Lo que ya se veía venir ahora
empieza a presentarse como una cruda realidad. Antes se especulaba acerca de la
austeridad universitaria. Hoy, ya se empieza a anunciar ante líderes sindicales
de las diferentes unidades académicas. Desde el STUAN de una vez fijamos
nuestra postura: estamos de acuerdo en que hay que salvar la institución, es el
espacio de trabajo de muchas familias Nayaritas y una de las instituciones más
preciadas de Nayarit, pero jamás sobre la base de la mutilación de los derechos
adquiridos.
Ya
empezaron a anunciar que tratarán de reducir el aguinaldo a 50 o 40 días. Este es
el inicio del coletazo de las reformas laborales aprobadas por los priistas,
panistas y perredistas. Ese coletazo ya llegó a las universidades y nos quieren
“meter la puntita” eliminando algunas conquistas sindicales hasta llegar a la
joya de la corona que es la desaparición de la contratación colectiva y
suplantarla por lo que ellos llaman “flexibilidad laboral” que no es otra cosa
más que la individualización de las relaciones laborales. Así que ¡Ni madres!
Para
justificar la mutilación señalan que hay que modificarles las prestaciones,
pero luego regresarles lo que se les quita a través de otras prestaciones como
bonos, con tal de que los ingresos de los trabajadores no se perjudiquen. Se
les quita, pero se les regresa. Pero antes que eso, mejor aquí van otras
propuestas.
Primero
propongo que Nacho Peña junto con los universitarios exijamos la aparición de
Juan López Salazar para que regrese la millonada de pesos que se llevó. Con eso
salvamos todo este año y hasta nos sobra dinero para el gasto universitario.
Entre esa exigencia están los setenta millones de pesos por los que lo tengo
denunciado en la fiscalía y la aparición de todo el dinero saqueado del fondo
de pensiones. Con eso ya está salvado este año sin mutilar nada y pagándonos a
todos lo que nos corresponde.
En
segundo lugar, en lo que resta de este año, sanear la nómina universitaria
combatiendo a los aviadores, quitando privilegios de sindicatos y FEUAN, reduciendo
la estructura burocrática administrativa, eliminando pagos a las asociaciones
civiles (léase “pelón” Hernández Escobedo) que le cuestan una millonada a la
UAN y asumir cero contrataciones de nuevo personal.
En
tercer lugar, que Nacho Peña de inmediato realice sendos convenios con
dependencias federales y empresas y asociaciones de productores para el
desarrollo de proyectos estratégicos que tiendan a detonar el desarrollo
estatal. De hecho, les hice una propuesta en ese sentido para lograr por lo
menos unos 200 millones de pesos a partir de esa estrategia que puede desarrollarse
este mismo año. De la misma manera, la gestión ante dependencias para reducir
adeudos debe hacerlas en buenos niveles, no como hasta ahora.
En
cuarto lugar, urge de manera inmediata la modificación del modelo
universitario, eliminar el modelo anacrónico basado en los sectores para pasar
a otro sustentable generador de ingresos y de alto impacto en el desarrollo
regional. Esa debe ser la línea general de conducta de la administración
rectoral y no la vía fácil de ajustar el cinturón sobre los deteriorados
salarios y prestaciones de los trabajadores académicos y administrativos.
Estas
medidas que son inmediatas, pueden ser fortalecidas con otras demandas por
aumento del subsidio o integrándose a una lucha nacional por aumentar el
recurso a las universidades, pero primero lo primero, arreglemos nuestra casa
internamente eliminando privilegios y corruptelas de las que Nacho Peña y compañía
no han querido eliminar.
Desde
esta humilde tribuna hago un llamado a todos los universitarios para que nos
unifiquemos, sin protagonismos políticos
infantiles, y salvemos nuestro espacio de trabajo y al mismo tiempo
salvemos nuestras condiciones laborales de la embestida patronal que ya se
pretende hacer bajo el pretexto de la estrategia de austeridad. Hagamos este
esfuerzo de unidad como simples trabajadores académicos y administrativos de la
UAN, activos y jubilados.
No se trata de
una cuestión sindical, no se trata de llevar agua al molino del SPAUAN, del
SETUAN, del STUAN, del SUNTUAN o de otras organizaciones universitarias sin
representación legal, sino que se trata de una cuestión de certeza laboral, de
tener nuestro espacio de trabajo a salvo sin regresiones de tipo laboral. Aquí
no importa donde están afiliados, sean del sindicato que sean o de la
organización que sean, nuestra libertad de asociación debe estar a salvo pues
es un derecho constitucional muy personalísimo pertenecer a la organización que
nos plazca, pero aquí el tema son nuestros derechos laborales que debemos
mantener a salvo, independientemente del sindicato u organización a la que se
prefiera pertenecer o no pertenecer en su caso. Impulsemos la unidad, nuestras
familias, la institución y el estado merecen mantener la universidad incólume.
PD. A Juan López Salazar ya se
le negó el amparo federal mediante el cual pretendía burlar la justicia. Ahora
exijamos al gobernador Sandoval que no le haga al “tio lolo” y ya se traiga a
Juan López Salazar para que entregue lo robado. Que el rector Nacho Peña
abandere esa exigencia. Estoy seguro que muchos universitarios lo seguiríamos.
¿O preferirá ser cómplice?
