Ayer asistí al foro sobre seguridad pública. Son foros que está convocando el Partido Acción Nacional. Mientras ahí éramos testigos de las participaciones de los foristas y de Roberto Gil, quien es el precandidato casi oficial para ocupar la dirigencia del PAN a nivel nacional, en ése mismo instante se daba otra matazón de personas ahí por la avenida Rey Nayar. Cerca de la oreja me susurró un amigo para decirme: “van 16 y cinco heridos”. Los foristas desgarrándose las vestiduras para hacer sus reclamos acerca de la inseguridad, Roberto Gil alabando la política de Calderón en el tema del combate al crimen organizado y los asistentes con mucha confusión y otros con impotencia.
Casi me desmayo cuando Ramón Cambero, presidente del PAN estatal, dijo que en la justificación para que le aprobaran al gobernador sus 1700 millones de préstamo, no había ningún cinco, así como lo leen mis estimados como finos lectores, ningún cinco para el rubro de la seguridad. Luego también recordé cómo muchos amigos de las redes sociales, fueron capaces de organizarse y salir a la calle para protestar contra la violencia que unos jóvenes habían ejercido sobre un perro y ahora, donde diario hay asesinados, no hay protesta. Y también doy fé de las tibias acciones de nuestra oposición ante éste problema que ya raya en el pánico social.
Gritos y reacciones aisladas, declaraciones huecas de políticos, temor de la ciudadanía, indolencia y complacencia del gobierno ante éste problema, anhelos de que nazca un líder que nos salve de estas situaciones son hechos típicos de un pueblo desorganizado y en estado de indefensión. Y tal parece que ya estamos aceptando que esto sólo puede cambiar hasta que haya un nuevo gobierno. Ya decimos: ¡Al cabo falta poco! Y eso no es otra cosa más que el rostro de la apatía, a veces de la indolencia pero también de la impotencia. Ése ¡Al cabo falta poco! ¿Cuántas muertes más significan?
El gobernador ya es incapaz de tapar el sol con un dedo. Pero los políticos no se atreven tampoco a presionarlo. De hecho, en el citado foro sobre seguridad pública, al precandidato a la dirigencia nacional del PAN le hicieron la siguiente pregunta: ¿Puede usted desde su investidura como diputado federal hacer las acciones que sean necesarias para que se investigue si el gobernador tiene nexos con el narcotráfico? Y bueno, Roberto Gil, muchacho joven pero con mañas de viejo muy bien aprendidas, nos dio una cátedra de demagogia y palabrería hueca, se lanzó un “rollo” en el que no dijo nada pero se escuchó bonito. En esencia no se comprometió a nada.
Y así vamos pasando nuestra vida, esperando los momentos de elección de autoridades para ver la posibilidad de que llegue un gobierno diferente al del PRI para que de verdad enfrente el problema, mientras tanto, seguimos aceptando el estado de cosas, por temor, por impotencia, por indolencia o apatía. Y en esa espera, muchas familias van viendo cómo asesinan a sus hijos, son presas de extorsiones o secuestros, de balaceras y todo ése tipo de acciones muy propias de un estado de inseguridad ciudadana.
La estrategia de Calderón para combatir el crimen organizado no ha dado resultados. Roberto Gil dijo que sí, y dio datos: que había más vehículos decomisados, que había más detenidos, que había más armas decomisadas. Lo cierto es que los vehículos decomisados, son los que se roban los delincuentes a los ciudadanos para hacer sus fechorías y eso no tiene por tanto ningún efecto para debilitarlos. Si detienen a cinco delincuentes se incorporan cincuenta. Si decomisan armas, o se las regresan las mismas corporaciones o adquieren más en el mercado, es buen negocio.
De la estrategia de combate el crimen en Nayarit ni qué decir. Simplemente no hay estrategia, hay sólo poses demagógicas que ya rayan en la “chunga”, en el cotorreo. Y ante este panorama, es muy comprensible la pregunta que está como titulo de la presente columneja: Para renunciar ¿Cuántos muertos necesita señor gobernador? robertogbernal@gmail.com
PD. Nos informan que ya hay “mano negra” para que Martha Elena no pueda hacer movilizaciones de todo el estado hacia Tepic para el día 31 a las once horas. Ya le bloquearon la contratación de camiones con la perversa finalidad de que el evento de concentración sea completamente deslucido. Aparte de que andan corriendo el rumor de que habrá balaceras y que por tanto habrá mucho riesgo para quienes asistan. Es responsabilidad del gobierno dar seguridad a esta manifestación pacífica que es un encuentro de amigos de Martha Elena. Pero también hay “fuego amigo”, aunque este es de menor importancia porque sólo se está convocando a las gentes para que no asistan a este evento. Independientemente del fuego amigo y enemigo, es necesario decirles a los ciudadanos que no nos atemorizarán más, que mantengamos la calma y asistamos a dicho evento para darle el espaldarazo político a nuestra amiga Martha Elena, ella es la única que puede dar la batalla para lograr triunfar y construir un nuevo gobierno, que nos dé mayor seguridad. www.cainay.blogspot.com
