19 diciembre 2017

GOBIERNO DE NAYARIT REBASADO POR EL CRIMEN ORGANIZADO

Durante el gobierno de Roberto Sandoval es cierto, había paz, pero era una paz narca, una paz donde nadie osaba decir nada a riesgo de ser asesinado, levantado o mínimo extorsionado. EL silencio de los Nayaritas era evidente, todos estábamos en paz y los delincuentes también, eran gobierno.
            Llegan las elecciones y entonces hay alegría porque había ganado el cachorro de Toño Echevarría Domínguez, con una minoría, pero ganó porque la mayoría votó por otras opciones. Con todo y eso, la expectativa en el nuevo gobierno dio mucho júbilo a los Nayaritas porque la esperanza era que se terminaría esa paz narca y habria entonces una paz real basada en la tranquilidad y en el poder de las instituciones para que los Nayaritas nos sintiéramos seguros sin temor de ser levantado, asesinados o extorsionado. EL júbilo creció cuando el ex fiscal fue detenido por los gringos.
            Luego después, una vez que se habían perdido las elecciones por los mismos, la paz narca llegó a su fin y empezó nuevamente la levantadera y los asesinatos. El terror se vino apoderando nuevamente de los ciudadanos. El nuevo gobierno, justificaba su ineficacia porque no tomaba protesta. Los agoreros y lisonjeros de Toño el recién electo, justificaban su falta de actuación porque aún no to aba protesta, porque aún no asumía el gobierno. Nos decían: esperen que tome las riendas del gobierno y entonces sí, las cosas serán diferentes.
            En ese tenor, El congreso bajo el liderazgo timorato de mí siempre “agradecido y leal” amigo Polito Domínguez, no tomaba acciones contundentes para aminorar la inseguridad que se había desatado y de la que el nuevo gobierno no quería asumir su responsabilidad porque no había tomado protesta. En esas condiciones, con un gobierno que no asumía responsabilidad porque no “levantaba la mano” para tomar protesta y con el otro poder en manos de un liderazgo timorato, casi con vacío de poder, los ciudadanos quedamos en estado de indefensión ante el crimen organizado que hacía de las suyas a diestra y siniestra.
            Pero luego el gobierno estatal toma protesta y toma las riendas del gobierno y el crimen organizado sigue en la misma situación, la inseguridad permanece a todo galope. Ante ese panorama que reflejaba incapacidad de las nuevas autoridades para resolver ese problema, se les ocurre la gran idea de combatir el crimen con puños de saliva y con un montón de firmas. Sale a la luz en acuerdo por la seguridad de Nayarit, acuerdo en el que los integrantes del crimen organizado se siguen zurrando.
            Hoy, a diario tenemos levantados y asesinados. De las extorsiones ya ni se diga porque hasta al propio secretario de seguridad pública lo intentaron extorsionar. Los dueños de negocios también están con el Jesús en la boca porque sus ventas bajaron y porque tienen el temor de ser levantados para ser extorsionados. ¿Cuál es entonces la situación actual? No hay control, no hay eficacia en las instituciones para combatir y resolver ese problema que afecta tanto a Nayarit. Eso refleja incapacidad. Las instituciones de Nayarit están rebasadas por el crimen organizado, no hay control y tal parece que ninguna de las instituciones encargadas de la seguridad tiene manera de resolverlo.
            Tal parece que la inexperiencia en la función pública está saliendo a flote. Si una sugerencia se vale en este espacio aquí le digo al gobernador Echevarría que le pida consejo a su padre acerca de qué hacer ante ese problema que, sin duda alguna, terminará hundiendo la poca legitimidad social con la que arribó al gobierno del estado. También desde aquí le sugiero que tenga una mente abierta a las voces de los ciudadanos porque eso de hacerle caso a algunos juniors que le quieren conquistar la oreja y gobernar a través de ella es nocivo para el estado.
            Con la aprobación de la anticonstitucional ley de seguridad interior, los militares podrán salir a las calles. ¡Dios nos agarre confesados! Pero por lo menos ahí habrá alguna posibilidad de que el gobernador Echevarría salga a flote de este problema porque hasta ahora, los militares, la policía federal y la marina han estado fuera del combate a los delincuentes. Todo se ha dejado en manos del secretario de seguridad pública que hasta ahora no ha dado muestras de su profesionalismo y de su eficacia para resolver el tema tan delicado de la inseguridad. El gobernador se ha venido haciendo como Poncio Pilatos tratando de lavarse las manos en ese tema echándoselo al secretario de seguridad, pero los Nayaritas tenemos bien claro que la responsabilidad es del gobernador, de nadie más. Así que sería bueno que le tome el consejo a su padre para que le de algunos tips de lo que debe hacer. Si el gobernador Echevarría no da respuestas concretas en este tema tan delicado que ha evidenciado la ineficacia de las instituciones hasta ahora, los ciudadanos tendremos durante lo que resta de su mandato, un gobernador débil. Los ciudadanos no podemos quedarnos ante los delincuentes en estado de indefensión por tener un gobernador débil.
PD. Algunos dicen: Es una lucha entre ellos, entre los cárteles, que se maten. Dijeran en mi rancho ¿Y qué necesidad hay de eso?


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