Ya se dio la transición
gubernamental. No fue, desde luego, una transición “aterciopelada”.
Presentes estuvieron, antes y después del
ascenso del nuevo gobierno, diversos eventos que marcaron un proceso marcado
por gritos, señales políticas interesantes, exigencias sociales, desastres
naturales y sangre. Un escenario nada tranquilo en el que Echevarría asume el
gobierno, quien lanzó puños de saliva al por mayor, comprometiéndose ante el
pueblo de Nayarit.
En
el evento de toma de protesta, hubo un momento en que Toño Echevarría Junior le
levantó la mano a Cota. ¿Fué una ocurrencia? ¿Fue un acto de diplomacia? ¿Fue una
demostración de infantilismo político? Las interpretaciones a ese hecho son
interesantes. Hubo alguien que se presume conocedor de información de las altas
esferas políticas quien señaló que ese hecho, es derivado del acuerdo que tuvo
recientemente en su gira Toño Echevarría García con Peña Nieto, con quien asumió
el compromiso de apoyar al candidato del PRI a la presidencia de la república a
cambio de inyectarle dinero a Nayarit para salir al paso de los problemas. Y,
según este “conocedor”, esa es la razón de que ahora caminarán juntos en el proyecto
presidencial para combatir a MORENA e imponer a Osorio Chong quien fué, se dice,
el operador de Toño para con Peña Nieto.
Otro
evento que marcó ciertos cuestionamientos sociales, fue el hecho de que el
nuevo gobernador desarrolló su festejo con mucha algarabía en un momento en que
el país entraba de luto nacional por el desastre ocurrido. Muchos opinan que
debió de suspender el evento y de inmediato realizar acciones de solidaridad
con nuestros hermanos mexicanos caídos en desgracia por los temblores. Y peor
aún, critican su decisión de nombrar a un muchacho junior en protección civil
cuyos mejores talentos son subir fotos y videos a las redes sociales posando su
figura para los cibernautas.
Sin
duda alguna también, marcan la transición los eventos violentos. Antes de su
toma de protesta los levantones, extorsiones y asesinatos fueron el pan de cada
día. Lo peor es que, un día después de su toma de protesta, asesinan a Hugo Sánchez
Sandoval de quien se dice era el operador financiero de Roberto Sandoval. Pero
lo peor no es eso, sino que, al siguiente día, asesinan a quien al parecer era
el chofer del ahora ex gobernador del sombrero. También aquí, en este tema,
tanto mí siempre “agradecido y leal” amigo Polito Domínguez como su sobrino el
gobernador Echevarría, debieron tomar acciones inmediatas para detener la ola
de violencia y evitar más muertes. Pero a Polito le corre atole por las venas y
solamente alcanza a reaccionar con la rapidez de una tortuga para decir que están
pensando en nombrar un fiscal temporal ¿Cuántas muertes más necesita mí siempre
“agradecido y leal” amigo Polito Domínguez para tomar cartas en este asunto tan
vital para los Nayaritas? Tal parece que su profesión de médico ya lo hizo
insensible al dolor humano. Ve las muertes de manera muy natural, como que no
deben causar dolor.
Sin
duda alguna, también la transición estuvo marcada por las exigencias sociales.
Naturalmente, me refiero al tema del SUTSEM. David Guerrero, Layín y Roberto
Sandoval, fueron los protagonistas de las exigencias del poderoso sindicato de
la burocracia. Los trabajadores no pararon de gritarles a los tres que eran
rateros. Dichas acciones les valieron para que algunos “analistas” los llamaran
“vándalos”, calificación con la que por supuesto estoy en desacuerdo pues los
trabajadores sólo exigían su derecho al pago de sus salarios y prestaciones. Vándalos
son aquellos que realizan acciones bárbaras y salvajes y destrozan las
instituciones. Los trabajadores no destrozan las instituciones, quienes sí lo
hacen son esos políticos que, con sus raterías y actos de corrupción, hacen que
nuestras instituciones sean incapaces de cumplir la ley y lo pactado con los
trabajadores.
Y
por supuesto, otro hecho que marcó la transición fue la integración del nuevo
gabinete gubernamental. Las opiniones aquí son diversas porque las señales
políticas enviadas por el tipo de personajes que se incrustaron en el nuevo
gobierno, no son muy claras. No se ve muy claro si se trata de un club de
amigos, compadres y socios, o si en verdad se trata de los mejores hombres y
mujeres que tiene Nayarit para combatir la corrupción, especialmente porque hay
algunos que tienen sus manchitas de corrupción que, por supuesto, empañan el
discurso del gobernador cuando dice que combatirá la corrupción. Tampoco se ve
muy claro si fue una componenda con los partidos políticos que exigieron sus
cuotas de poder, como el caso de haber creado de manera irracional una nueva
secretaria en un contexto de severa crisis financiera gubernamental. Luego me
referiré a este caso en particular.
En
resumen, pues, diversos acontecimientos están marcando la transición
gubernamental. Se requiere de decisiones inmediatas en varios temas de parte
del nuevo gobernador porque no podemos darle el beneficio de la duda y
esperarlo más tiempo, sobre todo en el tema de la seguridad. No se necesitan más
muertos para tomar decisiones.
PD. Dicen que se nombró un “Robertista”
en contraloría. Era jefe de departamento con Roy Rubio, quien asumió las
funciones de fontanero para tapar el fétido olor a excremento proveniente de la
corrupción Sandovalista. Dicen que es la estrategia de Toño para cubrir a Roberto
Sandoval sin que lo “embarren” por haber nombrado a un incondicional del ex
gobernador Sandoval. Para eso se usó la UAN. ¿Será cierto? Mientras el
gobernador no aclare las razones que lo orillaron a nombrar a tales y cuáles funcionarios,
eso seguirá siendo un misterio que nos lleva al nivel de la especulación.