El primer tema solo lo tocaremos
tangencialmente porque a final de cuentas, el presidente municipal de Tepic
expresó que, a pesar de pagarles algo de lo que les debe a los trabajadores, no
puede pagar todo, sigue debiendo. Y la verdad es que dijo que a lo mejor hasta
en marzo regulariza los adeudos pendientes. Nada seguro, solo la buena intención,
como esas buenas intenciones que hay a lo largo del camino hacia el infierno.
El tema verdaderamente importante
es, para mi, el segundo. Y es importante porque habló de un 20% de la reducción
de sueldo en los trabajadores de confianza, la cancelación de algunas plazas de
confianza y la revisión de algunos comisionados que se encuentran en otras dependencias
tanto del propio ayuntamiento como en el gobierno estatal y el federal.
Este tema cobra relevancia porque en
la explicación dada por el presidente Castellón, señaló que, dado que no ve que
haya recursos extraordinarios durante este año, se va a tener que rascar con
sus propias uñas. Ante eso, les pidió a sus aliados del PAN, del PRD, del PT y
otras fuerzas políticas, su comprensión porque los va a tener que afectar. En
otros términos, se les van a acabar algunos de los privilegios que ahí tienen
quienes controlan esas franquicias partidarias. Y es que son medidas drásticas
que Castellón obligadamente tiene que hacer porque está NAUFRAGANDO en un mar
de escasez de recursos y de austeridad republicana. Ya lo expresó Castellón
señalando que, para poder dar servicios públicos, que no ha podido dar de
manera eficiente, va a tener que sacar recursos del propio ayuntamiento,
eficientándolo. No le queda otra, seguir manteniendo parásitos a costa del
dinero del pueblo ya no es posible en el marco de la cuarta transformación. O
se aprieta o se ahorca.
Dos ex rectores de la UAN son los
que están prácticamente al frente del ayuntamiento: Uno de presidente y otro de
tesorero. Castellón Fonseca y Alberto Rivera Domínguez, el buen “Riverita”. No
se si eso sea bueno para nuestro gobierno capitalino pues ambos ya demostraron
que dejaron temblando las finanzas universitarias. Ya desde entonces Castellón
no alcanzaba a pagar aguinaldos y le pedía dinero al gobernador, en ese tiempo
Toño Echevarría Domínguez, para poder pagar. No es buen antecedente y menos
cuando sabemos que gran parte de los que están disfrutando de privilegios son
universitarios que no justifican su trabajo en la UAN y al mismo tiempo trabajan
en el ayuntamiento.
Sea como sea, Castellón se enfrenta
a la austeridad republicana que lo está obligando a ser eficiente y a terminar
con algunos privilegios de sus aliados políticos. Y eso es obligado porque su
corazoncito late por ser candidato a la gubernatura y, si sigue como va, en
realidad no tiene nada que hacer en esa competencia. AMLO, al obligarlo a ser más
eficiente le está haciendo el favor para que haga un buen papel al frente del
ayuntamiento, que haga más con menos, que optimice la administración municipal.
Pero se me hace muy ojón para que sea paloma.
El tercer anuncio fue el
nombramiento de Clemente Ulloa, como el nuevo “mandamas” en los servicios públicos
municipales y unos enroques que son igual de importantes que el canto de un
gallo a las once de la mañana. Así que, el anuncio verdaderamente importante fue
el hacer público el NAUFRAGIO del ayuntamiento y las medidas de austeridad que
servirán de salvavidas para que Castellón Fonseca intente salvarse de ese mar
de restricciones presupuestarias que lo ahogan y que se refleja en su
incapacidad para resolver los principales servicios que debe dar a la ciudadanía.
PD. ¿Para qué
engañar a los pobres trabajadores administrativos de la UAN llevándolos de
carne de cañón a un paro loco cuando a todas luces se sabia que el rector iba a
pagar cuando le dieran el recurso de la federación? A pesar de que se sabe que
ya le dieron el dinero para pagar la segunda parte del aguinaldo, de todas maneras,
va a pagar cuando le da su chingada gana y el resto de las prestaciones las van
a pagar hasta febrero. Jinetear el dinero es una parte muy socorrida de las
autoridades universitarias para “agandallarse” algo de dinero a costa de hacer
sufrir a los trabajadores. Si eso se sabia, entonces ¿para que usar tan
perversamente el interés genuino de los trabajadores de luchar por sus derechos
laborales? Si en realidad se quiere poner en jaque el rector Nachito Peña,
entonces lo que procede es ponerle una denuncia penal por desvíos de recursos y
lo que resulte dado que el dinero para pagarnos está etiquetado y no deberíamos
sufrir estas situaciones de crisis de pagos. Pero bueno, la simulación política
para aparecer como redentores de los trabajadores ha sido una práctica muy común
de parte del “pelón” Hernández Escobedo, sobre todo en los ultimos tres años en
que hemos sufrido la crisis de pagos derivada de tantos años y años de tráfico
de plazas, de dar plazas por favores políticos a la FEUAN, de meter personal
administrativo de manera discrecional y muchas de ellas por compra-venta, de
ingresar personal académico sin hacer exámen de oposición, corrupción e
impunidad que ahora le llaman reconocimiento de plantilla que la han
justificado mediante la apertura de carreras sin diagnostico ni necesidad institucional
solo para justificar la incorporación de personal a la UAN.
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