Alejandro Márquez,
periodista asesinado. Serbio Tulio Berumen, Marcos Beltrán y Lenin Guardado acusados
de diversos delitos. Abisaí Barajas, con golpes en la nuca. Páginas falsas en
las redes sociales que sirven para hacer denostaciones de periodistas y
comunicadores que son líderes de opinión. En fin, diferentes formas de agresión
que denotan una embestida contra los periodistas de Nayarit.
Va mi condena contra todo tipo de
agresión, oficial y no oficial, a quienes con su trabajo cumplen con la labor
de informar a la sociedad acerca del acontecer cotidiano de nuestro país y de México.
Quienes agreden a los periodistas y comunicadores muestran su verdadero y auténtico
rostro, es el rostro de la intolerancia, del primitivismo y de la escasa
capacidad para entender a una sociedad diversa y plural.
Si las agresiones vienen de la
esfera del poder, es igualmente condenable. La primera función de un gobierno
es dar seguridad a los ciudadanos y, en el caso de los periodistas esta debe
magnificarse. La razón de ello es que su trabajo, lleva amplias posibilidades
de pisar callos y afectar intereses que ponen al desnudo ante la sociedad a
funcionarios y políticos corruptos e inmorales o ponen al desnudo los acuerdos
en lo oscurito cuando se usa el gobierno para hacer negocios. El trabajo periodístico
tiene esa alta responsabilidad social de poner en blanco y negro ante los
ciudadanos toda la retórica y demagogia de políticos y funcionarios que
trafican con el poder o hacen uso de este para satisfacer fines personales, de
grupo o de partido. Itero, si la agresión viene desde el poder entonces eso
refleja que son los políticos encumbrados en el poder quienes deben ser los
principales instigadores de tales hechos y, por esa razón, deben dar la cara a
la sociedad para dar claridad sobre los acontecimientos. Toño Echevarría García
y su Fiscal están obligados a dar la cara a la sociedad por estos hechos y garantizar
la seguridad del gremio periodístico.
Es claro que hay periodistas y
comunicadores que no son críticos del gobierno, lo cual es respetable. Algunos
de ellos se convierten en zalameros de quienes detentan el poder a cambio de un
continuo chorro de billetes. Otros, aduladores del gobierno o no, usan la
difamación, la infamia y la calumnia para desprestigiar a personas que no son
de su agrado o, en su caso, les pagan para enlodar el honor y buen nombre de respetables
personalidades. Esas agresiones son también, desde luego, condenables solo que,
una cosa son las calumnias y difamaciones que ensucian el nombre de buenas
familias y otra muy diferente es asesinar, convertir en delincuentes a los periodistas
críticos usando el poder de los ministerios públicos o de plano mandar golpear físicamente
a los periodistas.
Cuando se agrede a los periodistas
se agrede a una de las libertades más preciadas que tenemos los mexicanos. La
libertad de expresión. Mucha gente se murió en este país, mucha gente dio su
sangre, para que hoy, después de esos años de revolución donde la sangre corrió
a raudales, disfrutáramos de esa libertad que se plasmó en nuestra carta magna precisamente
por la lucha sangrienta de nuestra mexicanos, a quienes les debemos honrar con
la defensa de esa libertad. Su muerte no puede quedar en vano nomas porque hay
políticos ignorantes y mediocres que llegan al poder desconociendo la historia
de nuestro pueblo y de los frutos de su lucha, dedicándose a reprimir, golpear,
amenazar y hasta asesinar, ya no digamos quitarles apoyos económicos, a quienes
no se hincan ante sus designios.
Se dice que desde la fiscalía se están
inventando delitos. Eso me recuerda el nefasto periodo de Ney cuando quiso
reformar el código penal para convertir en delincuentes a todo aquel que, a su
juicio, “desestabilizara” las instituciones. La sanción era ser encarcelado por
seis meses como mínimo sin derecho a fianza. En ese tiempo, a este escribano de
la trinchera le hackearon el correo electrónico y mi blog desde donde difundía
muchas de las locuras del entonces chaparrito gobernador. A Ney le pesaba mucho
que lo vincularan con el crimen organizado y precisamente por eso incautó
equipo de computo en los servicios de educación y en los servicios de salud porque,
según él mismo, desde ahí salían muchas de las informaciones acerca de sus vínculos
con el crimen que floreció precisamente porque, según esas fuentes, decían que había
vendido dos veces la plaza. Fue muy difundido que Ney se la pasaba en la zona
militar para protegerse.
En el caso del gobierno actual, ¿La fiscalía
(léase gobernador del estado) está fabricando delitos? Si esto es asi, es una
situación muy grave para el periodismo de Nayarit porque entonces estaríamos en
presencia de un gobierno que aparte de que ha mostrado ser inútil, ahora se
muestra como gorila. Es obligación inmediata del gobernador dar la cara en este
asunto tan delicado porque debe entender que México ya cambió y, asi como no se
van a tolerar actos de corrupción, mucho menos se van a tolerar actos de agresión
contra la libertad de expresión encarnada por los periodistas.
PD. El arquitecto
Peraza, delegado federal de Andrés Manuel López Obrador en Nayarit, tiene la obligación
de hacer caminar derechito al gobernador del estado y hacerle entender que la
seguridad de los ciudadanos se la pidieron al presidente todos los gobernadores.
Que se las dejara en sus manos. Eso no significa que el gobierno federal sea ciego
ante esos hechos. NO puede el delegado federal hacer como que esto no existe.
Ya lo dijo AMLO, se defiende el derecho a disentir. Si la libertad de expresión
debe defenderse, con mucha mayor razón no deben quedar impunes los asesinatos,
las amenazas, golpes y fabricación de delitos contra periodistas. Si no es así,
entonces ¿Para qué votamos por AMLO? FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!