Hace tiempo escuché
esa frase “filosofal”. La que está de título de estas líneas. Y bueno, a la luz
de los hechos actuales, sobre todo aquí en Nayarit, tal parece que es una frase
que refleja de carne y hueso la realidad que estamos viviendo. ¿Saben quién fue
el que acuñó esa frase? Pues nada más y nada menos que Don Antonio Echevarría
Domínguez. Si, el padre del hoy gobernador. A él se le debe la autoría de la
frase, dicho sea de paso, ya debería quedar registrada en los anales de la
historia política de Nayarit.
Y no es que esté criticando a Don
Antonio Echevarría Domínguez por haber afirmado tal aseveración. Tampoco estoy
diciendo que Don Antonio se sienta Sócrates, Platón o Aristóteles al grado de
requerir ser internado en un hospital psiquiátrico. NO, nada que ver. Todos
sabemos que el ex gobernador es un profundo conocedor de la realidad política
de Nayarit, pero, al mismo tiempo, sabemos que su manera de transmitir ese
conocimiento es a través de frases coloquiales. Y, a decir verdad, tal como
están sucediendo las cosas en Nayarit, todo mundo se convence de ese tipo de
afirmaciones. Veamos.
¿A qué se debe esa afirmación? Me parece que la percepción de Don Antonio
Echevarría Domínguez es como la que podemos tener cualquiera de los ciudadanos
que ya estamos hasta la madre de los políticos y de los partidos como hasta
ahora los tienen. No hay credibilidad en ellos. Y eso lo podemos palpar desde
hace tiempo, pero, tal parece que hoy, en este proceso político, se
recrudecieron las cosas.
Los priistas tienen las candidaturas
al senado, tanto en MORENA como en la alianza panista y ya no se diga en el
propio PRI. Por ejemplo, ¿cómo entender la fórmula de Acosta Naranjo con Gloria
Núñez? Mi judas preferido siempre se ha desgarrado las vestiduras por “combatir”
al PRI y ahora resulta que va aliado con una priista disfrazada de panista.
Luego en MORENA. ¿Cómo entender la alianza de mi amiga priista Cora Cecilia con
Navarro Quintero quien ha recorrido infinidad de partidos buscando
candidaturas? Luego en los distritos, particularmente en el segundo que es
donde me tocará votar. ¿Cómo entender la candidatura de Ivideliza, en una
alianza panista, a la que perrunamente combatieron los propios panistas? Ayer
no te queríamos, pero ahora que ya amaneció, si te queremos.
Los cambios de partido son
entendibles si ya no se está de acuerdo en la postura ideológica y política del
partido. Pero tal parece que eso es lo que menos cuenta. Lo que realmente
cuenta son los intereses personales y de grupo y, si eso es asi, entonces cobra
vida la frase filosofal de Don Antonio Echevarría Domínguez: Sólo hay dos
partidos: el de los vivos y el de los pendejos. Al hacer esa afirmación
seguramente que nos está diciendo que sólo hay quienes son abusados en llegar a
las posiciones de poder y hay quienes no lo son. Visto en ese sentido, la política
en Nayarit se ha convertido en un verdadero mercado, en un negocio donde los
dueños de las instituciones políticas negocian las diversas posiciones y
candidaturas para seguir en el pandero político, sobre todo con miras a ser
parte de la boleta para la gubernatura en el 2021.
Sabedores de eso, los políticos, un
tiempo se pelean, pero en otro tiempo se ponen de acuerdo, sobre todo si sus
intereses convergen en el mismo sentido. Asi, es fácil entender cómo, por
ejemplo, mi judas preferido Acosta Naranjo vaya de candidato en fórmula con una
priista disfrazada de opositora y lo mismo en MORENA, donde una amiga priista
disfrazada de Morenista va en fórmula con mi amigo “el ajonjolí de todos los
moles” Navarro Quintero. Y de la misma manera es entendible por ejemplo que mi
Judas preferido se haya peleado “hasta el tronco” con los Echevarría y ahora
suceda que sean los Echevarría quienes lo van a apoyar pues es sabido que el
gobernador ya se ha pronunciado por apoyar la alianza panista. Y de la misma
manera es entendible que MORENA, el partido de la transformación de México se
haya convertido en refugio de priistas, muchos de ellos ligados a Roberto Sandoval.
Aunque es entendible esa realidad
política descrita coloquialmente por Don Antonio Echevarría Domínguez, creo que
es parte de lo que México necesita cambiar. Parte de la profunda reforma
política en el país debe ser terminar con ese tipo de situaciones donde los
políticos brincan mejor que cualquier chapulín o trapecista que se cuelga de
liana en liana sin caerse. El problema es ¿quién haría eso? Ni modo que los que
hacen ese tipo de prácticas terminen con su propio negocio. No creo que desde
la alianza panista se produzca eso pues se sabe que el PRD y MC se han convertido
en una cueva de mercenarios de la política y en el caso de la alianza MORENISTA
tampoco cantan mal las rancheras. Del PRI menos. La única opción posible es
que, dentro de sus locuras, Andrés Manuel, siendo presidente, lleve a cabo la
transformación política de México. Si no es así, la frase filosofal de Do
Antonio Echevarría seguirá vigente por los siglos de los siglos.
PD. Ya
lo dijo un panista de cepa: Vivir el pragmatismo, el deshonor, la falta de
decoro y dignidad de la clase política que estamos sufriendo. De los candidatos
(as) a legisladores federales por Nayarit del FRENTE PAN-PRD y MC. ¿Cual es panista?