de la alianza PAN-PRD porque una parte de los actores de ese proceso plantean la no alianza con el PAN, mientras que otra parte plantea un sí a las alianzas con los azules. Si el proceso de renovación de dirigencia del PRD se hace antes del 21 de marzo, habrá nuevas definiciones o se mantendrán las cosas como hasta ahora, todo depende de quienes sean los que asuman la dirigencia nacional. Y es que es hasta esa fecha hasta cuando se podrá deshacer las coaliciones registradas.
Pero mientras los diversos factores nacionales no se decidan, las cosas no tendrán claridad en Nayarit y por tanto, seguiremos en un estado de incertidumbre política que tensará más las cosas. Del lado de la alianza PAN-PRD puede avanzarse si se genera un acuerdo político. Pero para ello se requiere de voluntad política y sobre todo reconocer la fuerza real que de cada parte se tiene. Pero si no hay voluntad política, Acosta Naranjo seguirá con su campaña abierta de proselitismo político pues nada tiene que perder, mientras que Martha Elena tendrá que seguir con cautela, actuando con responsabilidad social para evitar que la puedan “tumbar” en la mesa. Acosta Naranjo seguirá difundiendo rumores de que es el bueno, de que ya alcanzó a Martha en las encuestas, andará ofreciendo las perlas de la virgen y los bueyes y la carreta a los querendones y a alguno que otro presidente municipal enseñándoles la zanahoria de que les dará muchos millones de pesos y en fin, toda una estrategia de posicionamiento con el fin de lograr la candidatura. Mientras que Martha seguirá con su actividad normal, cuidando siempre que la esperanza de los Nayaritas tenga viabilidad política a través de una candidatura responsable y no rijosa como ella lo representa.
Acosta Naranjo siempre ha impuesto los ritmos y las modalidades de la competencia política y ha hecho de este proceso interno un proceso inequitativo, con “dados cargados” hacia él. Y sin embargo no ha podido alcanzar a Martha Elena, quien sin hacer campaña como la de Acosta, mantiene la preferencia política en los niveles necesarios y suficientes para enfrentarse a los priistas con posibilidades de éxito. Pero esto jamás lo ha reconocido Acosta Naranjo, quien se había comprometido primero a hacer los acuerdos necesarios y declinar a favor de Martha en noviembre del año pasado. Se rajó. Después se había comprometido a declinar en febrero si los números no le alcanzaban, como es el caso. También se rajó. Y ahora pretende llevarse las cosas hasta abril, incurriendo con ello en un acto de irresponsabilidad política pues definir las cosas hasta allá significa mantener las divisiones y aumentar la tensión entre los seguidores de cada aspirante, con lo cual se pueden generar heridas que no se puedan resanar. A lo mejor también se raja en abril. Todo ello hace que el proyecto aliancista tenga mayores probabilidades de llegar débil a la contienda constitucional. En fin, por diversos factores aún no hay definición. Los “raspones” políticos continuarán. robertogbernal@gmail.com
PD. Desde esta humilde tribuna les mando un saludo y reconocimiento a dos agentes de la policía municipal que demuestran sensibilidad social y trabajo honrado. De este tipo de servidores públicos encargados de la seguridad y el orden social deberían estar llenas las corporaciones policíacas. Me refiero al policía de guardia Epitacio Rodríguez Ramírez y al de aseo y guardia los domingos y al mismo tiempo operador de vehículo, de nombre José Daniel Ramírez Hernández. www.cainay.bogspot.com
