Según un cibernauta, el rector
Nacho Peña declaró que había tres posibles soluciones al problema de la crisis
financiera universitaria. Con cualquiera de ellas, dice, se puede resolver el
problema de la incapacidad de pagos para diciembre próximo. Las tres
mencionadas soluciones son: 1) Que se le dé a la UAN un recurso extraordinario
de parte del gobierno federal; 2) Que le adelanten recursos del presupuesto del
año 2018 y 3) Conseguir un crédito bancario.
Seguramente
que habrá muchos comentarios respecto de esas declaraciones. Y es que, la primera alternativa, esa de que
le den recursos extras, ya fracasó. Esa es la que quería Nacho Peña desde hace
mucho tiempo y no lo logró. Estirar la mano para pedir dinero no cuesta nada,
no se necesita ser una lumbrera intelectual para ir con el gobierno federal y
pedirles dinero cual limosnero sumido en la pobreza. Desde que inició su gestión
dijo que tenía un déficit financiero descomunal y nunca, jamás, se atrevió a
sanear la institución, muy por el contrario, prefirió seguir manteniendo los
privilegios y el status quo universitario basado en la corrupción y la falta de
transparencia. Bueno es tan grave esa situación al grado de que, aunque la ley
lo obliga, ni siquiera ha sido capaz de publicar las nóminas universitarias,
todo lo mantiene en el oscurantismo y la opacidad.
La
segunda alternativa. Que le adelanten presupuesto del año entrante. Eso sí es
posible. Pero, lo primero que faltaría es que aprueben el presupuesto de
egresos en la cámara de diputados federal y entonces, mediante los conductos
adecuados y las conexiones políticas adecuadas, conseguir el recurso. Itero, el
rector Nacho Peña debe tener conexiones políticas adecuadas para conseguir el
objetivo, de lo contrario tampoco lo logrará. Ir al centro del país con una
cantaleta como esta: “Soy el rector de la UAN, estoy en crisis y necesito
dinero del presupuesto 2018”, sólo arrancará sonrisas de burla de los políticos
y funcionarios de “altos vuelos”. Nacho debe saber que allá “arriba” la iguana
no masca igual que en Nayarit. Las cosas son diferentes y si no tiene
conexiones adecuadas, solo ira a hacer viajes inútiles. Por esta razón siempre les
dije, la UAN no necesita un rector burócrata que solo estire la mano para pedir
dinero. Eso lo puede hacer hasta Mateo el marisquero.
La
tercera alternativa. Pedirles dinero a los bancos. Un crédito. Es obvio que los
bancos si pueden prestarle. El problema es que las instituciones financieras
piden garantías y la UAN, para empezar, no es dueña ni siquiera del terreno
donde está asentada. Lo que puede dar de garantías son los subsidios que
recibe, en especial el dinero federal, el estatal y los ingresos propios, pero,
como está en bancarrota y esos dineros ya están comprometidos, no habrá bancos
que le puedan facilitar dinero, o por lo menos está muy difícil, sobre todo si
le piden dinero a Interacciones que es uno de los bancos más caros.
Ante
ese escenario, la salida que tiene el rector y la mafia universitaria para
salir del atolladero de diciembre es, sin duda alguna, que el gobernador
Echevarría los rescate, tal como desde la primera ocasión lo hizo Toño
Echevarría cuando Castellón Fonseca le andaba llorando para pagar porque no tenía
dinero para los aguinaldos. Estando este escribano de la trinchera como parte
del gobierno de Toño Echevarría Domínguez, recuerdo que le dijo al entonces
rector Castellón y a la mafia universitaria, incluido el “pelón” Hernández Escobedo:
“les voy a dar el dinero para que duerman tranquilos, pero transparenten el
ejercicio del dinero público”. Jamás lo hicieron. Así que hoy la rueda de la
historia vuelve a poner hincada a la UAN ante Toño Echevarría, pero el hijo.
Espero y que éste no cometa el error del padre de proteger a la mafia
universitaria para que sigan con su tren de corrupción interna.
Obviamente,
la solución de fondo al problema universitario está en el combate a la
corrupción interna, pero, para eso, debe haber un rector que no esté
comprometido con ellos, con la mafia universitaria y que tenga los “huevos”
para afectar la serie de privilegios internos y todo el lodo que por años se ha
venido acumulando porque la UAN ha sido cueva de esos vividores de la política
que han usado el presupuesto universitario hasta para financiar campañas
políticas internas con miras a controlar los sectores (FEUAN, SPAUAN y SETUAN)
y a través de ese control, financiar espacios de poder públicos. Paralelamente se
requiere cambiar el modelo universitario, no hay de otra. Pero eso lleva tiempo,
no es solución inmediata.
Así
que, la pelota caliente le va a caer al gobernador Echevarría. De hecho, van a hacer
manifestaciones o concentraciones para exigir dinero, van a tratar de presionar
al gobierno estatal para que les resuelva el problema. De nuestra parte, nosotros
como trabajadores a quien le vamos a reclamar los pagos es nuestro patrón que
es la autoridad universitaria, nuestro patrón no es el gobernador Echevarría ni
Peña Nieto. No vamos a permitir que nos manipulen para evadir sus
responsabilidades. Y les decimos como les dijimos desde el año pasado: Si no
pueden renuncien.
PD. De nuestra parte, siempre
tuvimos disposición de apoyar. Nunca quisieron.