Dado el cochinero político que los
ciudadanos estamos presenciando después de las elecciones (y antes también)
unos amigos columnistas, en tono de burla dijimos: ¡mejor vámonos al PRI! Y es
que estamos viendo tanta pudrición, tanta prostitución política que hasta nos
dijimos: ¡¡Ney, ya te extrañamos!! ¿la razón de eso? La verdad es que ante
tanto mierderío lo único que nos queda a los ciudadanos es agarrar las cosas de
“botana” en lugar de quejarnos o inconformarnos, de nada sirve.
Cuando
se dio la decisión del TRIFE, donde se recomponía el congreso y se dejaba en
minoría al PRI, la verdad es que esa minoría sólo duró apenas dos días y de
inmediato se recompuso. Aparecieron los recargones al PRI de otros diputados y además,
con la decisión del TRIFE pusieron diputados que fácilmente se va a convertir
en “aliados” del PRI. Como a los cerdos, con un poco de maíz y se tranquilizan.
Y
es que la disputa por el poder en Nayarit no tiene nada de ideológico, no es un
problema de ideología. La disputa es simplemente una pelea de intereses
personales y de grupo. Por eso el filósofo y pitoniso ex gobernador de Nayarit,
Toño Echevarría, atinadamente pronosticó que no existen más que dos partidos:
el de los vivos y el de los pendejos.
Es
precisamente esa prostitución política la que explica que haya diputados que de
inmediato se declaren independientes u otros de plano se sumen a un partido diferente
al que los postuló u otros más permanezcan en su partido pero en la toma de
decisiones hagan acuerdos en lo oscurito. Pero todos se cortan con la misma
tijera, todos buscan afanosamente su beneficio personal y de grupo. Por eso no
causa extrañeza que haya tanto diputado y político Brincolín.
¿O
me pueden negar que Ramoncillo Cambero y compañía no harán, como lo han estado
haciendo, acuerdos en lo oscurito con el gobernador del estado? ¿O me pueden
negar que el Judas Acosta Naranjo no hace acuerdos en lo oscurito con el
gobernador? De otros políticos de otros partidos de oposición tampoco cantan
mal las rancheras, ¿o no es cierto? Todos pactan, todos acuerdan, todos
negocian para sacar raja política y
beneficiarse.
Ah
pero si algunos ciudadanos decidiéramos irnos al PRI, seguramente que nos quemarían
vivos en leña verde ante la opinión pública, casi estoy seguro que nos crucificarían
porque se tomaría como un pecado mortal el que ciudadanos libres o algunos que
militamos en otro partido, en el que no nos toman en cuenta ni siquiera para juntar
la basura de las oficinas o limpiar el excremento de los políticos que ahí pululan,
decidiéramos incorporarnos a las filas del tricolor, al que algunos llaman de
las mil mañas y quien sabe que más, como si los demás partidos no están
cortados con la misma tijera, incluso son hasta peores en muchos casos que los políticos
del PRI.
Los
políticos prostitutos de los partidos no han entendido el mensaje que el pueblo
les envió con su voto. El PRI, si revisamos los resultados electorales, quedó
con un alto grado de deslegitimación social, lo cual quiere decir
coloquialmente que un chingo de ciudadanos Nayaritas le dieron la espalda. Pero
eso, en lugar de aglutinar a los partidos de oposición al PRI, lo que hicieron o
harán por los intereses que representan, es ponerse a su servicio, lo cual no
es sorpresa, es más, hasta están actuando bien porque se pondrían del lado del
partido de los vivos y no de los pendejos como dice el pitoniso.
Por
eso, desde aquí les digo a mis escasos cuatro lectores que no se sorprenden de
que haya ciudadanos que se cambien al PRI, todo mundo busca su propio interés o
su propia proyección y, como la lucha no es ideológica sino una lucha de
intereses, es hasta cierto punto normal que se justifique ese tipo de
decisiones. Si todos pactan con el PRI, si todos acuerdan con el PRI, ¿por qué
no lo pueden hacer los ciudadanos mortales o aquellos militantes que han estado
excluidos de sus propios partidos por las mafias partidarias? robertogbernal@gmail.com
PD. Los partidos políticos vistos como
instituciones que deben servir de canal de expresión social no son malos,
ninguno. Lo que pasa es que los políticos que los regentean los han convertido
en instrumentos de negocio personal económico y político, los han convertido en
franquicias personales y de grupo, por eso en todos los partidos se “cuecen
habas”, en todos hay gente honesta y corrupta. Lo malo es que son siempre los
corruptos los que están en las posiciones de decisión. Es parte de la renovación
moral que todas las instituciones Nayaritas requieren. www.trincherauniversitaria.blogspot.mx