A raíz de que publiqué las amenazas de muerte que sobre mi persona realiza presuntamente el “pelón” Hernández Escobedo, salieron en su defensa, los integrantes de la asociación que lleva por nombre la presente columna. No se quienes son los miembros de la citada asociación de universitarios, sólo sé que quienes firmaron dicha carta no son más que un simple par de mandaderos, serviles y abyectos, aparte de mediocres, del sempiterno dirigente sindical del SETUAN. El “pelón” no tuvo el valor civil para demostrarle a la opinión pública que no tiene cola que le pisen, que no es cierto nada de lo que lo señalan infinidad de universitarios, no este pobre escribano de la trinchera. Tuvo que escudarse en éste par de inútiles, quienes seguramente por prestarse a hacerle los mandados al “pelón”, esperan un premio de consolación en algún puesto de la administración universitaria.
El par de sicarios periodísticos que envió Luis Manuel, el “pelón” , a golpearme ante la opinión pública son: Marcial Heriberto Arroyo Avena y Maclovio Avalos Montoya. Lo primero que dicen este par de sinvergüenzas es que tienen mucha indignación por lo que publiqué. Si eso hicieron con mi publicación en la que no tienen vela en el entierro, ahora que me dirija a ellos espero que no se suiciden. A ellos les quiero decir que para tener indignación hay que tener dignidad, un valor que implica decoro, decencia, valores que por supuesto están ausentes en este parecito de marras. ¿O hay mucha decencia y decoro en quien se jacta públicamente de ser cómplice de un presunto corrupto y “mañoso” como Luis Manuel alias el “pelón”? Eso si, admiro su “valentía” para defender a su amo, porque no les importa aparecer ante el público como lo que son: dos enanos mentales que están al servicio de quien se cree dueño de la Universidad.
Luego dicen que están cansados (¿De que?), molestos (¿Por qué?) y hartos de ver cómo he denostado y he mentido sobre Luis Manuel Hernández. Díganle a su amo que saque la cabeza, que él se defienda de lo que le señalan muchos universitarios y la sociedad. Yo solamente difundo la información que me hacen llegar. Díganle que le explique a la sociedad y a los universitarios cómo es que se ha enriquecido escandalosamente esa “honorable” persona a la que tanto defienden, díganle a la sociedad y a los universitarios cómo un simple dirigente de un sindicato se da el lujo de tener propiedades a más no poder por sí o por interpósitas personas, de hacer escandalosas apuestas en gallos y carreras de caballos, de enviar a estudiar a sus hijos al extranjero, de darse el lujo de viajar a donde le de su gana y esto sin revisar sus cuentas bancarias de él o de sus familiares. Por cierto también díganle a la sociedad las razones de haber construido el cendi al interior de la UAN cuando Roberto Ceceña había donado el terreno para ello precisamente donde están ahora las oficinas del SETUAN junto con los locales comerciales. Por cierto, sería conveniente saber a nombre de quien está ése terreno. Díganle a los trabajadores universitarios que Luis Manuel tiene unas razones muy honorables para quitarles la pensión del seguro social, díganles a las trabajadoras universitarias de pesquera que Luis Manuel tiene unas razones muy decentes para proteger a los acosadores sexuales, díganle a las mamás de los niños que Luis Manuel tiene unas razones muy decentes para proteger a las torturadoras de niños en su primaria y en el cendi, díganle a la sociedad que la primaria que tiene en terrenos universitarios no es negocio personal y familiar y que es el ejemplo típico de corrupción y díganle a Luis Manuel que si está dispuesto a que le hagan un antidoping muy decente para demostrar públicamente que no se droga con cocaína a fin de que la sociedad no tenga esa imagen de él ni hagan comentarios en ése sentido.
Luego ponen a Luis Manuel como un ejemplo a seguir. Que es un líder universitario que ha contribuido al desarrollo de nuestra institución. Sólo espero que algún día este parecito sea más explícito en esa contribución. También se lamentan porque según ellos desprestigio a una persona pública. A esta afirmación les digo dos cosas: 1) Para desprestigiar a alguien se necesita que tenga prestigio y en Luis Manuel Hernández Escobedo es difícil apreciarlo, es imperceptible y 2) Si es una persona pública está sujeta al escrutinio público, así que no les sorprenda que se hable del sujeto. Si este par de enanos mentales tuvieran un poco de cerebro, se fijarían en dos cosas: 1) No me darían material para estar exhibiendo las denuncias e informaciones que sobre Luis Manuel se realizan, quien seguramente ha de estar enojado por la supuesta defensa que le hicieron y 2) Su cerebro les debió decir que a quien deberían defender es a la Universidad, a la institución y no a un presunto corrupto y mañoso.
Me piden dos cosas. 1) Una disculpa pública ante la serie de calumnias y denostaciones hechas a Luis Manuel. Desde luego que espero me disculpe la sociedad por no darles datos más certeros, ni fotos o videos que demuestren de todo lo que acusan a Luis Manuel, pero, ¿No les basta todo lo que se ha publicado de él hasta por otras personas?; 2) También me piden mayor ética en mi trabajo como son las fuentes de información de todo lo que difundo. Para que me pidan ética deben tenerla, deben tener autoridad moral y la verdad, ¿Quién no conoce a Marcial Arroyo y al amigo Maclovio? Todos en la Universidad les conocemos su larga cola. Pero si la sociedad y los universitarios dicen que Luis Manuel Hernández está presuntamente vinculado al crimen organizado, si los universitarios me dicen que es un corrupto, lo que puedo darles, ante una autoridad que lo requiera, son nombres de quienes me lo dicen. Esos nombres por supuesto que me los guardo, porque eso es un privilegio que tenemos los que nos dedicamos a estos menesteres y que por supuesto no pondremos en riesgo su integridad física. Con que el “pelón” me amenace de muerte a mi es suficiente. robertogbernal@gmail.com
PD. ¡Los burros hablando de orejas! www.cainay.blogspot.com
