Nachito Peña declaró que las causas de la crisis de la UAN son estas: “1) La contratación de personal sin reconocimiento presupuestal; 2) El déficit del fondo de pensiones;3) La falta de subsidio estatal a la casa de estudios durante 18 meses entre los años 2010 y 2011; 4) El financiamiento de programas de desarrollo académico sin el techo presupuestal respectivo y 5) Los altos pasivos con entidades del sector público”. Pongámoslas en blanco y negro.
Iniciemos con la primera: La contratación de personal sin reconocimiento presupuestal. Yo le añado: SIN DIAGNOSTICO DE LA NECESIDAD INSTITUCIONAL, VIOLANDO LAS LEYES Y CONTRATANDO CON CRITERIOS POLÍTICOS. Y esas contrataciones no son otra cosa mas que corrupción, tráfico de influencias, impunidad. En una ocasión, me contestaron ¡de manera oficial! que los movimientos de personal se hacían con base en los ¡¡usos y costumbres!! Entre los lideres de los sindicatos y el rector. Vaya cinismo. ¿Y si no había financiamiento, entonces cómo se pagaban esos salarios? Con recortarnos el nuestro un poco mas del 30%, por eso pactaban desde entonces, contratos colectivos donde los tabuladores salariales eran menores a los que autoriza la SEP y la Secretaria de Hacienda. O sea, pues, les valía un pepino firmar cada año con el gobierno del estado y con el federal un convenio de financiamiento donde se establecía el presupuesto, ellos, la mafia interna, cobijada en la autonomia universitaria, fueron gestando el estallamiento de la crisis que le tronó a Nachito Peña, a quien impusieron precisamente para seguir en lo mismo. Y es que asi lo hacían porque luego nomas estiraban la mano y les daban dinero, pero hoy se les dificultó con el ascenso de López Obrador quien esta dando muestras de combatir a los corruptos. Por eso, el rescate de la UAN no puede ser un cheque en blanco para la mafia universitaria, como tampoco el costo de la crisis lo debemos pagar los mortales universitarios.
El ingreso y promoción del personal académico, según la ley, se hace con base en exámenes de oposición. En la UAN no existe eso. En el caso de trabajadores administrativos, se hace con base en la evaluación que la comisión mixta respectiva dictamine. Ese dictamen debe ser público. Pues no existe la tal comisión mixta, ni mucho menos hay dictámenes y mucho menos son públicos. Todo es discrecional. Lo mas aberrante es que en este sector se da de manera muy abierta la compra-venta de plazas.
Esa añeja practica de corrupción, que es con la que construyen mayorías en las unidades académicas y en los sindicatos controlando las posiciones con directores, representantes estudiantiles y lideres sindicales afines, y ganar elecciones con el nombre de la democracia, es añeja. Lo ultimo que supimos fue que Juanito López Salazar regaló 50 plazas de tiempo completo a la FEUAN para poder imponer a Nachito Peña como rector. Habria que ver si eso de las 50 plazas es cierto, lo cual se antoja difícil porque no hay transparencia en la nómina. En los datos que publican en la pagina de transparencia de la UAN, por supuesto, no ponen la fecha de ingreso de los trabajadores, porque con ello también veríamos cuantas gentes ha contratado Nachito Peña bajo esa práctica de corrupción, en contubernio con el anciano dirigente del SETUAN, con los lideres del SPAUAN y, por supuesto, con la FEUAN.
Respecto del segundo punto, el déficit del fondo de pensiones. Para empezar, la inviabilidad del fondo estuvo vista desde el inicio porque, a Castellón Fonseca, se le ocurrió la magnifica idea de pasar al fondo, los alrededor de 300 jubilados y pensionados que estaba a cargo de la UAN. Nomas pasó el gasto, pero no pasó el ingreso. Listo el muchacho. Bajo esas circunstancias, el fondo de pensiones y jubilaciones que inició a operar en el 2003, desde el 2006 ya mostraba números rojos, por eso, a partir del año 2012 o 2013, la UAN decidió ya no llevar la contabilidad del fondo. Este fondo, dicho sea de paso, tuvo un manejo discrecional desde el año 2003 al 2006, luego se decidió incorporar la contabilidad a las cuentas universitarias y cuando se dieron cuenta que ya no podían con el muerto, decidieron separar la contabilidad. Los números del fondo nunca se transparentaron por ese manejo discrecional y es que quienes lo manejan son los que la mafia universitaria decide que estén ahí al frente. Otros temas, aparte del manejo discrecional de los dineros, es el hecho de las pensiones y jubilaciones que ahí se otorgan. Hay hasta políticos de altos vuelos que están jubilados sin haber casi trabajado nunca en la UAN pues se la pasaban de diputado a senador o de senador a diputado o hay trabajadores que tienen jubilación como docente y jubilación como administrativo o hay administrativos que tienen pensiones y jubilaciones escandalosas, mayores a cualquier docente que se supone sea de la mayor categoría y nivel. No digo nombres, se los dejo a mis cuatro lectores para que investiguen eso. Por espacio, hasta aquí la dejo.
PD. En un tiempo, este escribano de la trinchera fue candidato al SPAUAN. Eran los tiempos del rector Salvador Villaseñor y su operador en la secretaria general, Alberto Rivera Domínguez, hoy tesorero de Castellón en el ayuntamiento capitalino. Para imponer a Lozano Tovar en la dirigencia del SPAUAN, el rector de entonces, andaba como Santa Claus en Navidad, regalando tiempos completos y medios tiempos para que yo no llegara a la dirigencia. A los académicos los compraban con esa “despensa”. Decían que yo no sacaría ni los sesenta votos de la planilla. Saqué 257, Lozano Tovar el doble con todo y el “madrazo” que a la nómina universitaria se le daba para imponerlo y tener un dirigente a modo, servil. Esa practica es la que se sigue, usar el presupuesto con criterios de clientelismo político.