Desde hace rato le sugerí al gobernador que
hiciera cambios en su gabinete. Tiene mucha gente inútil cobrando. Comenzando
con sus principales secretarios. Soy ciudadano, pago impuestos y tengo todo el
derecho para decirle al gobernador que quite a los inútiles. NO les paga con su
dinero, les paga con nuestro dinero. Pero ya son muchas voces las que le dicen
lo mismo. Como otra prueba, aquí va la opinión de uno de sus asesores que no son
agachones y que bien pudiera ser secretario general de gobierno. Don Jorge González
González. Dice asi.
“El honor,valor imprescindible del jefe
político. EL POLÍTICO QUE NO INSPIRA RESPETO NO ES DIGNO DEL PUESTO QUE OCUPA,
así sea el jefe de Estado de una poderosa nación. En cualquier grado que ejerza
el mando, representa la autoridad que se le ha confiado y tiene la obligación
de hacerla respetar en su persona. Y para ello es necesario ser respetable, no
sólo en el ejercicio de la función, sino en todos los aspectos de su vida. En
ello estriba la grandeza del jefe, la que lo hace honorable.
En nuestros días,
lamentablemente, entre la llamada clase política el HONOR es mirado como algo
impráctico, ridículo y anticuado. Se ha convertido en objeto de mofa, cuando la
realidad debiera ser visto como una necesidad vital del alma humana que, sobre
todo en los políticos y gobernantes, se traduce en el sentido del deber, de la
éticas, de los valores en la búsqueda del bien común.
Es
grotesco ver el desempeño de dirigentes que estudian una filosofía política y
desarrollan criterios teóricos del deber hacer en la tarea pública;
racionalizan adecuadamente la coyuntura y definen lo que debe hacerse a la luz
de los principios en que se han formado; adornan discursos con erudición
retórica; pero en los hechos traicionan sus convicciones porque no tienen
sentido del HONOR, que se deposita en el alma y no en la razón, sustentado por
el valor, la fuerza y la lealtad.
El
HONOR es la clave de la humanidad, de la sociabilidad, de la comunidad, de la
fraternidad y del entendimiento mutuo; esa es una cualidad moral que permite
poner el corazón por encima de las vicisitudes, anteponer la justicia al
interés y orientar el rumbo a donde llama el deber.
Por
lo antes dicho, puede tenerse una idea bastante acabada de lo que es el HONOR y
el gran valor que en sí encierra. Aunque no es fácil elaborar una definición
que reúna sus múltiples implicaciones, conviene tratar de resumirlas en una
frase breve y concisa. Así, puede aventurarse el siguiente concepto de HONOR
aplicado a un jefe; es la dignidad, la nobleza interior y la valía moral de una
persona, resultantes de su probidad, decoro y honradez, que la lleven a cumplir
de manera responsable todos sus deberes, lo cual, al ser reconocido por la
sociedad, genera una buena reputación que la hace digna de estima y respeto y,
por ende, digna de ser depositaria de la autoridad para dirigir a otros.
Para
quienes nos formamos en la democracia cristiana, el dirigente debe estar
dispuesto a esforzarse en las cosas grandes, difíciles y peligrosas que la
vocación impone, el cumplimiento del deber es-o debiera ser- cuestión de HONOR,
virtud que se siente en el pecho y que asocia los conceptos de honradez,
respeto, orgullo y veracidad. Que evoca los valores de espíritu perseverante y
ánimo combativo contra la injusticia; que reclama magnanimidad, caridad
solidaria y voluntad de respetar el derecho ajeno; que supone nobleza y
gallardía, en la conciencia de que dirigir implica tener estima por el rango,
la jerarquía y la autoridad de que se es depositario. El HONOR es, por tanto,
inseparable de la rectitud.
Por
todo ello, afirmo que de un jefe político, lo menos que puede esperarse es amor
a la obra bien hecha con sentido de responsabilidad y con visión de destino de
la humanidad. De él se espera disposición de respetar el HONOR de los demás
como si fuese el propio, particularmente de sus seguidores, a quien no hará
transitar por rutas de deshonra por afanes inmediatistas.
Creo
en ti Toño, se que eres un joven noble y con HONOR. Haz cambios ya en tu
gabinete, tus amigos que tienes como funcionarios como los Montenegro, Ricardo,
Enrique y muchos más te han hundido en tan solo nueve meses, estas a tiempo”. AQUÍ
TERMINA LA RECOMENDACIÓN. Don Jorge González es un hombre experimentado que bien
pudiera ser un excelente secretario general de gobierno en lugar del inutil
secretario que hoy se tiene ahí. Y aclaro, no tengo nada personal en contra de
Anibal, sólo creo que es un inutil como secretario general. Es urgente y necesario
su cambio porque los ciudadanos queremos un buen gobierno.
PD. Ya
faltan pocos dias para la elección presidencial. Invito a mis escasos lectores
en número de cuatro a que se solidaricen con AMLO, a que llevemos a Andrés
Manuel a la presidencia y, que lo
hagamos no porque sea lo ideal como candidato, sino que lo hagamos porque es la
única opción que tenemos y que es diferente a los que nos han “chingado” toda
la vida. No hagamos caso a las descalificaciones que sobre Andres Manuel se dan
por culpa de otros personajes, lo que cuenta es el presidente, nosotros el
pueblo, le vamos a depositar la confianza, con nuestro voto, al presidente. No a
los demas personajes. Vamos con AMLO…..y el domingo apoyemos a nuestra selección
mexicana!!!!