22 marzo 2011

EL DEBATE, OTRA TRAMPA PARA MARTHA ELENA

Desde luego que los debates son buenos. Son un mecanismo idóneo para contrastar ideas, propuestas. Y desde luego que todos los aspirantes de la coalición “Nayarit, Paz y trabajo” las tienen. No hay ninguno de los tres aspirantes que no tenga sus respectivas propuestas. De hecho, su presentación son un requisito para poderse registrar como aspirante, de otra manera, sin presentar propuestas, no se podían haber inscrito al proceso de selección interna.
            Y esto hay que decirlo fuerte y quedito, porque hay toda una campañita contra Martha Elena en el sentido de señalarla como una aspirante que no tiene propuestas y que por tanto no tiene nada que hacer para estar al frente del gobierno. Son las “patadas de ahogado” de aquellos que no han podido detener el fuerte respaldo popular de Martha Elena, respaldo que se incrementará a medida que siga recorriendo comunidades tal como ya lo hace.
            Pero las propuestas de Martha Elena ahí están, registradas ante el órgano que lleva el proceso de selección del candidato. Si alguien pretende conocerlas tan sólo es suficiente como para que las solicite ante dicho órgano o acuda a los eventos que cotidianamente realiza Martha Elena a lo largo y ancho del estado.
            Ya todos nos dimos cuenta de los esfuerzos que se han hecho para tratar de exhibir públicamente a Martha Elena en ése sentido. La han tratado despreciativamente hasta como ama de casa que debe dedicarse a cuidar de sus hijos y nietos y que nada tiene que hacer como gobernadora. Pero, afortunadamente, esas posturas excluyentes y misóginas no han prosperado en el pueblo, quien sigue apostándole a la sensibilidad, al humanismo y al don de gente de Martha Elena, puesto que el pueblo sabe que ha habido políticos que son capaces pero son perversos, por eso el pueblo está convencido de que capacidad no es sinónimo de buen gobierno, tan sólo vean al gobierno actual, en el que hay capacidad pero mal gobierno.
            Ahora, con el asunto del debate entre los precandidatos, vuelven a la carga. Como lo dije, los debates no son malos, son un buen mecanismo para contrastar propuestas. Sin embargo, los debates son perversos cuando los convierten en un instrumento político de la guerra sucia, cuando los usan políticamente para denostar al oponente, para ensuciar la imagen del adversario. Y tal parece que eso está sucediendo con este debate.
            Y esto lo digo porque tal parece que no se ha acordado el formato del debate. No se ha dicho quien va a moderar las participaciones, no se ha acordado quien de los aspirantes inicia y quien termina, ni se ha acordado los tiempos de las participaciones ni mucho menos se ha dicho si habrá réplicas o nó,  así como tampoco se han acordado los temas que se abordarán. Todas estas cuestiones son importantes porque el resultado del debate depende en gran medida de cómo se organiza. El que resulte ganador del debate depende de estas cuestiones y, el resultado generalmente se refleja en la modificación de algunos puntos en las encuestas, aunque cabe aclarar que por más que se muevan dos o tres puntos en las encuestas, la diferencia entre Martha Elena y su más cercano adversario es abismal, ya no es posible alcanzar a Martha con o sin debate.
            Entonces, al no acordarse estas cuestiones, todo apunta a que el debate sea usado como un instrumento de la guerra sucia contra Martha Elena. Otra trampa para Martha Elena. Y tal parece que nuestro amigo Jorge González, es quien anda emocionado hasta el tuétano para tratar de vincular a Martha Elena con el narcotráfico aparte de tratar de exhibirla como una persona que no puede hacer un buen gobierno.
            Estos elementos no deberían darse, el debate debe ser organizado bien, con los criterios de equidad y con candados claros para evitar las denostaciones y la guerra sucia. De nada nos sirve un debate entre aspirantes que tenga como resultado el mayor encono entre la gente que apoya a uno u otro aspirante, es mejor hacer un debate decente, sin dados cargados para favorecer a un aspirante como hasta ahora han organizado el proceso de selección interna. Si no hay acuerdo en este tipo de cuestiones, es mejor no organizar el debate pues de ello se desprenderá la construcción de un proyecto de  alianza PAN-PRD débil, pues ello generará divisionismo. Digamos si al debate que fortalezca el proyecto, pero digamos no al debate usado como instrumento de la guerra sucia porque ello no fortalece el proyecto PAN-PRD. robertogbernal@gmail.com
PD. Un saludo a mi amigo, el Naranjista Carlos Treviño, quien me critica por mi postura de diciembre de 2010  que contrasta con la de marzo del 2011. No le cae el veinte de que la política es muy dinámica.


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