He publicado un sin fin de entrevistas a Jesús Silva Gámez, un profesor universitario a quien “asesinaron” laboralmente en la Universidad Autónoma de Nayarit sobre la base de eliminarlo de la nómina universitaria de una quincena a otra. En ese asesinato laboral, se le armó un expediente hecho con las “patas” con tal de legalizar su asesinato. Los asesinos son parte de las autoridades universitarias, son parte de la junta local de conciliación y arbitraje y del juzgado de distrito con sede en Mazatlán Sinaloa. Firmas falsas, documentos apócrifos, fechas que no coinciden, domicilios falsos donde supuestamente se le notificaba, en fin, toda una “cajita de pandora” el expediente sobre el que “asesinaron” al profesor, quien tuvo la desgracia de haber cometido un único delito que fue precisamente, denunciar la corrupción universitaria estando él al frente de la escuela de medicina veterinaria y zootecnia de la UAN.
Las autoridades actuales de la Universidad se han negado permanentemente a hacerle justicia, sin embargo, Silva es como esos perritos de pelea que no se rajan y prefieren “morirse en la raya”, ya lo ha demostrado con el caso Aquanova, por ello mismo, está dispuesto, como lo dijo, a llevar su caso hasta las instancias internacionales de justicia. De hecho, me ha mencionado que hoy, México está castigado internacionalmente en materia de justicia y derechos humanos y por tanto, casos como el suyo, le permiten a México “levantarse el cuello” una vez que los resuelvan. Incluso me ha mencionado que el actual titular de la comisión nacional de derechos humanos, ha declarado públicamente que no tolerarán más abusos ni tolerarán crímenes avalados con documentos apócrifos. Una vez que se agotaron las instancias estatales para hacerle justicia, Silva intensifica su lucha ahora en el nivel nacional, acudiendo a diversas instancias civiles, políticas y oficiales. Hoy sólo voy a dar a conocer el documento dirigido a Felipe Calderón con su respectiva copia a Raúl Placencia Villanueva, que entregó personalmente en México en los Pinos, o sea en la presidencia de la república, y en la comisión nacional de derechos humanos. Dicho documento tiene los sellos de recibido de ambas instancias con fecha primero de diciembre de este año. Dice así.
“Quienes hemos seguido su trayectoria política, tenemos en mente la insistencia y el énfasis que ha dado en sus discursos, invitando a los Mexicanos a ser mejores ciudadanos, a la altura de las circunstancias en ésta lucha contra la corrupción y la impunidad en cualquiera de sus formas, sin importar la posición ni el nombre de quien las esté cometiendo. Usted desea un cambio de fondo y esa actitud ha trascendido en el ámbito internacional generando importantes comentarios de apoyo.
El suscrito, Jesús Silva Gámez, nunca ha comulgado con la idea de que la corrupción es el lubricante del sistema, ni ha frenado su quehacer ciudadano por que la impunidad y la represión sean al anuncio espectacular para que se acate el modelo. Por esto que pienso y con la intención de colaborar con esta decidida actitud presidencial, permítame denunciar ante usted, un caso verdaderamente lamentable por tratarse de corrupción, impunidad y represión cometidas por una Universidad Pública, en acuerdo con instancias de impartición de justicia estatales y federales, afectando el desarrollo de mi familia y de mi persona.
Por exceso de confianza, quienes han practicado el abuso de poder en contra de Jesús Silva Gámez, han dejado huellas imborrables y vergonzosas, máxime que han sido emitidas por una Universidad Pública. Si no denunciara este caso, estaría aceptando que la corrupción es requisito indispensable para vivir en México, estaría aceptando que la corrupción es más fuerte que el estado de derecho, estaría aceptando que la educación tiene que ir de la mano con la corrupción.
En los anexos a la presente se encuentran documentos que dan evidencia de este caso de represión disfrazado de laboral donde se observan las huellas imborrables de la corrupción cuando se practica con torpeza y exceso de confianza. Es verdaderamente lamentable que la Universidad Autónoma de Nayarit practique el abuso de poder y la represión en contubernio con el Sindicato de Personal Académico de la misma (SPAUAN), con gobierno del estado, con la junta local de conciliación y arbitraje, con el primer tribunal colegiado del 12° circuito en Mazatlán, Sinaloa y con la suprema corte de justicia de la nación. Afortunadamente esta denuncia ha podido ser ampliamente documentada gracias a la ley de transparencia y acceso a la información pública. También ha sido publicada, exhibiendo los vicios y deformaciones que los funcionarios públicos corruptos pueden poner en práctica para violar con impunidad los derechos humanos y permitir la corrupción con el visto bueno del entorno político-burocrático. Atentamente. MVZ Jesús Silva Gámez, domicilio conocido, Jolotemba, municipio de San Blas, Nayarit, teléfonos 3112408390 y 3279789705”. Ése es el texto íntegro del documento y su correspondiente visita personal a la presidencia de la república y a la comisión nacional de los derechos humanos. Existe la posibilidad de que Silva se ponga en huelga de hambre frente a los pinos con una gran manta exigiendo respeto a los derechos humanos, ¿Se llegará a ése nivel? Lo acaban de hacer los del SME en gobernación. robertogbernal@gmail.com
PD. Mientras los funcionarios públicos que tienen que ver con el asunto del relleno sanitario dicen no al mismo en las faldas del cerro de san Juan, y lo mismo dicen los expertos científicos en asuntos ambientales y ecológicos, el orate presidente municipal de Tepic, Roberto Sandoval, con su alto nivel académico y científico de tercer año de secundaria, dice que sí. ¡Digamos no al reemplacamiento! Levantemos la voz para evitar otro acto criminal a los bolsillos de los ciudadanos. ¿No basta con más iva e isr, no basta con que en Nayarit seamos de los estados que tenemos más impuestos (trece) sino que ahora se les ocurre otro? ¡Cambio mis placas por gobernador nuevo! www.trincherauniversitaria.blogspot.com