Acosta Naranjo quiere ser gobernador de Nayarit y creo que sería muy buen candidato, sin embargo, la sombra de la corrupción está ensombreciendo su panorama. Si Acosta Naranjo tiene en firme su intención, si Acosta Naranjo trae en serio su aspiración a ser gobernador, entonces tiene la obligación política y moral de que su imagen y su persona no sean ensuciadas por la sombra de la corrupción que lo está cobijando. Ya ha sido criticado por muchos, algunos con razón otros sin ella, y no es nada favorable para sus aspiraciones que se le eche más leña al fuego. Pero, ¿Cuál es esa sombra de corrupción?
Aunque él no está implicado directamente, su esposa, Sonia Noelia Ibarra, sí lo está. Resulta mis escasos como estimados lectores, que en la semana pasada, en un prestigiado diario de circulación nacional, durante tres días consecutivos se publicaron datos acerca de los posibles malos manejos de los dineros del Congreso de la Unión, de parte de mi estimada amiga Sonia. Primero dieron cifras de 29 millones de pesos y luego otras correspondientes a los finiquitos de los diputados por una suma de 400 millones de pesos. Tal parece que hay gato encerrado en el manejo de esos dineros. Si a este escribano le preguntaran si cree que Sonia Ibarra, la esposa de Acosta Naranjo, se robó ése dinero y si hizo mal uso del dinero, yo respondería que no lo creo, conozco personalmente a Sonia y desde luego a Acosta, y no creo que hayan sido capaces de robarse los dineros públicos que le corresponden a la fracción del PRD en el Congreso. Por eso mismo, por el bien de un proyecto de gobierno que aglutina a todas las fuerzas políticas que tienen la pretensión de sacar de palacio de gobierno a las mafias priistas que actualmente nos regentean, es necesario que Acosta Naranjo asuma públicamente una postura respecto al fuerte y directo cuestionamiento que se hace respecto de esos recursos. No se puede poner en riesgo los intereses del pueblo por acciones como esas, por eso mismo, le reclamo a Acosta Naranjo que asuma su responsabilidad social con el pueblo de Nayarit y se limpie de esas acusaciones que pesan sobre su esposa, pero que le afectan directamente también a él. No puede Sonia Ibarra llegar a querer ser la primera dama del Estado en esas condiciones de cuestionamiento social.
Pero eso no es todo. Ya es un secreto a voces el rumor generalizado acerca de los beneficios económicos que Acosta Naranjo obtuvo por su favor a Calderón con el asunto de la reforma energética. El rumor consiste en que Calderón les dio a la fracción parlamentaria del PRD varios permisos de gasolineras para que se los distribuyeran entre la fracción parlamentaria del PRD, una especie de pago por los servicios prestados por el aval que le tuvieran que dar a Calderón a cambio de apoyarlo en su objetivo de hacer una reforma energética. Eso, aquí y en China también se llama corrupción. El rumor dice que se los repartieron entre Chucho Ortega, Navarrete, González Garza y Acosta Naranjo, a éste último tal parece que le dieron cinco permisos. Aquí también, si a este escribano desquehacerado le preguntaran si es cierto que los perredistas se vendieron a Calderón por algunos permisos de gasolineras (aparte de entregarles el partido derrotando a Encinas mediante el uso faccioso de las instituciones, lo cual fue muy evidente), yo diría que no, que no es cierto que los hayan comprado como “puercos flacos”, yo no creo que por tener el partido y unos cuantos negocitos de gasolineras se hayan vendido a Calderón los principales dirigentes de lo que representa un proyecto alternativo de nación.
Pero por eso mismo, Acosta Naranjo tiene la obligación moral y política de declarar públicamente su postura respecto de éste tipo de rumores. Si no son ciertos seguramente que no le debe preocupar, porque quien acusa debe probar, pero aparte de que los rumores en política cuentan, lo cierto es que quien aspire a ser depositario de la voluntad popular, quien aspire a ser el gobernante del pueblo de Nayarit, no debe ser una persona cuestionada socialmente por éste tipo de actos. Yo no digo que eso sea cierto, es más, conozco a Acosta Naranjo y creo que tiene muy firmes sus principios en el sentido de no tener doble moral, una la del discurso de la honestidad y la democracia y otra a la hora de los acuerdos en lo oscurito. Naranjo, por el bien de los Nayaritas, clarifica éstos asuntos a la opinión pública. Si el PRD pretende ser un proyecto de gobierno viable para los Nayaritas es importante ser congruente entre lo que se dice y lo que se hace, los Nayaritas veríamos eso con buenos ojos. robertogbernal@gmail.com
PD. ¡Esta semana el capítulo 55 de la novela del matón de vacas! No te la pierdas, la puedes ver en www.anecdotasesino.blogspot.com Dicen que Roberto Sandoval en la última fiesta que tuvo, se puso “hasta las manitas”. Vió a una persona vestida de negro, se le acercó y le dijo: a ver, que baile la viudita conmigo esta pieza. La persona molesta le dijo: Señor, yo no voy a bailar con usted por tres motivos: Primero porque es usted un borracho mal educado, segundo porque el himno nacional no se baila y tercero porque aunque ande de negro no soy la viudita, yo soy el obispo. ¿Será cierto?