Una estudiante, al parecer
estudiante de ciencias políticas en la Universidad Autónoma de Nayarit, de
nombre Marina Rentería, posteó una convocatoria en las redes sociales. Dice
textualmente así: “Arrancamos en prepa 1; Terminamos en Feuan; Hacemos la
extensa invitación para el próximo miércoles 9 de noviembre a las 10:00 am a
una marcha-manifestación a favor de la Democracia Universitaria Estudiantil. Buscamos
tener un proceso democrático para la elección de presidente de la FEUAN
exigiendo lo siguiente: *Por ser una Federación de Estudiantes, los estudiantes
debemos de elegir a nuestros representantes; *Por una Federación sin imposición;
*No queremos más corrupción; *Exigimos voto universal para evitar una crisis de
representatividad; *Por una Federación de estudiantes, trabajadores y no de
aviadores; *Queremos una Federación transparente sin fines de lucro; Te
esperamos, es el momento para que tu voz sea escuchada!!!”.
Sin duda alguna, esa convocatoria constituye un aspecto
muy pero muy importante del despertar universitario. Ojalá y se concrete esa
convocatoria y los estudiantes asuman su real papel de transformadores genuinos
de nuestra institución y dejen de ser carne de cañón y una masa inerme
totalmente manipulada por los dirigentes.
Sin duda alguna, su intento de rescatar la organización
estudiantil que hasta ahora ha venido funcionando como la representante del
sector estudiantil es un esfuerzo interesante. Intentar democratizarla es un
esfuerzo importante. Exigir alto a la corrupción y exigir representatividad y
no imposición en los representantes estudiantiles sin duda es también
importante. El problema que van a tener que enfrentar estos estudiantes genuinos,
es, sin duda alguna, que la federación de estudiantes se integra desde el
poder, con dirigentes a modo de los intereses que han protegido la corrupción y
que han servido de instrumentos de los gobiernos en turno. La FEUAN ha sido un
instrumento de control político del PRI y, por tanto, un instrumento que se
conforma desde el poder universitario y estatal.
Construir
una FEUAN genuinamente estudiantil implica despojarse de los intereses que han
protegido la corrupción universitaria y estatal. Por eso afirmo que, aunque su
esfuerzo es importante, será una lucha difícil de lograr. Los recursos que se
le destinarán a Ángel Aldrete y sus fieles escuderos para imponer dirigente y
representantes estudiantiles a modo, fluirán en forma muy expedita. Y más ahora
que el ya casi ex dirigente Ángel Aldrete pretende ser diputado local.
Lo
que los estudiantes genuinamente universitarios, esos que solamente defienden
su derecho a una educación de calidad y de excelencia, deben entender es que no
tienen por qué desgastarse en una lucha por lograr la dirigencia de la FEUAN
cuando pueden hacer uso de su derecho constitucional de libre asociación y,
mediante la ley, luchar por la representación estudiantil universitaria,
enfrentando a la FEUAN. Si la rectoría le da recursos a la FEUAN, la nueva
organización que formen tiene el mismo derecho. Desde luego, la autoridad universitaria
tendría la disyuntiva de apoyarlos o no, pero eso mete a la autoridad en “camisa
de once varas” porque entonces los estudiantes, con la mano en la cintura,
pueden exigir cuentas claras al rector acerca del destino de los recursos que
se le otorgan a la FEUAN. Eso, desde luego, pondría en un problemón al rector Nacho
Peña porque, destinar recursos a la FEUAN cuando no está eso establecido en
ninguna ley, constituye el delito de desviación de recursos, situación que
puede llevar al rector a que sea denunciado ante la PGR.
Sin
duda alguna que esa denuncia podría dormir el sueño de los justos en dicha
dependencia, por lo menos mientras dura el actual gobernador en el cargo, pero
una vez que lo deje, las cosas pueden modificarse y podrían hasta caer algunos
funcionarios y ex funcionarios universitarios a la cárcel. Por eso es
importante este movimiento estudiantil, porque significa que la Universidad se
puede mover hacia la transparencia y la rendición de cuentas.
Son
los estudiantes genuinos, esos que solamente quieren tener educación de calidad,
los que pueden modificar la actual situación, hasta ahora, de solapamiento de
la corrupción y de entronización del mismo modelo de control universitario
basado en los sectores, donde los dirigentes imponen a los representantes y
ellos deciden el rumbo de todos los miles de universitarios. Son los
estudiantes quienes pueden exigir que los académicos ingresen y se promuevan
laboralmente con base en evaluaciones académicas para que los formen profesionalmente
bien y no sus avances laborales se los forjen a través de criterios políticos y
con base en el tráfico de influencias de los dirigentes de los sectores.
Son
los estudiantes genuinos quienes pueden exigir que el dinero de la UAN no se
use para primarias ni secundarias sino para educación media superior y
superior, son los estudiantes quienes pueden exigir que el dinero de la UAN no
se vaya en mantener funcionarios y exfuncionarios o en privilegios a líderes
sindicales sino en construcción y equipamiento de infraestructura para que
ellos sean bien formados, es decir pues, son los estudiantes quienes pueden
tener el papel de revolucionar la UAN hacia mejores niveles de desarrollo. Esa revolución
institucional no puede provenir de los académicos porque la inmensa mayoría está
en zona de confort y de los trabajadores administrativos menos, pues su
dirigente ha sido uno de los pilares que ha hundido a la UAN. ¿Lograrán
despertar los estudiantes?
PD. ¿En la UAN serán
vientos de cambio?