Como es de conocimiento de mis
escasos cuatro lectores, hace días, el congreso del estado emitió una
convocatoria para hacer los nombramientos de contralores en diferentes
instituciones, entre ellas, la Universidad Autónoma de Nayarit. Dichos
contralores, con funciones muy importantes en el combate a la corrupción, son
parte del proceso del establecimiento del sistema nacional anticorrupción.
Bueno
pues, los contralores se nombraron, pero da la casualidad de que, en el caso de
la UAN, no se nombró dicho funcionario. Ustedes me pueden decir que el
gobernador no tuvo nada que ver en ese enjuague, pero, como eso no se lo cree
un niño de primaria, pues entonces es muy fácil inferir que, dado que la mayoría
de los diputados obedecen ciegamente las instrucciones del gobernador y los que
no lo obedecen llegan a acuerdo$$$ en lo oscurito para apoyar sus decisiones,
entonces podemos pensar con toda seguridad que el gobernador reculó ante la oposición
que le dieron las mafias universitarias quienes, sin el más mínimo empacho de vergüenza,
se opusieron al dicho nombramiento argumentando la defensa de la autonomía
universitaria, cuando en los hechos los universitarios sabemos perfectamente
que son las mafias internas quienes por años y décadas se han zurrado en dicha
autonomía.
¿Por
qué las mafias internas se opusieron al nombramiento de dicho contralor? Pues
simple y sencillamente ven en ese funcionario la posibilidad de que salgan
encuerados de sus corruptelas y luego no tengan margen de maniobra para seguir haciendo
de las suyas con el presupuesto universitario. Si las cosas estuvieran tan bien
al interior de la Universidad, nadie tendría empacho en estar en concordancia
con las transformaciones del país para fortalecer el combate a la corrupción.
Para lo limpio ni jabón se ocupa. Y espero que no me salgan con el cuento de
que es un tema de principios y de ideología.
Lo
verdaderamente importante es dilucidar las razones del porqué reculó el gobernador
ante las mafias internas. Sin duda alguna, yo descarto la posibilidad de que
sea temor. Nadie en su sano juicio, ahorita, puede sostener que el gobernador le
tenga temor a algún funcionario menor como lo son las autoridades
universitarias. Y son menores porque a Nachito Peña lo impusieron como rector,
no es porque sea un sujeto con una poderosa fuerza política estatal, es un
simple personaje al servicio de quienes en realidad quisieron que se les
taparan las espaldas ante el saqueo universitario. Así que tenerle temor a
Nacho Peña no es la explicación para que el gobernador reculara ante el posible
nombramiento de dicho funcionario.
Tampoco
creo que les tenga temor a los líderes de los sectores universitarios. Carlitos
el del SPAUAN no es un personaje con fuerza política, mucho menos el muchacho
que recién acaban de nombrar como líder de la FEUAN. Y con respecto al
corruptazo líder del SETUAN, pues menos representa un peligro para el ejecutivo
toda vez que es uno de los principales saqueadores universitarios, quien por
cierto ahora anda diciendo que los saqueadores son los aviadores y él, por
supuesto, se pone una aureola de santo. ¡Todo un actorazo al cínico y corrupto dirigente!
Y
si no es temor entonces ¿qué es? Aquí lo que procede es aventurar algunas hipótesis
en ese sentido. La hipótesis que de inmediato se me viene a la mente es la
posible reflexión que haya hecho el gobernador en el sentido de la conveniencia
política para él, de ya no moverle el agua al tema de la corrupción
universitaria porque a lo mejor sale embarrado, pues, todo mundo especula que
las autoridades estatales agarraron mucho dinero para hacer frente a
compromisos financieros gubernamentales con dinero universitario, es decir, que
para el ejecutivo es más conveniente echarle tierra al tema de la corrupción
universitaria, no vaya a ser que lo salpiquen con tanto escándalo de la
robadera y del saqueo de los recursos universitarios.
Y
es que las evidencias de esa postura son muy palpables: Primero declaraba, casi
como suplicándole al ex rector Juan López que viniera para aclarar las cosas y
que le daba toda la seguridad del mundo, que era un buen hombre y que lo creía inocente;
Luego, ante el poco caso de Juan López Salazar al llamado gubernamental, el
gobernador le dio un ultimátum para presentarse en diciembre del año pasado,
ultimátum del que se pitorreó el ex rector. Después le sacan la orden de
aprehensión, orden de la que se burló Juan López Salazar con un amparo ante la
justicia federal y ahora, por último, mejor mete reversa en el nombramiento del
contralor universitario. Entonces, ante todas esas evidencias, creo que el
gobernador está optando por echarle tierra al asunto para dejarlo en el olvido
aprovechando que ahora que todo mundo anda con el brete de las elecciones, las
que, por supuesto, serán en clima propicio para sacar a flote dicho tema, en
lugar de olvidarnos del asunto.
Si
el tema de la corrupción universitaria agarra vuelo en el contexto del proceso
electoral, creo que entonces se evidenciará el error cometido por el gobernador
de haber reculado ante las mafias universitarias. Y quizá no sea un error, sino
que sea otro esfuerzo más por protegerse de los costos políticos por no haber
combatido la corrupción y si, por el contrario, ser parte de la misma. No habrá
ningún candidato que se pronuncie por mantener el mismo estado de cosas en la
UAN, no habrá ningún candidato que no se comprometa a combatir la corrupción
para poder levantar nuestra máxima casa de estudios. Y en ese tema, el
gobernador saldrá salpicado, más ahora por apoyar a las mafias universitarias
quienes a toda costa pretenden mantener sus privilegios y negocios internos.
PD. ¿Por qué en la fiscalía no
le mueven a la denuncia penal de los setenta millones de pesos? En esa
operación fraudulenta que hizo Juan López Salazar está, presuntamente coludido
Nacho Peña. Hay prueba testimonial. Espero pronto obtener el amparo federal
para que Nacho Peña de cuentas de ese tema y si tiene responsabilidad por
encubrimiento, que se vaya a la cárcel también.
