Ayer leí unas opiniones de un columnista que, aunque no es santo de mi devoción, si es preciso reconocer que no anda tan mal en su percepción de las cosas. Su opinión se refería a la abismal diferencia que hay entre dos aspirantes a gobernar un estado, ambos perredistas, uno aspira a gobernar el estado de México y el otro a Nayarit, uno es Alejandro Encinas y el otro es Acosta Naranjo. Y la verdad quise compartir con mis escasos lectores sus puntos de vista porque son interesantes. Su afirmación es la siguiente.
“ENCINAS es un economista que sí estudió economía y ha trabajado como economista, primero como asesor de la ONU en la CEPAL y después en la OEA, como presidente de delegaciones interparlamentarias en Vancouver y en Nairobi, en las Cumbres de Río y de la Tierra, sobre temas ambientales, fue suplente de Demetrio Vallejo y después electo diputado federal y presidente de la Comisión de Asentamiento Humanos y Obras Públicas, donde elaboró la Ley General de Asentamientos Humanos, además fue Secretario de Medio Ambiente en el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas y Subsecretario y Secretario de Gobierno en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
NARANJO dice que es economista pero nunca ha trabajado como tal. Líder estudiantil en la Escuela de Economía, organizando huelgas y sirviendo a intereses oscuros, dos veces diputado local de representación proporcional, mismos que ha ostentado como dueño del PRD en Nayarit, subsecretario de Gobierno por unos meses en el gobierno de Toño Echevarría (sexenio en el que fue encarcelado por delitos electorales), Subsecretario General, Secretario de Organización, Planeación, General y Presidente Interino del PRD, cargo al que llegó con el apoyo de los chuchos.
ASÍ DE GRANDE es la diferencia. Por un lado el profesionista que por medio de la política lucha por sus ideales y sirve a sus semejantes y el grillero que nunca ha trabajado y que usa la política para obtener riquezas y poder, a costa de lo que sea.
POR ESO tienen posturas distintas como aspirantes a gubernaturas sobre las alianzas PAN-PRD. Encinas, contrario a las coaliciones, sabe que gobernar es una responsabilidad que requiere principios, respeto a estatutos, plataforma electoral ser congruente con el programa de acción de su partido; Naranjo, quien nunca ha gobernado, promotor de esas coaliciones, hace a un lado todo eso y considera que con tal de ganar una elección se vale engañar, porque el objetivo no es servir a la gente, sino llegar al poder.
ALEJANDRO ENCINAS, al aclarar que si el resultado de la consulta ciudadana es que se alíen el PAN y el PRD él no aceptará la candidatura, está expresando un respeto al elector de uno y otro partido, en cambio Acosta Naranjo, quien entregó su partido a Los Pinos, está encantado con las coaliciones, aunque el ciudadano sea engañado, con tal de tener más dinero para comprar residencias y ranchos y más poder para su grupo”.
Ése es el punto de vista. Sobre él habrá seguramente muchas opiniones. Vendrán aquellas que de inmediato descalificarán a su autor porque lo ligarán a las huestes del PRI, por ser un columnista con preferencia política hacia los tricolores. Habrá otras que las verán con indiferencia y sin la mayor trascendencia en la vida estatal. También puede haber aquellas que coincidan plenamente con el columnista o puede que hasta se presenten aquellas que digan que es totalmente falso lo que ahí se afirma. También pueden presentarse aquellas que justifiquen a Acosta Naranjo y lo vean como el mesías de Nayarit que vendrá a salvarnos de la miseria, la inseguridad, la injusticia, la impunidad y la corrupción, en fin, puede haber posturas diversas ante este punto de vista por demás interesante.
Sea como fuere, lo importante aquí es que se pongan a la luz, que la sociedad Nayarita valore las diversas opiniones y se forje una opinión propia sobre los diversos personajes de la vida política nacional pero también sobre la trayectoria de quien quiere gobernarnos. Con toda certeza, habrá quienes señalen que si con respecto a Acosta Naranjo la diferencia es abismal, con Martha Elena la diferencia es no sólo abismal, sino ultra abismal. Como dicen los abogados, aceptando sin conceder que eso puede ser cierto, no menos cierto es que a Martha Elena la quiere su pueblo y Acosta trata de conseguir aceptación social sobre la base de promoverse políticamente con el dinero del pueblo y usando las estructuras de poder, Martha no. robertogbernal@gmail.com
PD. Carlos Treviño me dijo: Discípulo de Caligula, que tomo antidepresivos o algún otro estimulante (no sé si cocaína, mariguana, peyote o de perdis resistol cinco mil) cuando escribo, y que soy el ala primitiva de los seguidores de Martha. Todo por la siguiente afirmación: “¿Cuál es la ventaja de Martha Elena? Pues que tiene a dios de su lado, tiene al pueblo de su lado, por eso no la han podido bajar del macho…” Es una afirmación en la que traté de recordar aquella frase histórica de Toño Echevarría: la voz del pueblo es la voz de dios” Y en política, así es, la voz del pueblo es sagrada. Pero por eso, recibí esa andanada de descalificaciones de mi amigo Carlos Treviño. Es una lástima, pensé que había más inteligencia, pero tal parece que es un problema de irrigación sanguínea en el cerebro. www.cainay.blogspot.com