06 julio 2017

¿REDUCIR EL AGUINALDO EN LA UAN? ¡¡NI MADRES!!

Lo que ya se veía venir ahora empieza a presentarse como una cruda realidad. Antes se especulaba acerca de la austeridad universitaria. Hoy, ya se empieza a anunciar ante líderes sindicales de las diferentes unidades académicas. Desde el STUAN de una vez fijamos nuestra postura: estamos de acuerdo en que hay que salvar la institución, es el espacio de trabajo de muchas familias Nayaritas y una de las instituciones más preciadas de Nayarit, pero jamás sobre la base de la mutilación de los derechos adquiridos.
            Ya empezaron a anunciar que tratarán de reducir el aguinaldo a 50 o 40 días. Este es el inicio del coletazo de las reformas laborales aprobadas por los priistas, panistas y perredistas. Ese coletazo ya llegó a las universidades y nos quieren “meter la puntita” eliminando algunas conquistas sindicales hasta llegar a la joya de la corona que es la desaparición de la contratación colectiva y suplantarla por lo que ellos llaman “flexibilidad laboral” que no es otra cosa más que la individualización de las relaciones laborales. Así que ¡Ni madres!
            Para justificar la mutilación señalan que hay que modificarles las prestaciones, pero luego regresarles lo que se les quita a través de otras prestaciones como bonos, con tal de que los ingresos de los trabajadores no se perjudiquen. Se les quita, pero se les regresa. Pero antes que eso, mejor aquí van otras propuestas.
            Primero propongo que Nacho Peña junto con los universitarios exijamos la aparición de Juan López Salazar para que regrese la millonada de pesos que se llevó. Con eso salvamos todo este año y hasta nos sobra dinero para el gasto universitario. Entre esa exigencia están los setenta millones de pesos por los que lo tengo denunciado en la fiscalía y la aparición de todo el dinero saqueado del fondo de pensiones. Con eso ya está salvado este año sin mutilar nada y pagándonos a todos lo que nos corresponde.
            En segundo lugar, en lo que resta de este año, sanear la nómina universitaria combatiendo a los aviadores, quitando privilegios de sindicatos y FEUAN, reduciendo la estructura burocrática administrativa, eliminando pagos a las asociaciones civiles (léase “pelón” Hernández Escobedo) que le cuestan una millonada a la UAN y asumir cero contrataciones de nuevo personal.
            En tercer lugar, que Nacho Peña de inmediato realice sendos convenios con dependencias federales y empresas y asociaciones de productores para el desarrollo de proyectos estratégicos que tiendan a detonar el desarrollo estatal. De hecho, les hice una propuesta en ese sentido para lograr por lo menos unos 200 millones de pesos a partir de esa estrategia que puede desarrollarse este mismo año. De la misma manera, la gestión ante dependencias para reducir adeudos debe hacerlas en buenos niveles, no como hasta ahora.
            En cuarto lugar, urge de manera inmediata la modificación del modelo universitario, eliminar el modelo anacrónico basado en los sectores para pasar a otro sustentable generador de ingresos y de alto impacto en el desarrollo regional. Esa debe ser la línea general de conducta de la administración rectoral y no la vía fácil de ajustar el cinturón sobre los deteriorados salarios y prestaciones de los trabajadores académicos y administrativos.
            Estas medidas que son inmediatas, pueden ser fortalecidas con otras demandas por aumento del subsidio o integrándose a una lucha nacional por aumentar el recurso a las universidades, pero primero lo primero, arreglemos nuestra casa internamente eliminando privilegios y corruptelas de las que Nacho Peña y compañía no han querido eliminar.
            Desde esta humilde tribuna hago un llamado a todos los universitarios para que nos unifiquemos, sin protagonismos políticos infantiles, y salvemos nuestro espacio de trabajo y al mismo tiempo salvemos nuestras condiciones laborales de la embestida patronal que ya se pretende hacer bajo el pretexto de la estrategia de austeridad. Hagamos este esfuerzo de unidad como simples trabajadores académicos y administrativos de la UAN, activos y jubilados.
No se trata de una cuestión sindical, no se trata de llevar agua al molino del SPAUAN, del SETUAN, del STUAN, del SUNTUAN o de otras organizaciones universitarias sin representación legal, sino que se trata de una cuestión de certeza laboral, de tener nuestro espacio de trabajo a salvo sin regresiones de tipo laboral. Aquí no importa donde están afiliados, sean del sindicato que sean o de la organización que sean, nuestra libertad de asociación debe estar a salvo pues es un derecho constitucional muy personalísimo pertenecer a la organización que nos plazca, pero aquí el tema son nuestros derechos laborales que debemos mantener a salvo, independientemente del sindicato u organización a la que se prefiera pertenecer o no pertenecer en su caso. Impulsemos la unidad, nuestras familias, la institución y el estado merecen mantener la universidad incólume.

PD. A Juan López Salazar ya se le negó el amparo federal mediante el cual pretendía burlar la justicia. Ahora exijamos al gobernador Sandoval que no le haga al “tio lolo” y ya se traiga a Juan López Salazar para que entregue lo robado. Que el rector Nacho Peña abandere esa exigencia. Estoy seguro que muchos universitarios lo seguiríamos. ¿O preferirá ser cómplice?

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