Las cosas electorales se
empiezan a poner color de hormiga. Lo dicho por Andrés Manuel López Obrador, en
el sentido de señalar que, si los candidatos de los partidos que quieren una
alianza electoral con él en la disputa presidencial del 2018 no renuncian en el
proceso del 2017 para sumarse a los candidatos de MORENA, entonces él no se
aliará con ellos en el 2018.
Peña
Nieto le está echando toda la carne al asador en el Estado de México para
apuntalar a Del Mazo. Y en Nayarit Peña ya culimpinó a Roberto Sandoval para
obligarlo a que no le haga al tío Lolo apuntalando a su candidato Toño Echevarría,
sino para que se recargue con el candidato del PRI y lo haga ganar “a güevo”.
Para eso le sirven todas las instituciones y para eso le sirven también la
dispersión del voto. Andrés Manuel, experto en el manejo de los procesos
políticos, sabe que debe unificar a las diversas fuerzas que quieren apoyarse
en él para el 2018 con tal de seguir pegados de la ubre presupuestal y por eso
los condiciona a que, en lugar de dispersar los votos, mejor los concentren
apoyando a los candidatos de MORENA, con Miguel Ángel Navarro encabezando la
gubernatura. Si no renuncian los candidatos para apoyar a los de MORENA, el Peje
les cobrará la factura al irse sin ellos por la presidencia de la república.
¿Accederán
los perredistas a salirse de la alianza para apoyar a Navarro Quintero? La
misma pregunta aplica para lo del PT ¿Accederán a salirse de la alianza para
irse a apoyar a Navarro Quintero? Y de la misma manera para el caso de los que
siguen la opción de Movimiento Ciudadano. Si Andrés Manuel logra que las dirigencias
nacionales de esos partidos políticos tomen la decisión a nivel nacional de retirar
a sus candidatos de la contienda política, desbaratando con ello la alianza que
lleva a Toño Echevarría en la candidatura, concentrando los votos en los
candidatos de MORENA, entonces es un hecho que Navarro Quintero se levantará
con la gubernatura. Pero si el escenario es que no lo logra y por tanto las
cosas siguen igual, seguramente que Peña Nieto hará ganar “a güevo” a Cota. Y
cuando digo “a güevo” no es por ofender a nadie, o porque, como muchos boquiflojos
dicen, que ya me dieron dinero los del PRI, sino porque el sistema funcionará
de tal manera que, con los votos dispersos, con el dinero a raudales para la
compra de conciencias y con todas las instituciones funcionando a favor del
candidato del PRI, es “normal” que gane el PRI, y quizá no por los votos, sino
por todas las mapacherías, trampas, machinquepas y toda clase de vericuetos que
se hacen en los procesos electorales de los cuales existe una amplia
experiencia de parte de los equipos operadores de ese partido.
Sin
duda alguna, las dirigencias nacionales de esos partidos van a tener que
sopesar las ventajas y desventajas de asumir una u otra decisión. Si asumen la
decisión de no avalar el proyecto de Andrés Manuel por la presidencia de la república
en el 2018, y con ello no retirar a los candidatos en el 2017 en los estados
donde hay elección, incluyendo Nayarit por supuesto, entonces seguramente que
esos partidos jugarán con su propio candidato en el 2018 o quizá le sirvan de
conserjes al PRI tal como lo hicieron con la firma del pacto por México,
especialmente los del PRD. Eso es un escenario para ellos muy difícil ante la
expectativa de que El Peje tiene posibilidades reales de ser presidente de
México. ¿Se imaginan que el PRD, el PT y MC, queden sin el apoyo del cajón
presidencial de los dineros, fuera del manto protector del futuro presidente de
México? Me podrán decir que contarían con senadores y diputados federales, lo
cual pudiera ser cierto, pero esos diputados y senadores no tendrían capacidad
de gestión ante los programas federales del gobierno de la república, no
tendrían manera de “bajar recursos”. Si queremos que a Nayarit le vaya bien, en
el escenario de que el PEJE sea presidente de México, entonces las dirigencias
nacionales deberían pensar muy bien la decisión de no subirse al barco de
MORENA, apoyándolo a partir de las renuncias de sus candidatos en estas
elecciones.
Y
tal parece que la avalancha de la elección presidencial ya se tragó a las
elecciones locales pues para Andrés Manuel está bien claro el tema: O lo apoyan
en esas elecciones o no hay apoyo para ellos una vez que sea presidente. Si la
vorágine de la elección presidencial ya se tragó a las elecciones locales,
entonces las cosas se pondrán más interesantes porque de un momento a otro
podemos ver declinaciones de candidatos a favor de otros, particularmente a
favor de MORENA. Obviamente, si no apoyan la expectativa del líder nacional de MORENA,
entonces eso significa que las mal llamadas “izquierdas” jugarán a hacerle el
trabajo sucio al PRI llevando su propio candidato presidencial sabiendo que no
tienen posibilidades reales de ganar la presidencia.
No
falta mucho para saber cuál de las dos opciones escogen: apoyan a Andrés Manuel
para el 2018 lo cual significa que renuncian sus candidatos locales en los
estados donde hay elecciones, incluyendo Nayarit por supuesto, o no lo apoyan y
por tanto en el 2018 juegan en las elecciones presidenciales con su propio
candidato, quizá sea Mancera, y aquí en lo local mantienen a los candidatos,
con lo cual gana el PRI, “a güevo”.
PD. A esos boquiflojos que
anuncian triunfos anticipados, antes de que la gente vote, les sugiero que
cambien de oráculo. Walter Mercado es mejor opción que sus encuestas.
