Es tiempo de paz, de amor. Por eso, esta columneja, que escribo este 24 de diciembre, no será para andar de criticón como es mi costumbre, sino para desear felicidad a todos, desearles armonía en sus hogares, con sus familias y amigos. Y desde luego, comentar lo que me gustaría que sucediera en Nayarit, y sobre todo, describir cómo me gustaría que fueran los principales actores políticos que llevan las riendas de la construcción de nuestro futuro y de las que quieren llevarlas.
Enemigos políticos, narcos, sicarios, secuestradores, jueces corruptos, demagogos, políticos farsantes y otros mediocres, falsos redentores, ladrones, prostitutas, lesbianas y homosexuales, pederastas, fraudeadores, cínicos y sinvergüenzas, abogados transas, pseudoperiodistas y mal informadores, todos, absolutamente todos, tienen el perdón de dios. En esta noche buena, debe pues servir para amar a nuestra gente.
Sin embargo, en cada arbolito de navidad siempre se cuelgan las cartitas donde se piden los deseos. Yo ya hice una a Santa Claus, espero la hayan leído. Sólo le pedí dos deseos, esperando me los cumpla, pero como hoy es la noche buena y mañana la navidad, aquí va un solo deseo.
Quisiera que en Nayarit tuviéramos un político estadista, un hombre o mujer que hiciera de la política la razón y fin de su vida, pero no para saquear, no para corromper, no para hacer clientelismo político desde el poder, no para traficar desde el poder, no para favorecer a grupos o clanes de amigos y compadres, sino con el único interés de servir, sin pensar en lo que recibirá a cambio, sino sólo servir, ayudar, apoyar al pueblo.
Hay políticos Nayaritas que, como dijera Ciro Gómez Leyva, no están dotados genéticamente para la grandeza, esa grandeza que se constituye no con amasar fortunas desde el poder, no con acumular dinero y riqueza, sino aquella grandeza que se deriva de dejar huella en el pueblo cuando se asume con una actitud digna, con ausencia de soberbia, con la cercanía con los más desprotegidos, con su auténtica defensa de las libertades, con su genuino respeto hacia los demás y el respeto a la pluralidad. Hay políticos pobres, que son tan pobres, pero tan pobres, que lo único que tienen es dinero.
Nayarit ha tenido muchos políticos, pero son pocos los que dejan esa huella. No todos los políticos Nayaritas se han grabado positivamente en la mente del pueblo, son escasos los reconocidos. Y no han dejado esa huella que trasciende porque sus obras en general no han sido tan eficaces como para sacar a Nayarit del pozo en que se encuentra, sus obras no han sido lo suficientemente fuertes como para erradicar la escandalosa pobreza en que vivimos los Nayaritas, amén de otros aspectos.
Hoy que es noche buena y mañana navidad, quisiera que apareciera ése político, que no caudillo, que tomara la riendas estatales para construir nuestro nuevo Nayarit. Pero veo el panorama muy incierto. En el PRI, por supuesto que los menos malos son Gerardo y Raúl. En la oposición sólo se alcanza a ver a Martha Elena. Acosta Naranjo pudo haber sido ése político, pero lo besó el diablo y perdió la proporción de las cosas, se convirtió en esa clase de políticos de los que ya estamos hartos los mexicanos, de esos políticos traficantes del poder, que han llegado a comportarse como simples bandoleros de la política. De Manuelito Pérez ni para que desgastarse en escribir sobre él.
Ese político al que me refiero, debe ser capaz de reconocer sus propias limitaciones para rodearse de personas capaces en la organización y planificación, en el corto, mediano y largo plazo, de la problemática que aqueja al pueblo para que le diga a éste, abiertamente y sin tapujos, hacia donde puede dirigir al pueblo, cuáles serían las transformaciones que haría para mejorar el bienestar y la calidad de vida de los habitantes. Si nuestros políticos dejaran de comportarse más como políticos y actuaran más como estadistas, los Nayaritas no estuviéramos viendo las guerras intestinas en los partidos por las candidaturas. Pero seguimos estando “chaparros”, seguimos siendo unos políticos enanos que seguimos pensando en arribar al poder para hacer lo que hacen todos los políticos que hasta ahora hemos tenido. Por eso, en esta noche buena y navidad, pido que dejemos de ser más políticos y pensemos como estadistas. robertogbernal@gmail.com
PD. ¡FELIZ NAVIDAD!
