Ayer, después del desfile del
primero de mayo, un grupo de cinco columnistas le hicimos una entrevista al candidato
del PRI, Manuel Cota. Ya hicimos la respectiva entrevista con Navarro Quintero,
luego con Antonio Echevarría, después con la potranca Ivideliza que va para
Tepic, y ahora le tocó el turno a Manuel Cota. Posteriormente seguirán otras.
Los
temas fueron diversos. Desde el tema de la Universidad, la corrupción, la policía
con capucha o sin capucha, las finanzas y deuda estatales y municipales, las
preferencias electorales, la educación, en fin, los temas variaron. Las
respuestas fueron cortas, contundentes y certeras. Vi a un Cota muy
profesional, tranquilo, muy conocedor del ambiente político y, sobre todo, un
candidato que tiene el ánimo de ayudar a Nayarit pues él considera que este
proceso es el último peldaño de su exitosa y larga carrera política y sería muy
burdo y torpe para él mismo, terminar toda esa carrera política con una postura
rijosa y sectaria, muy por el contrario, está consciente que lo que Nayarit
necesita en estos momentos es de unidad.
Más
allá de las fobias al PRI como partido, Cota tiene, como candidato, el interés
de construir un gran acuerdo de unidad para Nayarit. Su interés primordial es construir
un gobierno de coalición. No asumirá una postura sectaria que se caracterice
porque una pandilla de personajes gobierne Nayarit. Su postura es que está
convencido de que al gobierno deben ir los mejores hombres y mujeres de
Nayarit, sean del color que sean o sin color partidario, lo importante es que
desde los espacios gubernamentales aporten todo su conocimiento y experiencia para
sacar adelante al estado.
En
el tema de la crisis financiera estatal, municipales y de la Universidad, está consciente
del tamaño del problema y sabe que tiene el apoyo del gobierno federal para
salir adelante, pero no para reproducir los mismos vicios sino para sanear las
instituciones y poder catapultar a Nayarit a mejores estadios de desarrollo. Por
eso mismo le interesa el apoyo de todos. No tiene problemas con ningún
candidato ni sus familias, lleva buenas relaciones con todos y por eso mismo no
cae en la diatriba ni en la denostación, sino que le interesa construir no
destruir y dice textualmente: “Quien me conoce sabe que yo no soy el de las
llamadas a media noche, a veces son los equipos de campaña quienes en sus
estrategias azuzan a los candidatos pero yo no soy partidario del pleito ni soy
partidario del encono, me gusta la política y siempre he actuado de la misma
manera, construyendo acuerdos en beneficio del estado, lo he demostrado desde donde
he estado”.
Esta
dispuesto a ser un gobernador sin fuero y dar “muerte civil” a los corruptos.
Señala que nunca ha necesitado ni necesitará el fuero para gobernar, no tiene
la necesidad porque no es partidario de usar el gobierno para el
enriquecimiento personal. Su oficio es la política como el medio para sacar
adelante a Nayarit de la pobreza, no es para enriquecerse. Sabe que su partido
está muy cuestionado socialmente por los acontecimientos que han pasado a nivel
local y nacional, pero señala enfáticamente que a cada quien lo hagan
responsable por sus actos, que el responde por los suyos no por los de los demás.
En
lo personal vi a un Manuel Cota muy firme, sereno, tranquilo en sus diversas
posturas, con la claridad de que sabe que va a ganar. De hecho, cuando le
pregunté acerca de los números en las preferencias electorales, desde mi muy
particular punto de vista, asumió una postura muy honesta, porque, a diferencia
de otros candidatos que vitorean el triunfo de manera anticipada, Manuel Cota
dijo que ahorita hay un empate técnico entre él y el candidato de la alianza,
pero que, si en estos momentos fuera la elección, seguramente él se levantaría con
el triunfo debido a que tiene mayor estructura y mayor capacidad de
movilización. Pero, señaló, aún falta poco más de un mes para saber el resultado,
aunque confía en triunfar porque no bajará la guardia en el trabajo electoral y,
eso sí, se jactó de que sabe hacer trabajo electoral, no trabajo electoral
antiguo, ese del acarreo y de otras cosas que se saben, sino del trabajo
electoral moderno, del siglo XXI, de ese que convence a la gente para que salga
a votar.
Se
expresó muy bien de Navarro y reconoció que le faltan números para hacerse
competitivo. De la misma manera de Raúl Mejía quien hace su esfuerzo, pero no
le alcanza para ser una opción triunfadora, de Layín sólo sonrió, de la
competencia en Tepic dijo que es una competencia muy novedosa pero que sigue
imperando la pulverización del voto lo que le da ventaja a los que tienen
estructura y voto duro y al final señaló que se siente tranquilo de salir con
la victoria para hacer ese gran acuerdo por Nayarit, donde estén al frente los
de experiencia, conocimiento y gran solvencia moral para hacer este nuevo
gobierno.
Más
allá de que los adversarios digan que no quieren más PRI, más allá de las
fobias al PRI, partido con el que no concuerdo desde luego, en lo personal digo
que lo que cuenta son los hombres, son las personas, fuera de los colores
partidarios. Cota a mí me parece, de los candidatos que hay, un personaje
modesto, preparado, muy profesional, con amplia trayectoria en el quehacer político
y sobre todo mucha experiencia que bien puede ser aprovechada por los Nayaritas.
PD. Cuando fue candidato a
diputado federal allá por el norte de Nayarit, su adversario fue Pavel Jarero
quien lo acusaba de golondrino. “Y triunfé”, esa fue su respuesta.
