Los tiempos políticos de
definiciones se acercan muy rápidamente. El siete de enero es el inicio formal
del proceso de elección en Nayarit y el tiempo fatal, jurídicamente establecido
como límite, para que las coaliciones o alianzas queden registradas es el siete
de febrero, un mes después. Así que, ante esos tiempos, las cosas para aquellos
que quieren formar una alianza opositora al PRI, se tienen que acelerar.
Para
empezar, tienen que definir si hay alianza o no hay alianza. Eso lo pueden
hacer metiendo ante la autoridad electoral el convenio de coalición en donde ya
deben ir algunas definiciones. Obviamente, los dos posibles candidatos de esa
alianza son Polo Domínguez y el rarito hijo del ex gobernador Echevarría.
Vayamos al escenario de que Polo no es candidato de la alianza ni de ningún
partido a la gubernatura.
¿Es
posible ese escenario? Desde luego que es posible. Pero entonces vayamos a la pregunta
que lleva el título de la presente columna: Si el rarito resulta ser el
candidato de la alianza y Polo no, ¿los seguidores de Polo Domínguez apoyarán
al rarito hijo de Toño Echevarría? Obviamente, aquí las respuestas pueden
variar en cada una de las cabezas de cada Nayarita, ya que, debido a la percepción
que tengan del proceso político y de cómo se dan las cosas, sería la postura
que asumirían. Yo les comparto la mía, que por supuesto, puede estar
equivocada.
Yo
sostengo que muchos ciudadanos Nayaritas, que creen en Polo Domínguez como uno
de los menos malos de los posibles gobernantes, no se irían a apoyar al rarito de
manera automática. La única manera en que Polo pueda arrastrar a muchos
ciudadanos para apoyar al rarito es a través de dos vías:1) que acompañe
durante toda su campaña al rarito para que se vea que Polo apoya el mismo
proyecto y 2) que Polo haga una negociación en la que se le asegure ser
diputado federal o senador pluri o de primera minoría respectivamente, además de
que en la negociación pida una gran parte del pastel político para los líderes y
personajes que lo apoyan, esto es, candidaturas en los municipios, en las regidurías
y en los distritos, tanto de mayoría como pluris, incluyendo además una parte
del gabinete del poder ejecutivo. Polo está en posición de exigir eso si no es
candidato.
Pero
si no lo hace, y sólo ve una negociación puramente personal para él solito, las
cosas no se darán en automático y muchos, pero muchos ciudadanos que se ven en alguna
posición, pero apoyando el proyecto encabezado por Polo, seguramente que
buscarán opciones políticas en otros lados y, el lado que más se les acomodaría
seguramente sería MORENA y no el PRI y sus aliados.
Y
si hace una negociación como la que señalo arriba, seguramente que en cuatro
años no habrá quien le dispute una gubernatura de seis años pues Polo tendría el
liderazgo de una fuerza política estatal construida en esa negociación que le serviría
para trabajar la plaza durante cuatro años y, aparte, él estaría moviéndose políticamente
allá donde se rompen las olas. Desde luego que el escenario que más le conviene
a Polo ahorita es ser el candidato de la alianza opositora, pero por estos
momentos estamos reflexionando en torno al escenario en donde no es Polo quien
encabeza la alianza ni es candidato de ningún otro partido. Polo puede tener
muchos espacios políticos aún a pesar de que el rarito pierda como candidato a
gobernador.
A
Polo, lo que menos le conviene es dedicarse a su consultorio a menos que ya
esté contento con lo que hasta ahora hizo. Pero si en realidad tiene la
pretensión de seguir en la política necesita tener vigencia, y la vigencia política
se tiene desde alguna posición. Por eso, hay que ver los diferentes escenarios
en los que buscaría estar vigente. Por lo pronto comentaremos este en donde hay
una alianza y Polo no es el candidato de dicha coalición.
Desde
luego, pensar en que se quede con una buena parte del pastel político es pensar
en los diferentes perfiles a quienes les compartiría esa parte del pastel y lucharían
con el durante cuatro años para construir un proyecto hacia la gubernatura. Ese
camino es bastante riesgoso porque las lealtades de los actores políticos no se
dan como si fueran flores en maceta. Las traiciones y deslealtades y los mal
agradecimientos son el pan de cada día en los procesos políticos.
Desde
luego que si Polo nomás asegura una posición para él solito y deja
desprotegidos a quienes le han sido leales con él, seguramente que esos actores
serían los primeros en alentar una desbandada del proyecto aliancista. Nomás véanlo
con los Echevarría. Los Echevarría dejaron huérfanos políticamente a todo
mundo, a todos los que anduvimos en ese proyecto creyendo estúpidamente en esa
gente que solamente utiliza a los ciudadanos para satisfacer sus ambiciones
mezquinas de poder y negocios. Era un proyecto que se antojaba exitoso para
transformar realmente a Nayarit en un estado pujante, con crecimiento de a deveras
no como el de ahora que nomás está en los discursos. Pero como siempre lo dije,
Toño tuvo arranque de caballo fino y parada de burro, echó a perder la
esperanza de los Nayaritas nomas porque su gusto era. Obviamente, muchos, pero
muchos ciudadanos, ya no creemos en los falsos redentores y menos cuando son
pollos que no tienen plumas. Pensar que la gente de Polo se va a ir en automático
a apoyar al rarito una vez que Polo negocie para él solito, es como pensar que
Layín será gobernador nomás porque la raza a va a sus bailes y a sus traguitos
gratis. Ya lo dijo una vez el pitoniso y filósofo de Toño Echevarría: Plazas
llenas no significan votos.
PD. Ya va a salir el año y los
aguinaldos en la UAN nomás no aparecen.